[1937 | Un Viejo Amor]

Capítulo 43 - Cambios y una promesa parte 2

Por más que su deseo de ayudar a la familia Xiao era tan grande, tuvo que respetar la promesa que había hecho.

Para distraer el deseo de su corazón, Yibo decidió invertir todos sus ahorros en decorar su nueva habitación. Tenía como objetivo tener un escritorio, los exámenes importantes de mitad de año se acercaban y estudiar en el comedor de a ratos le molestaba, se estaba acostumbrando a tener su espacio privado.

Xiao Zhan y su madre finalmente se mudaron con sus pocas cosas a la nueva casa, el vendedor Tom les colaboró con el traslado de los muebles. Los primeros días fueron complicados para la familia. Xiao Zhan no asistió al trabajo por tres días debido a que se encargaba de limpiar la casa.

A su regreso en el trabajo, había nuevas noticias para el joven Xiao Zhan.

— Joven Zhan —hablo el señor Chen llamándolo.

El joven mientras barría cerca al mostrador levantó la cabeza colocándose derecho— ¡Aquí estoy, señor!

— Por estos días estarás de provisional en la zona de cocina —dijo el señor mirándolo haciendo que sus ojos se abrieran cuáles platos— Comenzaras solo en las horas de la tarde y después de terminar tus deberes de la escuela ¿Entendido?

— ¡S-Si señor! —respondió el chico sosteniendo fuertemente la escoba.

— Perfecto, cuando llegues de la escuela tendrás tu delantal de cocinero —finalizó el señor retirándose rápido.

De camarero a ayudante en la cocina. Si bien el señor Chen le daba algunas clases cuando se cerraba el local y lo ponía en práctica en su casa, solo había cocinado para personas cercanas como su madre y amigos. Los nervios de cocinar a personas extrañas empezaban a aparecer, pero era un momento que deseaba mucho aquel jovencito y no daría un paso atrás— Ya no seré más camarero ¡ahora cocinaré! —El joven daba pequeños saltos abrazando la escoba con mucha emoción — ¡Sí! ¡Por fin! ¡Oh! ¿Qué hora es? —el joven miró el reloj— Aún es temprano ¡Cuando venga a BoDi se lo contaré!

Pero la emoción y la atención a los clientes mantuvo a Xiao Zhan distraído notando que Yibo no había llegado. Terminó por contarle a todo su grupo de amigos en la escuela quienes sin dudar felicitaron a Xiao Zhan.

Sus primeros días como asistente de cocina iniciaron con dificultad. Al igual en su oficio de camarero, comenzó con pequeñas tareas que gradualmente fueron creciendo hasta llegar a usar aquella gigantesca estufa al lado de los demás cocineros y sobre todo al lado su madre.

— Necesitamos una orden de fideos con carne y extra de vegetales. —Dijo uno de los camareros.

— ¡Yo me encargo! —respondió el chico con más confianza.

A impresión de muchos en la cocina, Xiao Zhan había logrado adaptarse rápido a los ajetreos en hora pico logrando ocupar el puesto vacío que había dejado un cocinero.

Sin embargo, solo tenía aquel puesto en las horas de la tarde como había dicho el señor Chen. Durante la mañana era un camarero más haciendo pequeñas tareas como sacar la basura y cajas vacías.

— ¡Cuantas cajas! —Xiao Zhan salía del restaurante con una pila grande de canastas de maderas, trataba de hacer equilibro evitando de que no se cayeran, pero debido a la poca estabilidad de la torre muchas empezaron tambalearse.

— ¡Cuidado!

Las canastas no tocaron el suelo, unas manos lo ayudaron justo a tiempo.

— Gracias Bo- —sus palabras se cortaron al ver que se trataba del joven Wei— Daxun, eres tú ¡Gracias!