Se dice que le gustas ➳ Markhyuck

Cinco.

Donghyuck le había contado de sus especulaciones a sus amigos y, contrario a lo que él había esperado, estos no hicieron más que dar con excusas del por qué Dongsoon no le había contado nada, empezando con el hecho de que quizás no sabía sobre el crush de Mark en él, y terminando con que, incluso si era su hermana, Mark era su mejor amigo y estaba bien si ella guardaba sus secretos. 

—¡Pero es mi hermana!

—¿Y eso qué? La lealtad a tus amigos también importa, o ¿por qué crees que ni tu ni yo vamos por ahí diciendo a quien le gusta Renjun?

Se tuvo que morder la lengua, admitiendo la derrota porque ese era un muy buen punto. A Donghyuck le gustaría muchísimo poder acelerar todo el proceso para que Jeno y Renjun fuesen novios, pero si Renjun no estaba dispuesto a declararse aún, él no podía hacer nada. Quizá con Dongsoon era igual.

—Es que igual y no sé porqué te afecta que no te haya dicho antes, tú mismo dices que nunca te ha gustado Mark —dijo Yangyang mientras caminaban hacia la parada de buses, con la boca llena de dulces que habían comprado durante el receso—. ¿Qué diferencia habría?

—¿Cómo así? —preguntó Hendery, que se había ganado el perdón de Yangyang y volvía a su grupo por quien sabe cuanta vez. 

—Es que como a Hyuck nunca le ha gustado Mark, entonces no habría ninguna razón para querer haberlo sabido antes... Solo habrías terminado mortificándote como ahora, no es como si hubieses desarrollado sentimientos repentinos. 

—Lo sé, lo sé —Donghyuck suspiró, y le robó la bolsa de gomitas a Yangyang para meterse una a la boca—. Es solo que no sé, vive enfrente de mi casa y nos vemos todos los días... Incluso soy el niñero de su hermano menor, siento que de haberlo sabido quizás-

—Lo habrías tratado diferente —interrumpió Yangyang, y Donghyuck sabía que tenía razón—. No lo culpo por no querer decirte nada sabiendo que las cosas cambiarían, al menos seguían siendo amigos.

—Eso suena tan depresivo —dijo Hendery, mirando a la nada y negando con la cabeza. 

—Igual y todo se fue a la mierda ahora, digo... No sé cómo lo voy a ver a la cara.

—Pues viéndolo —razonó Hendery, rodando los ojos. Yangyang le dio un codazo. 

—Debería ser al contrario, porque al menos tu no sientes nada por él y tu vídeo fue sacado de contexto, pero en el de él... Bueno, él dice tu nombre y apellido y hasta menciona los lunares que tienes en la cara, así que, si alguien va a estar apenado debería ser Mark. 

—Buen punto. 

Donghyuck respiró profundo y se detuvo bajo el dosel de la parada de autobuses, justo al borde de la acera para mirar a la calle. Era raro que Yangyang fuese tan compresivo con él, porque conociéndolo lo normal sería que lo torturara burlándose hasta el cansancio, pero Donghyuck tampoco iba a mencionarlo para arruinar el momento. Renjun no estaba con ellos, y usualmente era él la voz de la razón, así que si ahora Yangyang iba a tomar su lugar, él simplemente iba a dejarlo ser. 

No pasó mucho tiempo para que su autobús apareciera en la esquina de la calle, y Donghyuck que tenía intenciones de despedirse de sus amigos, al girarse y ver a Yangyang muy pegado a la boca de Hendery, decidió que era mejor si no y que de todas formas estos no lo notarían, así que cuando el autobús se detuvo frente a la parada, se subió sin más y rezó para no encontrarse con Mark en el camino. 

No estaba listo para verlo, de verdad que no. De solo pensarlo le temblaban las rodillas y se sentía sumamente nervioso. No quería oír que el vídeo era reciente y que en realidad Mark sentía cosas por él, porque no sabría qué decir o cómo rechazarlo sutilmente, y mucho menos quería tener que explicar que cuando le había dicho a Aeri que le gustaba su vecino no se refería a él si no a uno de los mejores amigos de su hermano; Jihoon. 

A lo mejor y Mark terminaba burlándose de él si se lo contaba. Jihoon era inalcanzable, y alguien como él nunca tendría una posibilidad. Ni siquiera convenciendolo de que era muy maduro para su edad, y que era mas lindo que el promedio. 

Donghyuck se encontró con un terrible dolor de cabeza cuando el autobús lo dejó a dos calles de su casa, y pensó que todo lo que necesitaba era acostarse en su cama y no saber nada del mundo exterior hasta el día siguiente. Pero claro, sus deseos fueron ignorados y como su suerte era tan poca, al poner un pie en su calle supo que lo que quería no podría hacerse realidad. 

 Para empezar estaba Mark. La persona que tanto quería evitar y de la que tanto quería esconderse, de pie en la acera frente a su casa discutiendo con su padrastro. 

No llevaba mucho análisis darse cuenta de que la relación de Mark con el Señor Chanyeol era mala, casi rayando en lo terrible, aunque Donghyuck no sabía exactamente por qué.  El humor de Mark solía cambiar drásticamente de solo escuchar el nombre de su padrastro y las cosas solían ponerse tensas al estar ambos en la misma habitación, pero nunca se les había visto pelear, no así al menos. 

Mark estaba rojo como un tomate, gritando groserías, y otras cosas que Donghyuck no lograba entender, a la cara del hombre, alzando los brazos y zapateando como un niño. Aunque parecía gracioso verlo así, se notaba que era algo serio y que su enojo era mucho. El señor Chanyeol  no decía nada, pero se le notaba el rostro que usaba todas sus fuerzas para controlarse y no hacer una locura (como voltearle la cara a Mark con una bofetada. Donghyuck estaba seguro de que si alguna vez le hubiese gritado a su madre así, ella no hubiese tardado en hacerlo callar de un golpe). 

Fácilmente Donghyuck podría pretender no haber visto nada, y meterse a su casa por la parte de atrás para no ser visto. Cualquier persona habría tomado esa decisión y nadie lo culparía, pero Donghyuck no era cualquier persona y cuando vio que la mano de Mark se alzaba, como si estuviera a punto de pegarle al hombre, su cuerpo se movió por si solo y terminó en medio de la pelea. 

Era ridículo, lo sabía, pero sabía que la decisión correcta era detenerlo. 

—Mark —llamó su nombre y como por arte de magia, el muchacho dejo de mirar a su padrastro para mirarlo a él—. Ya estoy aqui, ibas a mostrarme algo... Algo en el parque ¿recuerdas?

La vista del pelinegro parecia desenfocada y le tomó un minuto entero dejar de parecer perdido en el espacio y el tiempo para concentrarse en él. Había mucha rabia en sus ojos todavia, algo tan poco usual en Mark, e incluso cuando quería esconderse, Donghyuck plantó los pies en la tierra y se quedó ahí. 

—Vamonos... —pidió, con la garganta seca y ojos suplicantes, y tuvo que haber funcionado, porque Mark suspiró y le tomó la mano, empezando a caminar lejos de ahí, llevándolo consigo a otro lado. 

N/A:

Donghyuck as el morro que dice: Hey, hey mírame, tu no eres así. Mírame! xD

En fin, un besito para todxs. 

Nos leemos.