[1937 | Un Viejo Amor]

Capítulo 55 - Trato.

— ¡Xiao Zhan! ¡Xiao Zhan! Maldición... corrió muy rápido... no lo veo —Yibo corría por las calles buscando al chico. Yibo pudo observar una triste mirada en Xiao Zhan cuando salió corriendo y debido a aquello su angustia aumentaba por no verlo. Lo buscó en la plaza principal, en el restaurante y demás lugares que el joven solía pasar. Hasta que un lugar llegó a su mente.

— ¡Buenas tardes! ¿Xiao Zhan está aquí? —habló con rapidez cuando la señora Xiao abrió la puerta.

— Aquí no ha llegado ¿no estaba contigo? —preguntó la señora sorprendida.

— Oh sí, pero nos separamos por un momento ¿No sabe a dónde podría haber ido? —Los ojos de Yibo contenían gran preocupación.

— ¿Con que se separaron? — la señora soltó un suspiro— Últimamente ZhanZhan anda muy melancólico... pensaba que esta salida lo iba a distraer... Trata de ver en aquella colina, la última vez que le dio el sentimiento se quedó allá por un buen tiempo.

La señora señaló la colina, era el lugar secreto que ambos compartían— ¡O-Oh! ¡Claro! ¡Muchas gracias!

Yibo salió corriendo, tuvo que cruzar por entre varias cercas para llegar lo más rápido posible. El aire se le agotaba por correr colina arriba y no detenerse, pero finalmente llegó a la cima.

Jadeó cansado, pero lo encontró. Xiao Zhan estaba sentado a los pies de un árbol, sus piernas recogidas y se podía ver como sus hombros temblaban acostado sobre sus rodillas.

— Con que aquí estabas —Yibo habló aliviado a la vez que se acercaba.

Xiao Zhan levantó su mirada, sus ojos estaban levemente rojos, sus pestañas húmedas al igual que su rostro— Y-Yibo... —enseguida pasó sus manos por su rostro limpiando sus lágrimas con la manga de su ropa— ¿Q-Qué haces aquí?

— ¿No es obvio? Te buscaba. Aunque no pensé que vinieras aquí —Yibo se sentó a su lado con una dulce sonrisa en su rostro— Corriste muy rápido ¡Me cansé!

Xiao Zhan soltó un suspiro mirando hacia el suelo— Perdona... Lo que pasó... lo hice sin pensar. Le debo una disculpa a tu primo por la bofetada...

— No te preocupes, se lo merecía —Yibo dudo un poco, pero acercó su mano al cabello de Xiao Zhan. La posó con delicadeza acariciándolo—Aunque me sorprendió, pero si no le pegabas tú lo iba a hacer yo.

Xiao Zhan frunció levemente las cejas sintiendo esa dulce caricia del menor— Él... te dijo cosas muy hirientes.

— Lo sé —respondió Yibo asintiendo— Desde que tengo memoria, Yitian siempre me dice que no pertenezco a esta familia por ser adoptado. Digamos que fue por él que me enteré de que no era hijo biológico de mis padres.

— Pero... eso no es verdad, aunque no lleves su sangre ellos igual son tus padres —Xiao Zhan lo miró con sus ojos brillantes.

— Lo sé —Yibo respondió sonriendo— Hace dos años que me lo dijiste. Gracias a ti sé que debo ignorar a ese grupo de personas que se burlan de mí solo por ser adoptado. —con delicadeza Yibo quitó las lágrimas de los ojos de Xiao Zhan y cualquier rastro de tristeza con un pequeño toque en su rostro.

Xiao Zhan apretó sus labios al tiempo que sus mejillas se ponían levemente rojas por la ternura que Yibo hacía sentir en su corazón. Soltó un suspiro y aun con sus hombros algo decaídos fue poco a poco cayendo a un costado de Yibo. Terminó por apoyar su cabeza sobre su hombro como si fuese una almohada.

Yibo quedó asombrado de ver tan cerca al chico. Sin embargo, su preocupación por la tristeza de Xiao Zhan era mayor que cualquier otro sentimiento por lo que suavemente puso su brazo sobre el hombro de Xiao Zhan como si lo abrazara.