Capítulo 5 - Amor u odio

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- ¡Listo! Joven Xiao, tu tangzhuang esta como nuevo -comentó el profesor con una sonrisa extendiendo la prenda para observar su arreglo- se nota que tu traje ya tiene sus años aunque es de muy buena calidad.

Xiao Zhan se sentía más tranquilo, su traje favorito había sido arreglado con un remiendo que apenas se lograba notar- este era de mi padre cuando tenía mi edad -comentó el joven mientras se acomodaba la ropa- inicialmente era de mi abuelo, después pasó por mi padre y ahora yo lo tengo.

-Qué bonita tradición, me imagino que lo cuidarás para que, si tienes un hijo, también lo use -el profesor comentaba con asombro mientras recogía sus herramientas de costura.

-Eso espero algún día, pienso en seguir con muchas tradiciones de mi familia ya que... -poco a poco esa sonrisa tierna del chico empezaba a desvanecerse - son pocas las cosas físicas de mi familia que logramos traer de China.

El profesor Zhu notó la tristeza del joven y se acercó dándole unos pequeños golpes suaves en su hombro- Joven Xiao, es una situación difícil pero ya verás que las cosas irán mejor. -El profesor sonrió haciendo que sus hoyuelos se marcaran en sus mejillas- si ese traje es tan preciado, lo mejor es que no lo traigas. Se podría estropear mientras juegas ya que, bueno, aquí los niños son un poco bruscos al jugar.

-Sí señor, creo que es lo mejor -respondió el joven de forma más tranquila- aunque, la verdad no me gusta mucho la ropa de aquí... es un poco simple -profesor y estudiante rieron.

-Sí es cierto, tampoco soy de utilizar la moda inglesa, como veras, me gusta más usar trajes tradicionales -decía el profesor mientras se acomodaba las mangas del traje- ahora pensándolo, creo que tengo un tangzhuang en mi casa que es de tu talla. Mañana lo traeré para ti.

- ¡Oh! ¡No tiene porque, profesor! Tengo un par más en mi casa -Xiao Zhan negó avergonzado.

-Tranquilo, prefiero que tú los tengas a que se estén llenando de polvo en mi casa, siempre quise regalárselos a alguien que le gustara este tipo de ropa pero como habrás notado, los niños de aquí no es que les llame mucho la atención usar uno. -comentó el profesor mientras guardaba su caja de costura.

Xiao Zhan estaba muy curioso por el profesor, y más aún al notar un leve tono de tristeza en sus palabras y observó que en sus manos no había ningún anillo o amuleto que significara un compromiso- disculpe la pregunta, profesor... ¿usted... no tiene hijos?

El profesor al escucharlo se sorprendió pero enseguida negó con un movimiento lento y una dulce sonrisa- No joven Xiao, aún no tengo hijos propios... ahora mismo mis hijos son mis estudiantes. Son mi prioridad.

Xiao Zhan estaba impresionado, el profesor Zhu era una persona muy amable, bastante encantador y además se notaba que le gustaba las tradiciones chinas, una persona perfecta a la vista del chico- De grande quiero casarme con una persona así... -pensaba el joven sin dejar de ver al profesor.

Entre charla y charla, la campana sonó, era hora del almuerzo así que Xiao Zhan se despidió del profesor para regresar a su salón con sus amigos y formarse en fila para ir al comedor.

Puré de papas con alverjas y distintos trozos de cerdo asado era el menú del día, el trio de amigos con su comida servida en bandejas metálicas charlaban mientras almorzaban, aunque no tuviesen mucho tiempo para hablar- te demoraste mucho Zhan ¿qué te dijo el profesor? -preguntaba Jing bastante curioso.

- Ahh... el profesor me llamó para arreglar mi traje, miren -decía el joven mostrándoles el remiendo que traía en su ropa.

- ¡Wow! ¿El profesor te lo arregló? Ni lo había notado, sin duda el profesor Zhu es muy habilidoso -comentaba Shin mientras examinaba la costura en la ropa de Xiao Zhan.

[1937 | Un Viejo Amor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora