Despertar con Mark pegado a su espalda, abrazándolo como si se le fuera la vida en ello aún cuando estaba dormido, trajo a Donghyuck una ola de sentimientos que estaba seguro nadie lo había preparado nunca para experimentar. ¿Era esto lo que sentían las personas casadas cada mañana? O bueno, al menos las parejas que se querían. Era increíble pensar que se le pudiera acelerar el corazón tan temprano en la mañana.
Donghyuck despertó por culpa de la alarma, y supo que Mark se había despertado también cuando lo sintió apretar el agarre que tenía en su cintura por debajo de la camisa del pijama cuando se movió para apagar el despertador. Sin embargo, aún despierto (aunque muy a medias) no se movió para levantarse, en cambio solo se giró para quedar frente a Mark, hundiendo la nariz en su pecho y acurrucándose contra la calidez de su cuerpo. Cinco minutos más, se dijo a sí mismo, se quedaría así cinco minutos y luego empezaría el día.
Taeyong en cambio tenía otro plan.
Escuchó los golpes de su hermano en la puerta, tan fuertes como para despertar a todo el vecindario al tiempo que gritaba su nombre, apurándolo a levantarse para desayunar. Donghyuck casi estuvo a punto de ignorarlo, hasta que escuchó a Taeyong repetir lo mismo en la puerta de Dongsoon, y entonces recordó que habían cosas que debía hacer, y luego estaba Mark.
—¡Mierda! —murmuró para si mismo, empujando a Mark y levantándose de la cama con prisas para tomar su celular y llamar a Dongsoon—. Contesta, perra...
—Te escuché, tonto —le dijo su hermana que en ese momento abría la puerta de su habitación y la cerraba con cuidado para no hacer ruido.
Aún llevaba la ropa del día anterior, esa con la que se había ido a casa de su novio, y sobre los hombros la mochila viajera en color purpura que le hacía de cómplice en esas situaciones. Donghyuck tenía una igual, en verde neón, pero nunca la había usado para otra cosa que no fuese llevar los vestuarios de su clase de teatro. Al verla, Donghyuck respiró un poquito más tranquilo, pero aún tenían mucho de lo que encargarse antes de bajar.
—¿Por donde entraste?
—La ventana del baño en el pasillo. Tuve que escalar las tuberías —habló la muchacha, avanzando por su habitación hasta la mesa del escritorio para buscar la llave de su habitación—. Taeyong llegó antes que yo el muy maldito.
—Si, pero al menos no fue mamá —Donghyuck se pasó una mano por la cara—. ¿Qué hacemos con Mark?
Los dos se giraron al mismo tiempo para mirar al nombrado. Mark estaba ahora sentado en medio de la cama, con las piernas cruzadas, el pelo revuelto y una expresión que hacia difícil ver si en realidad estaba despierto o si se había vuelto a dormir en esa posición.
—No puedes hacer que se vaya, diremos que tuvimos una pijamada. Así ayuda en mi coartada.
—Mmm —Donghyuck asintió con un bostezo y después empujó a su hermana hacia la puerta—. Te veo abajo. Y métete a bañar que hueles a soju y tabaco.
Lo ultimo que vio fue a su hermana sacarle la lengua antes de que cerrara la puerta. Ella tenía razón, no había manera fácil de sacar a Mark de su casa sin que nadie se diera cuenta (aún recordaba que el uniforme escolar de este lo habían metido a lavar la tarde anterior y estaba en su cuarto de lavado, todavía metido en la secadora seguramente) y era bastante creíble decir que Dongsoon lo había invitado a pasar la noche. No sería la primera vez aunque si una después de mucho tiempo.
—¿Qué fue todo eso? —preguntó Mark con voz soñolienta, estirando los brazos hacia arriba para desperezarse—. Pensé que estabas solo.
—Lo estaba, pero mamá no debe saberlo, así que mis hermanos siempre llegan antes de que ella vuelva.
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Se dice que le gustas ➳ Markhyuck
Fiksi PenggemarDebido a una confusión toda la escuela empieza a creer que a Donghyuck le gusta Mark. La verdad es que no es así. Donghyuck preferiría tirarse de un puente antes que salir con Mark (bueno, tampoco así, pero ustedes entienden). Pero... ¿Y si a Mar...