𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 ఌ𝑩𝑵𝑯𝑨 𝒙 𝒎𝒂𝒍𝒆𝒓𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓ఌ |Hiatus|

𝘏𝘪𝘮𝘪𝘬𝘰 𝘛𝘰𝘨𝘢 ఌ𝘔𝘢𝘭𝘦 𝘷𝘦𝘳𝘴𝘪𝘰𝘯ఌ

Pedido hecho por: Hitomi_senpai

Izumi Masao.
Edad: 17 años.

Síndrome de Estocolmo: es un término utilizado para describir una experiencia psicológica paradójica en la cual se desarrolla un vínculo afectivo entre los rehenes y sus captores.

Izumi Masao, era la presa de Toga pues se habían visto en un par de ocasiones cuando el azabache salía de la escuela. Solían toparse de "formas casuales" pero enrealidad el rubio lo planeaba todo para saber su rutina.

Masao no miraba nada de malo en él, le parecía lindo y le gustaba toparse con el pero no sabía lo que pasaría esa noche.

El rubio estaba detrás de ese lindo azabache, pues desde que lo vio lo quería solo para él y nadie más, tenía la fantasía de tenerlo como un pequeño cachorro.

Lo había estado siguiendo desde que lo vio, así que era la oportunidad de llevarselo no tenía a nadie a su alrededor y caminaba solo por la noche.- Shh no grites, no te haré daño.- El azabache solo trago saliva y no hizo ningún movimiento, había reconocido esa voz.

~Mi pequeño, Izumi Masao.- El de orbes azules no sabía que hacer, no era como si tuviera un kosei que le podría ayudar en esa situación.- ¿Cómo es que sabes mi nombre?.-

~Te he estado observando, ahora serás solo mío.- Su vista se nublo, se sentía cansado y pesado, le había dado sueño.- Es hora de que duermas.

Había despertado en una habitación con un collar y una correa atada al respaldo de la cama, aún se encontraba con el uniforme de su escuela, solo recordaba que iba de regreso a su hogar y después todo se nublo.

~Por fin despiertas, creí que tendría que echarte agua o algo parecido.- Miro a la puerta y se encontraba un rubio con uniforme se miraba de su edad, lo recordaba pero no sabía su nombre.- ¿Quien eres y por qué me tienes aquí?.

~Mi pequeño cachorro, eso serás para mí y te tengo aqui porque le gustaste, soy Toga, Himiko Toga.- Se presentó con entusiasmo, Masao no sabía que era el comienzo de una pesadilla para luego sufrir el síndrome de Estocolmo.

[...]

Había pasado un mes y nadie sabía nada de Masao, este estaba cautivó en la guarida de unos villanos.

Pero hace poco había estado sintiendo algo por su secuestrador, quien era un rubio, ojos ámbar y sonrisa con un par de colmillos, le parecía perfecto a sus ojos. Himiko le decía cachorro a su querido Masao, pues este solía portar un collar y una correa con su nombre.

~Himiko-sama, ¿Puedo salir?.- Hablo cuando vio al rubio entrar a la habitación, Toga se acercó a él y lo tomo de su barbilla.- ¿Mi cachorro quiere salir?.- El azabache asintio, el de ojos ámbar solo lo tomo de su correa de forma delicada.

~Por fin lo sacas.- Hablo un azabache con grapas en su cuerpo, más conocido como Dabi, al lado de él se encontraba un enmascarado, Twice y un peliceleste estaba en la barra, Shigaraki Tomura, su jefe.- Si si, es tan lindo por eso se merece salir, ¿Cierto?.- El azabache era un poco más alto que el rubio así que era raro aún para la liga verlos juntos.

~Fui muy bueno, me porte bien, ¿Cierto, Himiko-sama?.- El rubio sonrió y se sonrojo al verlo, se miraba tan indefenso el tenerlo así.- Eres tan lindo, Masao-kun.- Alguien se aclaró la garganta

~¿Por qué lo trajiste?, ¿Te das cuenta del problema que va a haber?.- Pregunto un enojado peliazul pero el azabache se acercó y empezó a darle mimos.- Lo siento, Shigaraki-san pero amo demasiado a Himiko-sama y no me iré.- Toga lo tomo de la cintura así apretando su agarre.

~Ya lo escuchaste, no se irá y yo no lo dejaré ir.- Alzo una ceja para saber si diría algo más.- Por lo menos deja que nos dé algo de diversión, solo lo tienes para ti y es lindo.- Hablo el azabache con quemaduras, se lo había arrebatado de las manos y ahora el lo tomaba de la cintura.

~Sueltalo, sino quieres que te mate.- Masao regreso a los brazos de Toga así restregandose en su pecho.- Solo seré de Himiko-sama, lo amo demasiado.- El de orbes ámbar lo tomo de su correa para llevarlo a la habitación, lo aventó a su cama y Masao se miraba tan indefenso.

~¿Te gusta que te toquen?, ¿Los quieres a ellos?.- Hablo con rabia mientras ponía una mano en su cuello eso solo hizo que el azabache jadeara y se sonrojara así soltando un par de lágrimas.- Solo quiero a Himiko-sama, solo quiero que me toque Himiko-sama.

El rubio se puso encima de él, poniendo a cada lado de él una rodilla, aún sostenía su cuello se acercó para morderlo y empezar a dejar marcar visibles. El azabache soltaba gemidos de satisfacción pues le gustaba cuando el de orbes ámbar solía portarse posesivos.

~Asi verán que ya tienes dueño, el que se atreva a tocarte acabará muerto.- Empezó a desvestirlo, no le importaba en lo absoluto al azabache desde hace mucho tiempo se había rendido y se terminó enamorando de Himiko.

~Mi único dueño es Himiko-sama, nadie más puede tocarme, nadie más puede besarme, no puedo estar con nadie más.- Empezó a decir con las mejillas sonrojadas, mientras el rubio recorría su cuerpo, lo mordía y dejaba chupetones en todo su cuerpo.- Eres un buen cachorro, Masao. Complace a Himiko-sama.- Lo tomo por el cabello para levantarlo y besarlo ferozmente.

~Complacere a Himiko-sama.- Sonrió al saber que podría complacer a su amo después de mucho tiempo.

Masao no pensaba más en su familia, ni siquiera en sus amigos, ahora miraba a la liga como si fuera su familia pero Himiko era su dueño, lo había marcado sin fin de veces cuando intentaba escapar pero dejo de hacerlo cuando supo que no tenía de otra, así desarrollando el síndrome de Estocolmo. Ya no le molestaba que lo tratara como su perro, ya no le molestaba cada que se volvía posesivo o agresivo, lo amaba y amaba cuando era así por eso dejo de huir.

Nadie se había preocupado por él así, nadie lo había amado de una forma tan enferma como lo hacía Himiko, eran dos malditos locos que estaban destinados a estar juntos.