Alcohol en Heridas Cicatrizadas.

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IV

Al llegar a la playa, Bomb y Chuck fueron recibidos por una bandada de aves felices y esperanzadas.

¡Tal vez, al final de todo, podrían resolver este amargo capitulo de su vida!.

Olvidarlo, y seguir adelante.

—¡¡Chicos!!.Los llamo el Alcalde. —¡Miren!.Los condujo a ambos a la orilla de la playa.

Ambas aves pudieron ver una especie de mezcla de madera, arboles y cajas que los Cerdos habían olvidado. Todo unido con una soga y la resortera en medio del barco, para equilibrar las largas mantas que harían la labor de velas y funcionar como un poste.

A decir verdad, era un trabajo magnifico, en lo que cabe su desesperada situación.

—Es...¡Perfecto!.Dijo Bomb emocionado. —¡Partamos ya!.

Chuck sonrió, observando las aves organizarse entre si.

Pero el solo quería ver a alguien.

A una única ave malhumorada.

Mientras tanto, en la Isla Cerdo.

—¿Que estas haciendo aquí?.— Pregunto temerosos Red. —¡No por favor!, ¡Otra vez no!.— Sollozo, temblando de pies a cabeza.

—¡Shh!, ¡Cierra el pico!.— Lenard entro y detrás de él la misma cerdita se quedo observando desde la puerta.

Red empezó a respirar entrecortadamente, pequeñas lagrimas de terror puro se acumularon en sus ojos.

La cerda miro con un poco de pena al ave sollozante, Lenard suspiro enojado.

—Ya puedes irte, Courtney.Le indico, señalándola brevemente.

—Podría.— Dijo dando unos pasos al frente en la habitación. —Pero no me iré hasta saber por que le hiciste esto, no me parece que haya hecho algo TAN malo.— Le miro con lastima.

—No es pregunta, es una orden; y eso no te interesa.Le miro con su ceño fruncido.

—Créeme que si.—  Le miro con expresión de obviedad.

Lenard cerro sus ojos, gruñendo.

—¿O que piensas?, ¿Tu vas a curarlo?, ¡JAJA!.Rio con ironía. —Cuando me caí de la bicicleta estuviste a punto de ''Sanar'' mi herida con limón, ¡Limón, Lenard!.— Le apunto con sus dos manos, abiertamente. —¿¡Que eres capaz de hacerle a él!?, ¡¡Solo lo empeorarías!!.—

El Rey refunfuño, apartando su mirada.

—Como segunda al mando, yo me hare cargo de él.— Se dio la vuelta saliendo brevemente por la habitación.

Al regresar tenia consigo una cajita blanca.

Lenard rio sarcásticamente, mientras le miraba con desprecio.

—¿''Segunda al Mando''?.— Restregó su mano derecha por toda su barba. —¡Esto es increíble!, ¡Yo soy el Rey aquí, y ahora resulta que tengo una asistente y yo no me había dado cuenta!.— Levanto ambas manos, mostrándose antipático a la lo que cerdita había dicho.

Courtney lo ignoro olímpicamente; Red observo como abría la cajita y tomada pequeños trozos de tela y una botella trasparente con un liquido que no supo identificar.

Te Odio Tanto CerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora