❤️Siempre serás mí primer amor ❤️

Capítulo 1

Está es la noche…
Está es la noche, en la que voy a perder la virginidad con mi novio Jonathan, John y yo llevamos 2 años largos de noviazgo… un reto pues, para mi edad, ya que tengo 17 y el 18 años… y como dirían, deberíamos saltar de flor en flor… pero no.
Lo que me ronda por la cabeza es la pregunta: ¿estoy lista para perder mi virginidad? La respuesta es…
Salgo de mis pensamientos cuando mi confidente y amiga Ashley me pregunta:
— ¿En qué piensas Lei?
Yo la miró y le respondo:
— En lo que pasará está noche con John.
— Aiss Myleila ¿todavía piensas en eso?
— Y en ¿Qué quieres que piense?— le contesto.
— Pues en nada. Solo disfruta de la fiesta y listo, igualmente recuerda que tú ya estabas decidida a acostarte con él, y ¿Ahora por qué viene ese cambio? Solo estás nerviosa y no deberías estarlo… solo afloja la pelvis y listo— me dijo riendo.
— Lo sé pero…
— Que pasa cariño— no termino la frase ya que John regresa a la mesa con unas cervezas.
— Que la fiesta de Miguel está súper ¿Verdad?— le digo obviando el tema que hablaba con Ashley.
— Si cariño— me responde con una sonrisa de lo más linda.
Agarro una cerveza y me la tomo volviendo a mis pensamientos...
¿Por qué no acostarme con Jonathan? Desde mi punto de vista y de todas las chicas él es un chico muy guapo y sexy. Tiene unos ojos verdes como lagunas hermosas donde quisieras nadar, un pelo castaño hermoso y un cuerpo que te hace vibrar, y no exactamente el cuerpo. Pero ¿Estoy lista?
Estoy en una fiesta de un compa llamado Miguel, vine con Ashley y su conquista de hoy Sebas, con Lulú y con Jonathan. La fiesta esta buenísima… cosa que me ayuda a templar mis nervios.
Salgo de los pensamientos cuando Ash me toca el brazo y me dice:
— Ven vamos a bailar.
Sonrió, asiento y me voy a la pista moviendo mis caderas al ritmo de la música.
Regreso sedienta a la mesa que estamos, tomo un poco de mi cerveza y me refrescó… en un momento dado, John se me acerca a mi oído y poniéndome la carne de gallina me dice:
— Me encantas como te mueves es excitante.
Y luego me entra la risa floja…
***
Pasaron horas y horas, donde la pasaba de maravilla en la fiesta, hasta que a las 3:15am nos montamos todos en el carro de Jonathan.
Dejamos a cada uno en su casa, primero a Lulú, una buena amiga, es una chica rubia con ojos claros… después dejamos a Ashley o como yo la llamo Ash en la casa de su ligue, ella despidiéndose de mí me dice:
— Que tengan buenas noches tortolitos.
Le lanzó un beso y le digo:
— Igual que tú.
***
Me quedo hechizada por las luces de la ciudad Caracas, Venezuela. Veo por la ventanilla del vehículo edificios, centros comerciales y más…
***
Me llamo Myleila Rojas, tengo 17 años y vivo en Caracas, Venezuela. Soy fruto de un matrimonio amoroso entre una venezolana llamada María y un español llamado Luis, quién tengo el orgullo de llamarlos padres. Curso el 5°to año o como dirán la etapa final, mi mejor amiga o BFF como se dice ahora es Ashley, una chica con una personalidad diferente a la mía… según ella, es como decir libre, pero según yo es como decir que es una loca, Ash es toda una come hombres, perdió su virginidad a los 15 con un idiota; pero ella dice que fue bueno, que le abrió los ojos y piensa ¿por qué disfrutar de un solo hombre si puedes con más?
Yo soy diferente, no soy tan fácil, yo creo en el amor, pero estoy 100% segura de que no estoy enamorada de John, solo que creo que es el hombre ideal para entregarle mi cuerpo por primera vez.
***
Llegamos a la casa de él más rápido de lo que pensé, vinimos a su casa ya que en la mía iban a estar mamá y papá, y aquí estaríamos solos.
Entramos en el bonito y acojedor hogar de John. Vamos hacia la cocina y le pido con una sonrisa:
— Me das un poco de agua porfis.
Veo que va y coge un vaso, lo llena de agua y me lo deja en la encimera de la isla. Lo agarro y le agradezco, me lo bebo de un golpe. “estoy nerviosa”. Él se da cuenta de que me pasa algo.
Se pone al lado mío con rapidez y me pregunta:
— ¿Estás bien?
“que lindo, se preocupa por mí”
— Si, estoy bien, solo tengo algo de sueño, tranquilo.
— Si quieres lo dejamos para otro día— me dice.
Dándole un piquito en los labios le digo:
— No, tranquilo estoy súper— sonrió— pero, si me disculpas voy al baño.
Mientras me volteo y me voy al baño, él me dice:
— Te espero en mi habitación, cariño.
Entró en el bonito baño, cierro la puerta tras de mí, me apoyo en el lavamanos y veo mi reflejo en el espejo. Soy morena, tengo los ojos cafés claros, el cabello castaño ondulado y mi cuerpo, gracias a la natación desde los 8 años, lo tengo hermoso o como me dice mi amiga, sexy y apetecible.
Me digo a mí misma mirando mi reflejo:
— Vamos no seas tan cobarde. Tú puedes, solo sal y déjate llevar. ¡RAYOS! Porque seré tan cobarde — suspiró— ¡yo sí puedo!
Salgo del baño como alma que lleva el diablo, subo las escaleras hasta la habitación de mi chico, me paró frente a la puerta, dudo pero al final abro.
Se me seca la boca cuando veo que John está sentado en un lado de la cama, sin camisa “que sexy se ve”, me ve y me sonríe.
Y yo sonrió…