El destino de las estrellas

15

—¿Ese es el novio de James? —preguntó una de las chicas, cuya expresión parecía entre sorprendida y consternada—. ¿No es demasiado normal? —ella parecía casi ofendida mientras lo miraba.

—No lo sé —su amiga soltó un suspiro—. Normalmente diría que es guapo, pero no como para James ¿Sabes? Él se ve como el tipo de chico con modelos.

—A lo mejor es por el cuerpo —opinó otra—. La ropa cubre mucho, pero es grande, tiene buena figura y buen trasero.

—Eso podría ser, los musculitos no son mi tipo, pero James es deportista —comentó la primera, expresando su hipótesis con total seriedad—. Sí, debe ser el cuerpo.

—Tal vez es bueno en otras cosas, si sabes de lo que estoy hablando —aquel comentario desató una ola de risas entre el trío de chicas, obviamente preparatorianas.

—Me pregunto si serán conscientes de que podemos escucharlas —Skylar le dio una mordida enorme a su hamburguesa, rompiendo por completo con su glamurosa imagen. Por lo general ella era cuidadosa al comer, pero cuando estaban solos se transformaba en una verdadera bestia.

—No sé si siquiera les importa —comentó Donovan, levantando una ceja, para después soltar un suspiro. Skylar de dedicó una mirada que él interpretó como: siento lástima, pero tú te lo buscaste.

—Bien —dijo finalmente—. Cuéntame, que fue lo que pasó y por qué de repente me entero que tienes un novio oculto por ahí —ella volvió a morder su hamburguesa y Donovan suspiró por centésima vez en el día.

—Fue mi culpa —comenzó—. Estaba hablando con Bubbles y me molesté por un comentario que hizo —Donovan se encogió de hombros—. Es algo simple y estúpido, quería hacerla enojar, así que le dije que estaba en una cita con James para que nos dejara en paz, no sabía que se podría cómo loca contándole a todo el mundo sobre este supuesto noviazgo —le explicó, sintiéndose malhumorado. Sin duda aquella no estaba en su lista de "mejores citas de la vida".

—Vaya, si que tuviste una noche ajetreada —ella se río un poco—. Pobre Bubbles, sabes que está enamorada de ti —Skylar negó, fingiendo una mueca de lástima—. Ahora debe estar llorando en el baño de su casa.

—Tal vez, pero lo más probable es que esté inventando alguna venganza en su cabeza, la verdad me siento un poco mal, fui desconsiderado con sus sentimientos —Donovan se recargó de la mesa, dándole un sorbo a su refresco. A pesar de sus palabras, no se sentía culpable, porque si eran justos, ella había estado molestando a James la tarde entera.

—Has sido tú él que se ha inventado un novio de la noche a la mañana, claro que tienes que sentirte mal —Sky tenía una sonrisa enorme en los labios, la noticia le había mejorado el ánimo de manera notable. Aunque ella no lo admitiera, Bubbles no era su persona favorita en el mundo. Las dos se odiaron a primera vista, principalmente por cuestiones de personalidades que chocan—. De todas formas, por quien me siento mal es James, debió ser incómodo para él.

—Seguro que lo fue, desde el principio hasta el final, es que me dejé llevar demasiado —comentó haciendo una mueca.

—Creo que deberías disculparte con él, no se mucho sobre el asunto, pero creo que te agrada, así que es mejor que no haya malos entendidos entre ustedes —aseguró, dándole un pequeño golpe a la mesa para enfatizar su punto.

Donovan la miró un momento, él no estaba ahí para pedir consejos, pero tenía que admitir que ella tenía razón. Desde que se despidió de James al finalizar la noche tenía el pendiente de arreglar aquel malentendido, pero no tenía idea de cómo abordar el tema, así que se separaron en medio de un incómodo silencio. Donovan pensó que tal vez la próxima vez que se vieran, con un poco de tiempo de por medio, las cosas serían más fáciles, pero después de escuchar los rumores ese lunes por la mañana se dio cuenta que la había cagado a lo grande.