Capítulo 22

1 1 0
                                    

Faltaban 4 días para comenzar la universidad, así que Kila y yo nos fuimos de compras, igualmente en la tarde tenía planes con Leo.

Primero; fuimos a una librería, donde compré lo necesario para la universidad. Después pasamos por una tienda de teléfonos y computadoras; allí me compré una Tablet con lápiz... me ayudaría mucho con mis dibujos y diseños.

Cansadas y con hambre, estábamos caminando por el centro de Madrid para ir al restaurante, pero Kila se detuvo diciendo:

— Vamos a esa tienda, quiero comprar algo.

Yo parándome y con cara de cansada le respondo:

— Primero vamos a comer, que mi estómago se va a comer a si mismo.

— Ay, no seas muerta de hambre. Es rapidito. — me contestó arrastrándome hacia el local por el brazo.

— Ok... — le dije...

Pero cuando veo el cartel de local me detengo en seco y le digo casi gritando:

— ¿Para que quieres ir a una sex shop?

— ¡Hey! Si quieres lo públicas en Facebook — me dijo con mofa, porque estaba gritando.

Mire alrededor y le dije en susurros:

— ¿Para que quieres entrar allí?

— Quiero comprarme un nuevo consolador — me dijo con una sonrisa pícara.

— ¿Uno nuevo? O sea que ya tienes uno — le dije abriendo los ojos como platos.

— Si ya tengo uno, que está viejo y lo quiero renovar — siguió hablando, pero cuando vio mi cara, dijo — ¿Por qué no te lo dije? Porque tú so muy clásica, aunque digas que no.

— Pero... pero... — no me dejó terminar la oración.

— Ven, así lo ves y tal vez quieras comprarte uno. — yo la miré como si se hubiera vuelto loca. Pero sin más, me arrastró a la sex shop.

Entramos y sentí una extraña culpa, "¿Y no se por qué?" habían cosas que ni sabía que eran, lo que pude reconocer, fue; consoladores pequeño, penes de plásticos súper grandes, cuerdas, esposas aterciopeladas y trajes sexys pero a la vez cómicos, como de enfermera, policía, gladiador y entre otras cosas extrañas que no sabía que eran.

Kila se paró en los vibradores pequeños, como de tamaños de un lápiz labial.

— ¿Y cuando te compraste el primero? — le pregunté a mi prima, observando los pequeños consoladores.

Sabía cómo se usaban, pero nunca había utilizado uno.

— Mi amiga Samantha, ¿te acuerdas de ella?— yo asentí y empezó a contar Kila —me regaló uno cuando cumplí los dieciocho años, en ese tiempo no sabía cómo se usaban, así que leí las indicaciones, lo probé y ese día no me separé de mi Zac Efron. Es que da un placer, un morbo que...

— ¿Zac Efron? — le pregunté cortándola.

— El actor...

— Si, sé quién es... ¿Pero...?

— Ahhh, llame así a mi consolador, es que Zac es un bombón y me encanta pensar que es él, el que...

— ¡ALTO! No quiero oír más. — hubo un silencio. — ¿Por qué estos? — le pregunté señalando los vibradores pequeños.

— Porque estos son de cartera, algunos son de batería y de carga. Pero a mí me gustan más los de bacterias. — agarrando una caja, que contenían un vibrador de color rosa, dijo — creo... que me voy a llevar este. ¿Y tú?

Yo negué con la cabeza.

— Creo que pasarías un buen rato con Leo — me dijo con una sonrisa pícara y canturreando.

Yo la miré con una nada conciliadora mirada.

— Ok. Solo decía... — me dijo mientras se dirigía hacia la caja para pagar.

Me quedé mirando los consoladores, "que locura", "pero desde cuándo las locuras no son las mejores cosas de la vida" así que tome uno de color rojo, fui a la caja, lo pagué y salimos de la tienda, ya no desconocida para mí.

— Me lo vas a agradecer, ya lo verás — me dijo mi loca prima. Después rompimos en carcajadas.

Comimos entre risas y charlas, después compramos unos conjuntos de ropas, muy lindos.

Llegamos a la casa a las cinco y media de la tarde, cansadas pero felices, por lo que habíamos comprado.

Subí a mi habitación, arregle las compras y me prepare para salir con el chico de ojazos azules, quien me tenía loca. 

❤️Siempre serás mí primer amor ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora