¿USA x Perú?

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Advertencia

El siguiente contenido tiene escenas fuertes. Incluye violencia, lenguaje vulgar y masoquismo. Leer con discreción. Si eres menor de edad, leélo bajo tu responsabilidad X-X...

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Pov. Narrador

Cierto bicolor se encontraba caminando tranquilamente por la calle. Había ido a comprar para hacer el almuerzo de ese día. Sin embargo, sentía que no iba solo... Tal vez era un choro el que lo seguía... Volteó para ver si había alguien sospechoso pero solo veía algunas personas caminando por ahí.

¿Imaginación suya? ... Quién sabe

No le dio tanta importancia y siguió su camino. Tan solo le faltaban 2 cuadras para llegar a su casa, así que no tardó mucho. Al abrir la puerta, lo primero que hizo fue dejar sus cosas en la mesa que había en el comedor. Ya con las manos desocupadas, pudo relajar sus músculos.

En eso, un ruido lo saca de sus pensamientos. Provenía de la entrada. Sigilosamente, asomó su cuerpo para ver si podía distinguir algo o a alguien. Pero, apenas sus  ojos se enfocaron, alguien se puso en frente de él, asustándolo en el proceso.

- ¿U-Usa? -preguntó el peruano- ¿qué... haces?

En un cerrar y abrir de ojos, el estadounidense había acorralado al menor.

- Shh... -el mayor posó su dedo índice en los labios del contrario- Lo que haré, lo disfrutarás como no te lo imaginas -sonrió ladino.

- ¿A qué te refie_

Fue interrumpido por los labios del estadounidense, los cuales apresaban a los suyos con gran demanda.

- ¡E-Es_ Espe_ r-ra! -el menor trataba de separarse pero le era imposible.

La fuerza de Usa le superaba a Perú; esos formidables brazos lo tenían contra la pared. El oxígeno comenzaba a faltar en ambos gracias a los húmedos y salvajes besos que proporcionaba el norteamericano. Esto hizo que el peruano bajara más sus fuerzas, cosa que el otro aprovechó para colocar su pierna entre los muslos del bicolor y acariciar su miembro.

El cuerpo del peruano se tensó ante esas nuevas caricias. Como pudo, empujó al estadounidense y corrió hacia la sala. Su intención era ir hasta su cuarto, pero su brazo fue tomado por el mayor.

Fue empujado y cayó boquiarriba al sillón. Usa se colocó encima de él y, mientras una mano sotenía ambas manos de Perú, la otra iba sacando ambas ropas. El menor no podía decir nada más que ligeros gemidos debido al beso con lengua que le estaban dando.

Aquella cercanía entre ellos era tanta que sus miembros se rozaban por momentos. Usa aprovechó aquello para mover su pelvis y ejercer una mayor fricción entre ambas hombrías. El cuerpo del bicolor empezaba a estremecerse.

Los esfuerzos de Perú para quitarse al mayor de encima eran en vano. No lograba moverlo ni medio centímetro. Sin embargo, en un movimiento rápido, logró darse vuelta.

Mala idea...

El norteamericano sonrió con picardía.

Bajó el pantalón y el calzoncillo del peruano y acercó su rostro a la retaguardia ajena, sosteniendo la cadera con sus manos. Mordisqueó y lamió las dos nalgas, dejando una que otra marca. Perú pataleó un poco pero el agarre del otro era firme.

La lengua de Usa se topó con la entrada del menor y, con un poco más de saliba, se adentró en él. Perú soltó un gemido agudo. Le estaban haciendo un "beso negro".

Se empezaba a sentir bien...

El mayor lo notó y zafó una de sus manos para lamer tres de sus dedos. Rápidamente, metió el primer dedo. El menor se sobresaltó, sintiendo cómo dicho dedo se movía en círculos dentro suyo. Un segundo dedo se adentró, chocando con el punto dulce del peruano, quien no pudo callar sus gemidos de exitación. Así, con el tercer dedo, el norteamericano simulaba embestidas.

Perú ya no daba resistencia, así que la otra mano del estadounidense se dirigió a las rosadas tetillas del menor mientras también se decicaba a lamer y marcar el cuello. Debido a eso, el placer del bicolor se incrementó.

Usa sacó sus dedos y bajó su pantalón, dejando afuera su erecto y gran miembro. El peruano se sorprendió, pero su reacción fue muy tarde pues el mayor ya había levantado su retaguardia, listo para adentrarse. Sin corto ni peresoso, el de estrellas entró en el menor de una sola estocada.

- Qué estrecho~ -dijo ronco el mayor, recibiendo un gemido ahogado como respuesta.

Las embestidas empezaron. Eran fuertes y rápidas, dejando al peruano sin aliento.

- U-Usa~ -gimió mientras abrazaba uno de los cojines, escondiendo su rostro en él.

- Déjame escuchar tus gemidos~

El mayor sacó su miembro para alzar al peruano y colocarlo en su regazo. Así podía apreciar cómo algunas lágrimas y salibas salían del menor. Entró de una sola estocada y volvió a las embestidas y caricias.

Perú empezó a mover su cadera, en busca de más de ese placer. Usa tomó su rostro y lo acercó al suyo para unirse en un beso húmedo. Las manos del estadounidense agarraban los glúteos del menor para ayudarlo a saltar y facilitar la entrada y salido de su miembro.

El mayor decidió darle una que otra nalgada al bicolor. Amaba cómo su entrada apretaba cuando lo hacía. Asimismo, dirigió su otra mano al miembro del menor. Quiso darle atención e inició un vaivén con él.

Las embestidas se hicieron más rápidas, señal de que el estadounidense estaba por correrse. Ambos se separaron del beso por falta de oxígeno. Gemidos se escuchaban por toda la sala. Hasta que Usa dio unas estocadas, terminando dentro de Perú, quien también se vino en la mano del mayor.

Regulando su respiración, el estadounidense colocó al peruano a un costado del sofá y, sacando unos paños del bolsillo de su pantalón, limpió todo rastro de semen en él.

- Estuvo increíble~ -acomodó su ropa y de dirigió a la salida- Espero que podamos repetirlo otro día -dijo con una sonrisa de lado.

Se escuchó la puerta ser cerrada.

El peruano se sentó mejor en el sofá, tratando de regular su respiración y sintiendo cómo el semen dentro suyo salía. En parte, agradecía haberle puesto funda al sofá. Por otro lado...

Se había sentido tan bien...

Nuevamente, se escuchó la puerta, pero esta vez había sido asotaba para ser abierta.

- ¡Darling!

Entró rápidamente el estadounidense y se acercó al bicolor.

- ¿Estás bien? ¿Fui muy brusco? ¿Te lastimé en alguna parte? -preguntaba preocupado mientras inspeccionaba cada parte del menor.

Perú soltó una pequeña risa.

- Lo hiciste muy bien, estrellitas -dijo con dulzura; amaba ese lado tierno de su novio.

- Menos mal... -abrazó al menor con sumo cuidado, siendo correspondido.

Perú tenía un gran amor hacia aquella potencia, así como era amado con la misma intensidad. Qué dicha... tener a alguien que te ame y que esté dispuesto a complacerte, incluso con tus fantasías extrañas...

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Esta historia me inspiré de un dj yaoi que leí hace años.
Pondría el nombre del dj si me acordara... lo siento ;;;;
Por si no entendieron el final, Perú le había pedido a Usa que hiciera eso y él no pudo negarse UwU

Todos x Perú (historias cortas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora