La Otra Cara de Asmodeo © +21

23 "LA BODA SANGRIENTA"

"mi mayor pecado fue descuidar mi espalda, mi mayor tortura fué amar, mi mayor sufrimiento fué confiar y mi mayor error fué querer ser feliz"

Los nervios de Yelena estaban a flor de piel, ella quería que todo fuera perfecto, como si se tratará de un cuento de hadas.

La planeación de la boda fue compleja ya que constantemente cambiaban pequeños pero importantes detalles.
Yelena ya tenía preparado el vestido de novia el cual utilizará junto a la corona de la bratva.

Mijaíl sabe cómo disimular los nervios, pero a veces se nota que no puede estar tranquilo y relajado, por su mente pasaban Miles de ideas y teorías, pero la más constante era el miedo de que yelena se arrepintiera a su compromiso y lo abandonará. Pero esas ideas se esfumaban cuando veía a su hermosa prometida arreglar cada detalle de la boda con entusiasmo.

–¡carajo, alguien sirvame una copa de vino antes de que mate a la primera persona que se me Cruze!– dijo Yelena con las manos temblorosas.

Alice pensaba felicitarla hasta que escuchó su amenaza, por lo que prefirió esperar a que Yelena estuviera más calmada.

–aquí tiene jefa.

–gracias sarka– respondió agradecida

Cuando Yelena tomó el primer trago, Alice al fin se acercó a su amiga.

–menos mal que sarka te trajo el vino rápido, no quería arriesgarme a morir joven y bella.

–¡ja! Amo tu egocéntrismo.

–yo también... Es más, amo todo de mí.

Ambas soltaron una risa como en los viejos tiempos.

–cambiando de tema... Felicidades Yelena espero que la alegría siempre esté presente en tu vida– dijo Alice dejando escapar una lágrima.

–gracias amiga– respondió Yelena mientras la abrazaba.

El abrazo no duró tanto ya que Yelena volvió a recordar la boda y sus nervios se hicieron presente nuevamente.

Yelena camino por los amplios pasillos de la mansión, para llegar a la habitación de sus querida hermanita.

–¿Puedo pasar?– preguntó golpeando levemente la puerta, escuchando un ~adelante~ como respuesta.

Al entrar a la habitación, sus ojos se cristalizaron al ver a su hermana con un hermoso vestido celeste con sutiles detalles de encaje en los hombros.

–te ves bellísima.

–gracias, ¿Y tu porque aún no tienes tu vestido?.

–porque me ahora me arreglaré y quiero que tú seas la primera es ver mi vestido, obvio aparte de la mujeres que me ayudarán a maquillarme y Alice– dijo yelena con cierta ilusión.

–me encantaría.

–bueno, entonces vamos a mi habitación.

Cuando se dirijieron a su habitación Alicia ya las estaba esperando.
Yelena se sentó en una silla para que comenzaran a maquillarla y peinarla.

Las estilistas optaron por dejar el cabello suelto con algunas ondas y un maquillaje un poco cargado en la zona de los ojos.
Cuando el maquillaje y el peinado ya estaban listos Yelena procedió entrar hacia el vestidor colocarse su hermoso vestido estilo Princesa, junto con las joyerías y los tacones.

–¿Están preparadas?– preguntó desde el vestidor.

–¡sí, ya sal!– gritó Alice provocando una carcajada de parte de Ágata.