—Hyuck... ¿Estás bien? —Asustado de verlo como estaba: pálido y perdido en sus pensamientos, Mark le apretó la mano que le sostenía y con la otra le tocó la cara—. Donghyuck, ¿me estas escuchando?Si, lo había escuchado. Cada palabra. El como el señor Kibum seguro tendría una explicación para él, que se lo perdían al no dejarlo como protagonista, que ya vendrían más obras en las cuales participar. Donghyuck lo había oído todo, pero no eran esas las palabras que necesitaba en ese momento. No quería un consuelo, solo quería hacer su berrinche en paz.
Aturdido, manoteó la mano de Mark lejos de su cara y dio un paso atrás para poner algo de distancia entre los dos. Mark pareció sobresaltado, pero no dijo nada e incluso intentó soltarlo por completo, pero Donghyuck no lo dejó hacerlo.
—No me sueltes —pidió, apretando la mano ajena y volviendo a dar un paso más cerca del pelinegro.
No quería que lo soltara, porque en ese momento sentía a Mark como un tipo de ancla, que lo mantenía pegado a la tierra mientras su cabeza no dejaba de hiperventilar y preguntarse en qué momento lo había hecho mal. Temía que si Mark lo dejaba ir, el resto de su cuerpo se iría volando hacia las nubes justo como lo habían hecho sus pensamientos.
—¿Necesitas algo?
Necesitaba calmarse, eso lo sabía, y también necesitaba respuestas y algo de apoyo moral. Y más importante, necesitaba a sus amigos.
Asintió lentamente y con una mano temblorosa sacó su celular del bolsillo de su chaqueta, para luego entregárselo a Mark.
—¿Puedes llamar a Renjun por mi?
—Ah, si, si...
Mark recibió el aparato y sin perder el tiempo marcó un par de cosas en la pantalla antes de ponerselo en la oreja. Donghyuck lo observó durante un instante y cuando sus ojos encontraron la mirada preocupada que Mark le estaba dando, giró la cabeza hacia la cartelera, releyendo todo una vez más (sus ojos parecían encontrar su nombre ahora con más facilidad) y cuando sintió que el peso en su corazón volvía a aparecer, se sentó en el piso para no tener que ver el anuncio otra vez.
(Podía haberse ido, obviamente, pero no sentia fuerzas suficientes para caminar).
Por la fuerza del movimiento tan repentino, Mark fue jalado junto con él y en otro momento se habría reído de como había tropezado y caído de rodillas o de la cara que había puesto, pero tampoco tenía fuerzas para eso. Y Mark no le dijo nada, ni siquiera reclamó mientras se acomodaba a su lado aún con el teléfono en la oreja.
—...Estamos en el pasillo que da al auditorio —lo escuchó decirle a Renjun—. Si, si tranquilo. No nos vamos a mover.
Observó el perfil ajeno mientras lo escuchaba hablar, sus ojos vagando por la extensión de sus mejillas, lo largo de sus pestañas y la espesura de sus cejas. Notó que tenía una barba incipiente y pensó que Mark se vería muy raro con bigote. Casi se ríe al imaginarlo, y estuvo a punto de hacerlo de hecho de no ser porque Mark había tomado ese justo instante para voltearlo a ver y devolverle el teléfono.
—Dijo que ya viene, está a dos calles de la escuela.
—Gracias —Donghyuck tomó el celular y se lo guardó a la chaqueta y solo entonces pareció recordar que seguía con la mano pegada a la de Mark.
Tenía la palma sudada, lo sabía, lo sentía y estaba seguro de que Mark también podía hacerlo. Pensar en eso lo hizo querer que la tierra se lo tragase y no pudo evitar sonrojarse de la pena (sumado a que acababa de darse cuenta que había pasado más de diez minutos agarrado de manos con Mark en medio del pasillo, vaya forma de no querer que pensaran mal de los dos).
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Se dice que le gustas ➳ Markhyuck
FanfictionDebido a una confusión toda la escuela empieza a creer que a Donghyuck le gusta Mark. La verdad es que no es así. Donghyuck preferiría tirarse de un puente antes que salir con Mark (bueno, tampoco así, pero ustedes entienden). Pero... ¿Y si a Mar...