🦊 | C h a p t e r O n e

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Se contaba que hace millones de años, hace muchísimo tiempo atrás, los animales no vivían más que a partir de sus instintos salvajes. Las presas corrían por sus vidas y los depredadores las cazaban. Todos conocían esa historia, y algunos temían por ella.
Actualmente las cosas eran diferentes. Bien se sabía que los carnívoros necesitaban de carne para poder vivir, pero se logró equilibrar una buena dieta a base de otros alimentos comestibles y sanos para ellos... aunque era doloroso. Aguantar esas ganas de probar algo como lo es la carne.
Ese no era el caso de ella. Nunca quiso hacerlo, y nunca le dieron ganas.

Al menos no en esos entonces.

No se consideraba de ese tipo de mujeres que fuese capaz de insultar a quienes la molestaban, atacaban, o siquiera la tocaban. Ella, por el contrario, era muy tímida y callada, tanto así que para muchos alumnos ella no existía. Aunque tampoco habría motivos para molestarla. Era amable, generosa, una buena muchacha; con pocos amigos, sí, pero ningún enemigo. De hecho, había sorprendido a más de uno cuando se descubrió por parte de fuentes anónimas (cartas que ella misma escribió) que había sido una puta por un largo tiempo. Cartas que al final fueron admitidas por ella, que siempre quiso ayudar a Haru.
Nunca se dio a destacar en nada, en absolutamente nada, hasta las semanas pasadas. Y de todas maneras incluso al iniciar su primer año nunca nadie le había prestado atención. Todos la pasaban por alto cuando caminaban y nadie se atrevía a hablarle desde que entró a la preparatoria. Incluso aunque estudiaran en el mismo salón, ni siquiera Legoshi se llevaba con ella en sus inicios. Fueron distantes hasta que empezó el incidente de Tem, cuando Legoshi se enamoró de Haru y empezó una tierna historia de amor entre dos animales completamente diferentes, que tendrían que superar obstáculos. ¡Qué enternecedora historia romántica y despiadada! Ella solo fue el personaje recurrente en la primera entrega de esa saga imaginaria, y ahora, sería coprotagonista en una historia algo apartada de la primera. Ella quería ser alguien por fin.

Iba ya en segundo año junto con Legoshi, y, bueno, inicialmente no era su plan entrar en la academia Cherryton. Pero algo peculiar sucedió.
Eventualmente, conoció a Haru, y de una manera bastante curiosa. Al día de hoy ese recuerdo permanecía en sus memorias, y aunque le avergonzara, se sentía feliz de haber conocido a la coneja que ahora es su amiga.

Porque para esos entonces, ella apenas iba a buscar en qué preparatoria iba a inscribirse, y una de sus opciones era el instituto Cherryton. Hablando con el director le encargaron ir al club de jardinería para que la coordinadora del mismo le guiara y le enseñara la escuela.
Y, subiendo a la azotea en busca de la encargada del club, con miedo se acercó hasta la bodega, oyendo peculiares golpes del otro lado de la pared. Quizá los miembros del club estaban acomodando las cosas, y buscando plantas. Algo acerca del taller. Así que tocó dos veces antes de entrar, solo para toparse con un peculiar y apuesto ciervo rojo teniendo sexo salvaje con aquella coneja de blanco pelaje.

... Eh!

La zorra parpadeó un par de veces, incómoda por la situación y con una poker face en su rostro; ambos herbívoros la miraron, aunque el macho con más sorpresa, tapando de inmediato el cuerpo de ambos y mientras se levantaba con una sabana tapando abajo de su cadera.

──¡S-sal de acá! ¡Ahora! ──Ordenó el macho, provocando que la menor reaccionase, dando media vuelta y corriendo.

──¡En u-un momento te atiendo! ──Exclamó la herbívora, mientras empezaba a vestirse ──¡E-espera!

La de pelaje rojizo salió de la bodega, y después del club. Se escondió detrás de la puerta del lugar, tapándose el rostro con las manos, y con un sonrojo que a duras penas se notaba en su pelaje. Tragó saliva, y sintió cómo a los segundos la puerta era abierta, saliendo de ella la peculiar coneja ahora ya vestida, cuyo sonrojo sí era notorio gracias a su blanco pelaje.
Ella aclaró su garganta, antes de jugar con sus manos.

Z o r r a • | Pina X Lectora | Beastars!Where stories live. Discover now