Se dice que le gustas ➳ Markhyuck

Dieciseis.

A Donghyuck le dolía la cabeza.

En verdad le dolía muchísimo, y le gustaba pensar que se trataba de su propio organismo jugando en su contra, siendo malcriado y rencoroso, porque no había manera de que una voz tan bonita como la de Lily pudiera causarle malestar a cualquiera. Excepto que ahí estaba él, sintiendo una puntada a un lado de la cara cada que la muchacha entonaba una nota alta en la canción de "I Feel Pretty".

Bueno, siendo sinceros su malestar no había empezado con Lily (en todo caso había empeorado, pero ese no era el punto), su dolor de cabeza había empezado al inicio de los ensayos cuando el grupo que interpretaba a los Jets se había reunido para practicar "Cool", y él había tenido que ver a Seokmin junto a Yohan cantar bajo las direcciones del profesor Kibum.

Y cuando decía ver, era en serio. El profesor de Teatro había hecho énfasis especial en que él y Jake (el suplente para Riff), tenían que observar cómo lo hacían los otros dos, y mantener en mente las correcciones y consejos que les daba. Había sido horrible, a Donghyuck le había temblado el ojo desde que Seokmin había abierto la boca.

¿Estaba siendo infantil? Si, lo sabía. ¿Su mala cara era un reflejo de su actitud berrinchuda por no obtener el papel? Si, también lo sabía. ¿Merecía Seokmin que lo mirara feo cada vez que pasaba remotamente cerca de su persona? No, no se lo merecía, pero Donghyuck juraba que la mirada de fastidio le salía sola. Él quería ser alguien decente, que podía alegrarse por sus compañeros aún a pesar de su propia derrota. Pero su cerebro y su cara no le colaboraban.

Por lo menos el ensayo estaba transcurriendo con rapidez, y como Seokmin y Yohan eran tan buenos siendo Tony y Riff (nótese la amargura detrás de las palabras), habían podido avanzar al número siguiente, que era el de María en su trabajo, cantando sobre su amor y la ilusión que la embargaba. A Donghyuck le encantaba el rol de María, aunque bien sabía que no muchas personas estarían de acuerdo con su fascinación, pero ahora mismo solo tenía ganas de levantarse y meter una calceta por la boca de Lily con tal de hacerla callar.

—Si vas a hacerlo de mala gana, mejor que no ayudes —Renjun lo regañó, mirando con el ceño fruncido la sección que Donghyuck acababa de pintar.

Tal y como había dicho, Renjun se había unido al grupo de utilería y si bien Donghyuck no tenía por qué ayudarlos precisamente, le gustaba hacerlo, y lo hacía sentirse más útil que en su rol de observador, digo, suplente. Pero su amigo tenía razón, no estaba concentrado en lo que pintaba y la sección de Renjun se veía más prolija y bonita que la suya.

—Perdón —murmuró, dejando la brocha sobre el tarro de pintura.

—No importa, o sea... Yo lo arreglo luego —Renjun también dejó la brocha a un lado y soltó un suspiro, mirando a Seokmin (que estaba sentado entre las tribunas leyendo sus líneas) y luego a Donghyuck—. ¿Por qué no le preguntas al señor Kibum si te puedes retirar? No es como que estés haciendo mucho de todas formas.

Soltó un jadeó exagerado y abrió la boca, mirando a su amigo con clara ofensa, solo para recibir a cambio una mirada acentuada por parte del chino.

—Sabes a lo que me refiero, Hyuck.

—Mhm...

Donghyuck se lo pensó, haciendo un gesto con los labios y paseando su mirada por el auditorio. Era cierto que no estaba haciendo nada y Jake se había ido apenas habían terminado con los ensayos de los Jets, así que no deberían de decirle algo si él se fuera.

— ¿Estarás bien si te dejo solo?

Renjun asintió—. Si, además planeo quedarme hasta las seis.

Una risita se le escapó, y tuvo que morderse el labio inferior para evitar soltar algún comentario bromista al respecto. Aunque su amigo se viera muy natural y relajado, Donghyuck sabía que estaba lleno de nervios por dentro y que seguramente estaba sudando con cada minuto que pasaba. Ya les había dicho durante el almuerzo que se quedaría hasta tarde, porque las prácticas del equipo de soccer terminaban tarde, y Jeno estaba en el equipo de soccer.