La Otra Cara de Asmodeo © +21

18 "TORTURA"

Yelena se encontraba en su oficina revisando las cámaras de seguridad que se encontraban en los calabozos de la mansión.

Hace unos días se dieron cuenta que unos espías del FBI andaban rondando algúnos sectores de Moscú y San Petersburgo por lo cual Yelena mando a algunos de sus hombres para su captura.

Revisando entre las grabaciones, encontró el vídeo de la noche anterior en el cual se mostraba las terribles torturas a las que los espías eran sometidos.
Todo tipos de tortura utilizaban con esos hombre, desde astillas de madera siendo introducidas por el pequeño orificio de sus genitales, hasta latigazos con alambres de púas e inyecciónes de las drogas más potentes que existen causando quemaduras en su piel y golpes de adrenalina en sus corazónes.

Una cierta emoción, sintió yelena mientras miraba el vídeo, la primera vez que ella vio un vídeo así le dió miedo y asco pero con el paso del tiempo esos tipos de videos le resultaba satisfactorio y relajante ver cómo las personas que detestaba sufrían e imploraban piedad.

-jefa encontraron otra espía, es la mujer que mató al bebé de la ama de llaves.

-okey, bajo de inmediato.

Yelena tenía cierto odio hacia las mujeres policías o militares ¿Porque? Porque detestaba el egocéntrismo que tenían sin mencionar que las encuentra estúpidas ya que ni siquiera logran manejar armas y solo son utilizadas como carnada, para yelena ese tipo de mujeres eran patéticas y no hallaba la razón de porque muchas chicas querían ser como ellas.

Pero eso es solo un detalle ya que el mayor odio que llegó a tener hacía ellas, fue porque Yelena cuando tenía dieciséis años tenía un primo de cinco años el cuel era como un hermano para ella. Y por culpa de dos agentes de la policía su primo murió se un disparo en su cabeza

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Yelena bajo a los calabozos con una cara de desagrado por causa del mal olor y el frío que la humedad de aquél lugar provocaba.

Cuando se acercó a la zona más oscura y más insalubre del lugar, se encontró con una mujer peli-castalla con los ojos color miel, lastima que su rostro no era tan bello como sus ojos.

-vaya, pensé que el FBI había aprendido la lección de no contratar a cualquier zorra que se les Cruze- dijo Yelena con gracia.

Yelena no solía insultar a las mujeres ni mucho menos golpearlas, incluso a ayudado a muchas mujeres de distintas situaciones críticas, pero cuando se trata de policías o militares se olvida de todo eso y manda al carajo sus principios.

-¿una mujer? ¿En la bratva?- pregunto con temor.

-si, acaso pensabas que todas las mujeres somos como tú, sin cerebro y utilizada como carnada.

-¡yo no soy carnada!- exclamó con odio.

-pues por lo que investigue de tí, te llamas Joselyn y tus mayores misiónes han sido acostarte con narcos, seducirlos, enamorarlos- dijo con una sonrisa burlona. -y sin mencionar que tus compañeros de trabajo te conocen como la manos libres, y yo creo saber el porqué de apodo.

Yelena soltó una risa.

-¿y tú? ¿Acaso no te acostaste con nadie para llegar a ser la jefa?

-no cariño, yo puedo ser una asesina, psicópata, sádica y mafiosa pero no he necesitado acostarme con nadie para llegar a esto, yo me acuesto con alguien por placer no por dinero o poder, porque eso ya lo tengo- hizo una pausa. -pero como veo que a tí si te gusta acostarte con muchas personas, creo que te tengo una sorpresa. Esto es por la cortesía de matar a un simple bebé.