[1937 | Un Viejo Amor]

Capítulo 47 - Queriendo y odiando

Al regresar de las vacaciones, Yibo continuaba pensativo.

El hecho de que las clases reanudaran significaba que nuevamente debía soportar ver como aquel gemelo que tanto detestaba se llevaba toda la atención de Xiao Zhan.

A este punto solo podía contemplar dos caminos.

Quedarse de brazos cruzados y solo soportarlo por lo que quedaba del año o hacer su "contraataque". En definitiva, Yibo no se resignaría a perder aquel pequeño progreso que sentía haber hecho con Xiao Zhan.

Una mañana saliendo del comedor, Yibo miró hacia la tienda de la escuela. Esta se encontraba vacía por lo que buscó rápido en sus bolsillos tratando de encontrar alguna moneda.

Encontró un par.

— Chicos ¿quieren dulces? —dijo Yibo mirando a todos en el grupo.

Nadie respondió al instante, solo ojos de sorpresa lo miraban.

— Yo si quiero —Daxun fue el primero en hablar— ¿Comprarás caramelos? Si es así quiero uno de piña.

Yibo asintió y miró a Jing— Yo quisiera uno de mango —respondió el gemelo.

— Piña... Mango —Yibo repetía para no olvidar.

— Wow... ¿Y ese milagro de que quieras regalarnos algo? —dijo Shin mirándolo con cierto tono de burla. Xiao Zhan que se encontraba a su lado frunció levemente la frente al escucharlo hablar en ese tono.

— Me pareció buena idea compartirles un pequeño postre después de almorzar ¿acaso es algo malo? Si no quieres no hay problema, solo dilo.

— Oye Shin, solo es un dulce —respondió Jing mirándolo— Ideal para quitarnos el sabor del atún.

Shin frunció levemente la frente— Es que... Él es muy tacaño... ¿no será que después buscaras cobrarnos?

— Shin ¿por qué dices eso? —Se quejó Xiao Zhan sorprendiendo al grupo— Yibo solo quiere invitarnos un dulce.

Aquellas palabras del joven hicieron brillar los ojos de Yibo quien apretaba con algo de fuerza las monedas en su mano.

— Quiero... uno de piña... —murmuró Shin con enojo.

Yibo volvió a asentir con la cabeza y miró a Xiao Zhan— Yo quiero-

— ¡No me digas! —Yibo lo interrumpió cruzándose de brazos haciéndose el pensativo— Mm... ¿Fresa?

Xiao Zhan soltó una pequeña risa asintiendo— Aunque rara vez quedan de fresa... si no hay puede ser de-

— ¿Cereza?

Xiao Zhan abrió grande los ojos— S-Sí... ¿Cómo lo sabes?

Yibo sonrió mirando hacia los lados tratando de despistar la leve vergüenza que sentía— S-Siempre pides cosas muy dulces. ¡Y-Ya los traigo!

— Te esperamos en el salón —habló Daxun.

— Está bien —Yibo dio vuelta para acercarse a la tienda, pero no avanzó. Una idea más había cruzado por su cabeza por lo que volteó mirando a Jing— ¿Me acompañas?

Jing sorprendido miró a ambos lados hasta señalarse a lo que Yibo sonriente le confirmó— P-Pues... bien —Jing extrañado caminó junto a Yibo hacia la tienda dejando a Daxun y Shin sorprendidos.

Durante las próximas semanas, Yibo empezó a ser más activo en las conversaciones del grupo, igualmente su participación en clase aumentó sorprendiendo hasta sus profesores. Sin embargo, el cambio que traía más asombro fue el amable trato hacia los gemelos. Ayudándoles en clase, hasta prestándoles útiles escolares cada que volteaban a preguntar al joven Xiao.