6 meses después.
Enero.
Madrid, España.
— Chicos, entren... — dijo mi jefa Karen, dando inicio a la reunión de la semana.
— Hoy se ve de buen humor la jefa — me cuchicheo mi compañera de trabajo y nueva amiga Shelia.
— De que hablas, si siempre está de buen humor, no como su hermana. — le dije, recordando el suceso de hace un mes, donde la jefa Liliana Pérez, visitó la tienda, pero unos diseñadores estaban atrasados con unos pedidos; pego el grito en el cielo y los despidió a todos.
— Muy bien chicos, como ya sabrán viene la época de primavera, nos toca renovar... la de este año debe ser diferente a la del pasado, así que — dijo Karen, mientras ponía unas diapositivas en la pantalla sobre vestidos y conjuntos del año pasado — estudien estos diseños, porque los de este año deben ser mejor.
Mientras veía las diapositivas y prestaba atención a los diseños, mi mente reflexionó todo lo pasado de hace seis meses hasta acá.
Ya había pasado medio año desde mi llegada a Madrid.
Me iba fantástico en los estudios, en el trabajo maravilloso. Shelia era mi compañera de trabajo, la conocí un mes después de que me contratarán, éramos el mejor dúo del grupo de Karen.
La relación de Ashley y Lulú con Ericsson y Estéfano; iba de fábula... mis locas amigas se habían mudado a España, decidieron dejar todo y vivir una romántica historia con sus chicos. Y les iba súper bien.
Leo y yo llevábamos saliendo seis meses y ya éramos novios. "si, NOVIOS". Me encantaba estar con él, tanto nos encantaba que ya nos decíamos "TE QUIERO". "uiss, cuanto me gustaba oír de su boca esa palabra".
También, tenía mi propio apartamento, era pequeño, pero perfecto para una sola persona. "¿Por qué no me mude con Leo? Porque no queríamos que pasaran las cosas tan rápido en nuestra relación...
En fin, mi vida era perfecta, ¿Por qué? Porque era FELIZ.
Salgo de mis pensamientos cuando Shelia hace un comentario:
— Ahora sí que hay que esforzarnos, es nuestra oportunidad de demostrar lo buenas diseñadoras que somos.
— Guao, hoy estás positiva — le dije con mofa, ya que para convertirnos en diseñadoras expertas, nos faltaba un mundo.
Shelia sonrió.
— Después de la reunión vamos a comer, porque me muero de hambre y me van a despedir por comerme a mis compañeros. — me dijo.
— Espero que no me comas a mi, soy muy joven para morir, como comida de una loca— le dije en broma.
Sonreímos y seguimos prestando atención a la reunión.
***
Media hora después, con hambre, se dio finalizada la reunión; mientras recogía mis cosas y hablaba con Shelia para ir al comedor, sonó mi teléfono y era porque Ash me estaba llamando.
— Oye, ¿Me guardas el puesto en la mesa? — le pregunté a mi compañera de trabajo.
— Vale.
Conteste la llamada:
— ¡Hola!
— Holis — me contestó una alegre Ashlys. — ¿Dónde andas? ¿Qué haces?
— Ay dios ni mi mamá me pregunta tanto... aquí en el trabajo. ¿Y tú? — le respondí mientras salía de la sala de reuniones.
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❤️Siempre serás mí primer amor ❤️
RomanceUna chica venezolana llamada Myleila Rojas se muda a España para estudiar diseño de moda y conoce a Leo Jenkis. Un chico que le enseña cosas nuevas en el tema del sexo y en el amor; como siempre pasa en las historias de amor, éstos se enamoran compl...