Después de ponernos guapas, bajamos al bar del hotel con total tranquilidad y una casi felicidad.
Pedimos unas bebidas, estábamos en la barra charlando… después las tres nos pusimos a bailar como locas. Pasábamos una noche maravillosa.
— Mira con quién está Lulú — me dijo entre susurro y señalando con la mirada, Ashlys.
Vi de reojo y me di cuenta, que con quién estaba hablando Lulú era un chico alto y moreno; deduje que era Estéfano.
— ¿Y qué?... — le pregunté y ella me echo una mirada acusatoria. — ¡que! Déjala que la pase bien. Si estas celosa de ella, ese es tu problema.
— ¿Por qué voy a estar celosa, Myleila? — me pregunto Ashlys.
— Porque tú no estás con el chico que te gusta y te diré…. Que eso lo hiciste tú misma y no le arruines la noche a la otra. — le respondí.
— ¡Aissss! — dijo Ash volteándome los ojos.
Seguimos hablando con tranquilidad, hasta que Lulú se acercó con Estéfano, Ericsson y un chico que no había visto con ellos. Ashlys y Ericsson se miraron de reojo pero no dijeron nada.
— ¡Oigan chicas! — dijo una sonriente Lulú — Ashlys tú ya conoces a Estéfano y a Ericsson, y este— dijo señalando aún chico que estaba a su lado, con una sonrisa muy, pero muy de guaperas, como dice mi prima Kila. — es Leo, Leo ella es Ashlys.
El chico, con nombre de zodiaco saludo amigablemente a Ash y después Lulú se dirigió a mí diciendo:
— Leo, Estéfano, Ericsson les presento a Myleila.
— Hola. — hago un movimiento con la mano a modo de saludo. No me gustan los gérmenes. Pero ellos se tiran a mí y me plantean un beso en cada mejilla.
Yo me quedé atónita con el olor del perfume del chico llamado Leo, “mmm, que bien huele” lo mire con atención y me di cuenta que, tenía unos ojos azules penetrantes, muy hermosos, tenía un buen cuerpo, se le veía que hacía ejercicio y su cabello era negro…
— Un placer conocerte — dijo el hombre al que estoy estudiando. Tenía acento español.
— Igualmente— respondí.
— Vamos por unas bebidas ¿Quieren una? — dijo de repente Estéfano con su acento.
— No. Ya yo tengo, gracias. — dije levantando mi vaso.
— No. — digo escuetamente Ashlys.
— Yo si quiero una, coca con ron…— dijo una alegre Lulú.
Los chicos se fueron a buscar al camarero, que estaba al otro lado de la barra.
— Verdad que Estefan es un amor— dijo Lulú con cara de “mongólica” o sea boba.
— ¿Estefan? ¿No es Estéfano?— pregunté.
— Aisss, es que así le llaman — me respondió la “mongólica”.
— Quita esa cara de mongólica ahora mismo Lulú, ¡Por Dios! — dijo una enfadada Ashlys.
— Chicas, chicas… no vuelvan a empezar — dije yo, viendo la carie que tomaba la conversación.
— ¿Qué te pasa con Ericsson? Se ve agradable — le pregunté a Ash.
La mencionada me miró y respondió con solo levantar los hombros como diciendo “no lo sé”.
— ¿Por qué eres tan desagradable con él? — pregunté.
— Porque… porque es un “casanova que solo se quiere meter en mi cama — me respondió Ashlys.
“¡Dios ayúdame!”
— Pero, por Dios Ashlys, si tú haces lo mismo con los hombres ¿eh? Queeee… ¿no me digas que borraste casete? — le dije.
— Es que a ella le gusta más que para un simple revolcón— canturreó Lulú.
“Creo que tiene razón” Ashlys ya no cree en el amor, desde que su novio Carlos, que ella lo idolatraba, la dejo tirada después de quitarle la virginidad…
— Yo también pienso igual que Lulú — dije con una sonrisa.
— ¿Están locas o que? — dijo Ash, mirándonos.
No pudimos seguir con la conversación ya que los españoles habían vuelto.
***
Converse un rato con Leo, al parecer se llamaba Leo Jenkis, “extraño apellido” pensé, pero me enteré que su madre era española y su padre estadounidense; que había crecido entre España y Nueva York. Estudiaba software, técnico en computación y electrónica… o algo así, tenía 20 años.
También le hable de mí, le dije que mi padre era español y mi madre venezolana, que me había criado más aquí que en España. También le dije que en un mes me iba a estudiar a Madrid.
Mas tiempo pasaba con él, más cuenta me di, de que era todo un guaperas de primera, NUNCA iba a existir nada entre nosotros, yo no soy como Ashlys que andan de cama en cama. Sin ofender…
Por otra parte, a Ash ya se le había bajado el enfado y se veía más alegre con Ericsson… Lulú pues, estaba feliz…
A las doce de la noche ya estaba fastidiada, quería irme a dormir, así que le dije al español/estadounidense.
— Bueno… fue un placer conocerte, pero… ya me voy, estoy exhausta.
— ¿Te acompaño? — me pregunto. Se a que se refería, pero no tenía ganas de estar con un “guaperas”.
— No. Gracias, se llegar sola a mí habitación, adiós— le dije volteándome y dirigiéndome hacia las chicas.
— Permiso— dije para interrumpir la conversación de los cuatro. — chicas me voy a mí habitación— les dije mirando a Ash y Lulú.
— ¿Por qué? Quédate, anda…— me animó Lulú.
— No… ¡estoy exhausta!
— Bueno, hasta mañana — me dijo una sonriente Ashlys.
“¿Hasta mañana?”. Pensé cuando me despedía de los acompañantes de estas y me daba la vuelta para ir al ascensor.
***
Llegué a la habitación, me cambié y me tumbe en la cama. Pensé en que pasaría si me viera quedado con Leo, pero después me asegure de que era una completa locura…
***
En ese momento no sabía que me enamoraría hasta las trancas de ese hombre, y él igual de mí. Pero el final no es siempre lo que uno desea y anhela.
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❤️Siempre serás mí primer amor ❤️
RomanceUna chica venezolana llamada Myleila Rojas se muda a España para estudiar diseño de moda y conoce a Leo Jenkis. Un chico que le enseña cosas nuevas en el tema del sexo y en el amor; como siempre pasa en las historias de amor, éstos se enamoran compl...