Destacar. Esa es la única manera en poder ganar popularidad sin ser temido cuando se trata del ámbito escolar, y cuando se trata de un mundo dividido entre carnívoros y herbívoros.
Destacar, porque no puedes esconder tus instintos, no puedes mostrar...
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P.o.v; ____
Durante toda mi vida, había crecido con miedo, temor, pánico... Criada, con una perspectiva de cabeza al mundo que normalmente debió ser desde el inicio de los tiempos. Educada para que una zorra como yo tuviese miedo de los herbívoros, siendo alguien reservada... Hubiese sido mejor si mis padres tuvieran una mente un poco más abierta. Ahora entiendo porque mi hermano es tan rebelde como lo es ahora.
Aunque, nunca en mi vida he conocido un herbívoro tan cruel como mis padres contaron. Todos me ven a mí como la verdadera amenaza, y quizás es eso lo que mis padres no quieren para mí. La discriminación en este mundo tan mierda.
Incluso, aunque fuéramos, no lo sé... Una especie diferente, una igual a el resto del mundo, por una u otra razón seguiríamos discriminando los unos a los otros. Quizás por fama, dinero, color, raza, país... Pero no. Ahora, carnívoros y herbívoros... Así de fácil.
Pero la diferencia de cuando estoy con un carnívoro a un herbívoro, es que los últimos tienen un no sé que en su mirada, que me hacen sentir verdaderamente bien. Los ojos de los depredadores son verdaderamente fríos y crueles para mí. ¿En serio tengo esa mirada que dice “tú podrías ser mi próxima cena”?
Los ojos oscuros de Haru, pero tan cálidos a la vez. La primera amiga sincera que he tenido, y a quien más valoro. Su mirada, siempre que estoy con ella y me mira, me dice:
Hey, no te preocupes. Estoy acá, estás a salvo.
Aunque en realidad yo debería cuidarla a ella, es como si Haru me brindara protección. Yo no debería tener miedo por nada, ni por nadie.
Y Louis... Sus ojos eran serios, pero transmitían tranquilidad. Y, podía ver a través de ellos como se sentía. Toda la presión que pasaba solo por poder ser un beastars. Me miraba, y me decía:
No deberías tomarte tan en serio a alguien como yo. ¡Compórtate como un carnívoro! Ambos estamos igual de jodidos.
Los ojos de los pocos carnívoros con quien verdaderamente formé una amistad... Sus ojos, igual me transmiten sentimientos, pero no los mismos al estar junto a presas.
Los ojos de Misha, nunca pude decir que es lo que siente. E
lla podría estar dolida, pero su mirada no me dice nada. Sus ojos... O bueno, su ojo, solo me dice una simple frase. “Me duele”. Y es todo. ¿Qué le duele? ¿El que haya perdido un ojo? ¿El no poder ser tan buena como ella quisiera? Ella igual pasa presión solo por ser una carnívora. ¿Acaso todos los carnívoros estamos destinados a ser odiados solo por comer carne? Porque no comemos carne, y el miedo en las presas es “¡No ha comido carne! Quizás pueda comerme cuando tenga hambre” y se asustan. Pero, si comemos eso, es “Dios mío, que asco de animal, va al mercado negro, ¡aléjense de allá!”
