Todos x Perú (historias cortas)

Rusia x Perú (parte 1)

Pov. Perú

Ese día era de noche, estaba de rodillas, conteniendo algunas lágrimas... Sin embargo estas no eran de tristeza, todo lo contrario, eran de felicidad... Alcé la mirada contemplando unos fuegos artificiales, juraba que podía escuchar y hasta sentir como mi gente, mi tan preciada hinchada, celebrada por nuestro gran triunfo.

No lo puedo creer... ¿En serio está pasando?... ¡¿En serio regreso a un mundial?!- Ahhhh no puede ser, ¿no estaré soñando? Al fin, AL FIN, luego de 36 años, ja en tu cara Chile -decía mientras daba saltos de celebración, junto con uno que otro movimiento ilógico de manos, eran por la emoción.

Simplemente, todo era perfecto, eso era un gran alivio, ya que por un momento podría olvidar todos los demás problemas por los que mi pueblo pasaba e ir planeando en cómo iré hasta Rusia. De tan solo pensarlo me emocionaba, soltaba inconcientemente una gran sonrisa... En serio, de verdad que necesitaba este cálido sentir...

Pov. Narradora

Y ahí se encontraba Perú, corriendo por las calles del centro de Lima con una bandera que lo representaba, lo tenía agarrada de ambas manos y quién sabe a dónde se dirigía, quizá solo era por la felicidad del momento en que salió disparado de su casa sin tener realmente un destino. Las demás personas solo lo veían con una agradable sonrisa, otros de ternura y algunos eran más de: ¿qué rayos he visto? Supongo que eso sería lo normal, pues este "espectáculo" no era algo que se podía ver a diario.

Luego de haber corrido por unas cuantas horas, regresó a su casa y sorprendentemente sin cansancio, de seguro por la adrenalina; solo esperemos a que se le pase y ahí sentirá las consecuencias que tiene haber corrido toda esa maratón.

Solo tomó un poco de agua, se duchó (no quería ir a dormir con todo ese sudor encima) y se fue a su dormitorio, para así ir tranquilamente a los brazos de Morfeo. Apenas vio su cama, se tiró en esta, quedando boca abajo; dio un suspiró, como si liberada toda esa emoción, para finalmente quedar seco.

▪ ▪ ▪ ▪ ▪

Perú se encontraba con una gran energía, alistaba sus cosas- Va a ser un viaje largo -pronunció mientras guardaba unos documentos y archivos en un maletín, lo llevaba por si acaso, quién sabe lo que uno podría necesitar cuando se va de su hogar y más cuando eres un country que va a otro país- Listo, tengo todo asegurado -dijo para sí mismo.

Bajó de su habitación con dirección a la cocina, ya había desayunado, ahora tocaba el almuerzo. Su vuelo partía más tarde todavía, así había tiempo para prepararse algo ligero- Aún hay tiempo~ -dijo para seguidamente empezar a cocinar, hizo un arroz con chaufa de pollo, para él y para una persona más...

Ya había terminado de almorzar cuando en eso tocan la puerta, va y la abre para ver si era la persona que esperaba. Y efectivamente, se trataba de Bolivia; Perú no iba a dejar a su llama, a su cuy ni a su paloma al cuidado de alguien desconocido, así que lo llamó para que cuidara de sus mascotas en su ausencia.

- Hola causa, al fin llegas -se estrecharon las manos en señal de saludos que ellos tenían.

- Hola hermano, te deseo mucha suerte, demuéstrales a todos de lo que eres capaz -respondió dándole un fuerte abrazo, el cual fue correspondido por el contrario- Ya te alisté el taxi, te ayudo con tus cosas -ambos estaban algo exhautos luego de haber metido todo en el carro- Ya es hora de que te vayas -el peruano le agradeció por todo, pero antes de irse fue a despedirse de sus mascotas.

- Adiós Ñust'a -abraza a su llama, recibiendo una cabeza apoyada en su hombro- Adiós Quwi -acaricia con la mano derecha a su cuy, el cual no quería que su dueño alejara su mano- Y adiós Urpa -acaricia con su otra mano a su paloma, el cual solo se lo quedaba viendo con cara de perrito regañado.