[1937 | Un Viejo Amor]

Capítulo 2 - Ladrón

Al día siguiente, a las 5 de la mañana, el joven Xiao Zhan ya estaba despierto y bien arreglado con su tangzhuang de color gris.

–ZhanZhan ¿de verdad no quieres dormir un rato más? Recuerda que tus clases empiezan a las 8 y media –Comentaba su madre mientras preparaba un tipo de sopa con arroz para desayunar.

–Quiero acompañarte, mamá –respondió el chico mientras arreglaba la cama– además, me aburriría quedándome aquí solo.

La señora Xiao solamente sonrió pero internamente le inquietaba un poco su hijo. En China, Xiao Zhan nunca le había tocado pasar por problemas de tal magnitud como las que estaban pasando; tan solo algunos meses atrás, sus padres tenían unos trabajos estables y bien pagados, el chico era hijo único y por lo tanto el más mimado de la casa.

La familia Xiao no era una familia adinerada pero vivían tranquilamente en un hogar humilde alrededor de Chongqing, tenían un lugar para dormir, tenían comida y lograban ahorrar dinero para salir cuando quisieran o para gastarle uno que otro gustillo al pequeño Xiao Zhan. Hasta que tuvieron que separarse y salir del país, sin embargo, Xiao Zhan y su madre estaban agradecidos con lo que tenían actualmente, a pesar de todo lo que habían pasado, el joven lograba demostrar un aura de tranquilidad como si aún viviesen en China.

–Mamá ¿tú crees que pueda trabajar contigo en el restaurante del señor Chen? –pregunto el joven mientras comía del tazón.

– ¿Trabajar? ZhanZhan apenas tienes 13 años, me gustaría más que te concentraras en tus estudios antes de que empieces a trabajar –comento la señora sorprendida.

–Mamá, estaré muy pendiente de mis clases... ¿recuerdas que en Chongqing era el mejor de la clase? –Respondía con una gran sonrisa– ¿recuerdas que los profesores siempre los felicitaban? Estoy seguro que me irá igual de bien, mamá.

–ZhanZhan... eso era en China, ahora estamos en Inglaterra y además de las clases está el idioma –la sonrisa del chico se desvanecía de a poco y su madre al notarlo tomó su mano– no es que crea que mi pequeño ZhanZhan no pueda hacerlo, sé que cuando quieres algo haces de todo para conseguirlo, pero ¿Trabajar y estudiar? –La señora Xiao empezaba a sentirse decaída, nunca pensó que su pequeño llegara hasta las condiciones en que se encontraba.

El chico hizo una pequeña mueca y sostuvo ambas manos de su madre –Mamá, no te preocupes –le decía colocado una dulce sonrisa– yo sé que puedo lidiar con ambas cosas, trabajar y estudiar, me imagino que será difícil al inicio... pero ¡mamá! Por lo menos ya se algo del idioma con lo que me enseñaron en Chongqing.

La señora Xiao observó a su hijo, relajó un poco su rostro mostrándole al chico una leve sonrisa y no tuvo más remedio que apoyar a su hijo.

Y aunque Xiao Zhan lo hacía sonar sencillo por adentro empezaba a asustarse, trabajar no había problema ya que estaría con su madre, quizás como su ayudante mientras tomaba experiencia, pero ¿Estudiar? Y más en el lugar que se encontraban ¿cómo iba a socializar con lo poco que sabía de inglés? Y no es que fuera de necesitar amigos, pero si llegara el caso de una urgencia ¿Cómo podría? Todas estas dudas rondaban en la cabeza del joven Xiao Zhan mientras caminaba junto a su madre hacia al restaurante del señor Chen.