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El chisme sobre los rasgos inadecuados para ser considerados príncipes se esparció rápido pero nadie decía nada abiertamente para no ganarse el odio de la nueva familia imperial. Después de todo para el matrimonio los rasgos de sus hijos no tenían mayor inferencia y principalmente ya se sabía que los dos proclamaron al niño albino que siempre estaba con ellos como príncipe heredero, la triada los respaldaba y la corte ya lo conocía de antemano. Sin embargo un chisme es un chisme y corrió raudo y con fuerza en todos los círculos sociales.

El nacimiento de los gemelos solo sirvió para hacer un poco de ruido antes del matrimonio imperial. Como ya habían nacido las campanadas de bodas sonaba tras los Grandes duques y su ascenso como las figuras más nobles y de mayor rango dentro del imperio Occidental. 

—Quiero que determinen y reconozcan a los gemelos como los sucesores de cada uno de los Grandes ducados— Sasuke sonó como de costumbre tajante. Como abuelo quería que ambos crecieran en el mejor ambiente posible.

Sarada dejó salir un suspiro cansado, los niños crecían muy rápido pero la preocupación de su padre era real. —Siquiera podríamos esperar a que crezcan. 

Mitsuki tenía a uno de los gemelos frotándole la espalda, ser padre era sumamente raro aunque todas las mujeres mayores le decían que lo hacía bien, junto sus ojos, él siquiera sabía lo que hacía. —No hay apuro, si hacen algún movimiento extraño los aplastaremos sin compasión. 

—Es sabio alejarlos cuanto antes de una lucha por el trono. La posición de Tensei no es solida y luego vienen dos varones que por lo demás van a ser bastante talentosos en el futuro. 

—Papá... — por qué hablar de algo tan desagradable por la mañana

Sakura sonrió tranquila —solo es un abuelo orgulloso que quiere llevarse a uno de sus nietos para enseñarle a tomar el puesto del Gran ducado. Hija tú no tendrás tiempo para entrenar tres herederos de tan importantes títulos, uno para el trono imperial y los otros dos para los archiducados. 

—Yo estoy pintado— Mitsuki agregó en la discusión. 

—Si— cruelmente lo señaló. Sasuke quería lo que querían todos, que Sarada se relajará. 

—No es así hijo, pasa que Sarada indudablemente meterá sus manos en la educación de tu sucesor de igual forma— Sakura dijo tranquilamente mientras fulminaba a Sasuke por su comportamiento desagradable. 

—Eso no pasará— Mitsuki miró fríamente a Sarada —en tal caso, de todas formas decidir ahora es una idiotez muy grande. Ya esta decidido, Solo uno de los gemelos viene con la carga completa de los Uchiha, el menor de los gemelos—. Los abuelos se encimaron con Sarada quién era quien llevaba en sus brazos al menor por cinco minutos. —Ojos y cabello negro, piel pálida— el pequeño infante bostezo acurrucándose en los brazos de su madre. Mientras que el alzó al que tenía en sus manos, era terco y se erguía con un cuello y columna firme —en tal caso... — el niño abrió los ojos con somnolencia. Sus ojos grandes de bebé imitaban a la perfección la mirada de serpiente de su padre. 

Sasuke bufó y negó con la cabeza. No lo había notado, el matrimonio más joven no se desprendía de la custodia y los cuidados de los recién nacidos. Eran como canguros. Sakura junto sus manos algo más aliviada, no habría pelea por los herederos ya que esto parecía estar dispuesto desde el nacimiento. —Iré a por Tensei, seguro que ya termino sus clases de etiqueta con la princesa.

—Si, mamá te lo encargo. Yo estoy por ir a ver los preparativos... 

—Ese es mi trabajo— Mitsuki se puso de pie. Los preparativos para la boda de la tarde. —Tienes que volver al palacio interior para prepararte para el vestido, o el maquillaje—. Sarada arrugó su expresión, odiaba que la excluyera de algo así de importante. Era su boda, ella también estaba casándose. —¿Qué? ¿Cuido de los niños?— estiró su mano libre para coger al menor. Podía cargar con ambos. 

Duquesa solitaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora