13 "EL VIAJE"

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El mensaje en una de las pantallas del jet privado me hizo saber que estábamos llegando.
–¿jefa me dará el motivo por el cual estamos en Dubai y no en Latinoamérica?– preguntó Pavel, su postura estaba firme y su lenguaje corporal relajado.

–pues... los negocios con México y Chile los hice a través de llamadas y mandé a algunos hombres de confianza– mi mirada paso de la ventana del jet a el rostro de Pavel. –aquí tengo asuntos más importantes que atender, pero nadie puede saber de esto ¿entendiste?

–si jefa.

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Al bajar del jet nos subimos a una de las dos camionetas que estaban esperándonos para dar un "paseo".

Llegamos a un mercado en dónde venden oro, ya sea en collares, anillos, relojes, etc.

Estuvimos quince minutos aproximadamente caminando por el mercado, mirando las tiendas, y yo comprando algunas joyas.

Para este punto me dolían los pies a causa de todo lo que caminamos.

Dimos la vuelta en un callejón no tan transcurrido y nos detuvimos frente a una puerta trasera de un club nocturno.

–quedate aquí yo te llamaré si te nesecito.–le informé entrando a un club de bailarinas. –como usted diga– respondió.

Cuando entré las luces LED rojas casi me provocaron migraña de lo intensars que eran.

–Marina, un gusto verte– saludé a una de las strippers.

–el gusto es mío Yelena, por cierto la función va a comenzar así que vete preparando.

Solo asentí y me adentré más en el local.

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Una hora más tarde salí del club algo cansada y con Pavel siguiéndome.

–¿ahora adónde vamos jefa?

–vamos al hotel, tengo que descansar.

Durante el camino pensé en cada posible suceso que ocurrirán en el futuro ya que por alguna razón, tengo la obsesión de planificar siempre el futuro, lo cual me ayuda mucho a predecir cada instancia del futuro, pero por otro lado se siente aburrido saber que cosa sucederá.

Llegamos a un hotel lujoso el cual solo tenía disponible dos suites, una para mis guardias y otra para mí.

Cuando llegué a la suite me cambié a pijama e intenté dormir pero para mí mala suerte no lo logré.

La imagen de Mijaíl me vino a la cabeza provocando una sonrisa en mi rostro, pero luego me vino la imagen de una de las tantas veces que hicimos el amor y eso me lleno de deseo y lujuria, así que comenze con mi descubrimiento recreativo de mi cuerpo, cosa que no había hecho en mucho tiempo.

Con mis dedos húmedos recorro mi cuello con suma delicadeza para poder palpar el pulso de mi cuerpo y notar la leve diferencia mientras voy bajando al centro de mis senos.

Me acaricio con dulzura para poder sentir como las aureolas se contraer a mi tacto y mis pezones se endurecen haciéndolos más sensibles para mí placer.
Dejo escapar gemidos casi inaudibles para ir aumentando mi excitación. Dejo mi cabello libre para seguir recorriendo mi piel y llegar a mi pubis dónde dibujo círculos con mis uñas.

«De eso se trata darle mi placer a Mijaíl aunque no se encuentre cerca. Sentirme suya con sólo pensarle. Todo lo que el provoca en mí, lo siento cada vez que llegó al clímax» pensé

Comienzo a descubrir mi vulva sintiendo lo fresca que se siente recién acicalada.
Suspiró al abrir mis piernas y dejarla expuesta para mí disfrute pensando que los dedos de Mijaíl me tocan. Mientras mis pezones siguen susceptible a cualquier sensación que produce mi cuerpo mientras lo imagino conmigo.

La Otra Cara de Asmodeo © +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora