Aidan.Hace rato que entre a hacerme esa prueba, dos jeringas, una medicina rara, un sacado de sangre. Todo se veía bien, las enfermeras fueron amables y se paso rápido. Pensé que tardaría más.
Voy saliendo, mi cabeza empieza a dolerme pero puedo resistir el dolor para llegar a casa. Siento como mi cuerpo se balancea mientras camino, con la fuerza que me queda me acerco a la acera y pido un taxi. Por como estoy, no creo poder ir a mi casa caminando.
Todo el camino a casa fue cansado, sentía como mi cabeza caía en el respaldo del asiento del taxi, todo se movía tan lento al ver por la ventana, ¿estaré drogado? ¿La medicina tendría algo? Aparte de saber horrible.
Cuando llego a casa le pago al taxista y entró a esta acostando me en el sofá mas cercano. Sacó mi celular y le marco a mi mamá esperando a que conteste.
—Hola hijo. —me saludo cuando contestó el teléfono— ¿Ya saliste de la prueba? —pregunta.
—Hola mamá, si ya salí. —le dije aun con ese dolor en la cabeza— Oye mamá, me duele mucho la cabeza, ¿dónde están las pastillas para dolor? —le pregunto sentando me en el sofá esperando su respuesta.
—Están en el estante de arriba de la cocina. —me contestó y camine en dirección de ésta— ¿Las encontraste? —me pregunta después de unos minutos.
—Si mamá, ya las encontré. —le avise y salí en busca de un vaso para servirme un poco de agua— Gracias. —le agradecí.
—De nada hijo, cualquier cosa me dices, tengo que irme. —me dijo y nos despedimos—
Me tome la pastilla y ahora solo me quedaba esperar a que está hiciera efecto, mientras tanto subí a mi dormitorio y me puse a ordenarlo. Recogí ropa tirada, escritorio desordenado e hice la cama.
Para ese entonces el dolor solo había disminuido muy poco pero era algo. Encendí mi computadora y me puse a hacer una tarea faltante, no es una muy grande haci que rápido la termino y me dispongo a encender la televisión en busca de algo interesante por ver.
Encuentro un programa donde las personas pueden ganarse dinero por hacer tonterías, el programa es divertido así que me quedé viéndolo por una rato hasta que se acabo.
Cuando veo la hora veo que ya es tarde haci que bajo a hacerme algo de comer. Algo rápido, un espagueti que dejó hecho mi mamá y freí una carne, en menos de cinco minutos ya estaba sentado en la isla del comedor viendo mi celular.
Me gana la curiosidad de buscar si hay casos en los que la prueba tuviera estos síntomas pero no encontré nada, no había nadie que dijera que después de la prueba sintió lo que yo sentí, haci que me convenzo de que algo debió hacerme mal.
••
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Ya han pasado tres semanas desde la prueba, el dolor me duró días, aveces aumentaba y aveces disminuía pero ahí estaba presente el dolor de cabeza. El doctor me recetó unas pastillas pero no sirvieron de nada. Hoy por fin el dolor se ha ido y solo espero que no regrese.El gobierno no ha dicho nada sobre las pruebas, ni el porqué, ni lo que esperaban en los resultado, nada. Estoy empezando a pensar que mi papá tal vez tiene razón y quieran experimentar con nuestro ADN. No, eso suena muy loco.
No estamos en una película de ciencia ficción.
—Hola hijo. —me saludo mi mamá entrando en mi habitación con fruta picada en un plato— ¿Te duele tu cabeza? —era la pregunta diaria, ella puso el plato en mi escritorio donde me encontraba haciendo tarea y le sonreí.
—No mamá, hoy por fin se fue el dolor. —ella me sonrió feliz por lo dicho y se fue para dejarme estudiar—
Kali.
Después de tres malditas semanas de dolor por fin se fue por completo, desde ya hace dos semanas que finjo que no me duele para que mi hermano no se quede en casa y pueda salir y hacer con su vida lo que él siempre hace, puras tonterías.
Estoy en mi dormitorio haciendo tarea, todo muy normal; un viernes por la tarde, leyendo un poco sobre un tema nuevo de la clase. Comiendo unos chocolates que me trajo mi hermano, que en realidad se los dio una chica coqueteando le y pues no podemos desaprovechar los chocolates y como Dante no los quería, me los comí yo.
Voy bajando las escaleras cuando veo a mi papá dirigiéndose a la puerta pues alguien toca. ¿Quien podrá ser a estas horas? Mi papá abre un poco la puerta para después abrirla por completo.
Puedo ver cinco hombres uniformados, altos, bien formados, se ven musculosos. Mi hermano se acerca a la puerta pero yo no muevo de las escaleras, solo escucho.
—¿En que puedo ayudarlos? —hablo mi padre amablemente—
—Somos del gobierno. —dice uno mostrando una placa—
Ellos sin pedir permiso entraron y empezaron a revisar la casa, mi padre, mi hermano, mi mamá y yo no sabíamos que estaba pasando. No me movía esperando a que no me vieran pero en eso, uno de los hombres levanta la mirada y me ve.
—Jefe. —dice apuntandome y todos voltean y se dirigen hacia mí—
—¿Cómo te llamas? —preguntó el que supongo es el jefe, me mira de manera seria e imponente—
—Kali. —le respondí con miedo, voltee a ver a mi hermano quien me veía fijamente esperando recibir respuestas—
—Es ella. —dijo y dos hombres subieron las escaleras en mi dirección—
—Alto, ¿qué está pasando? —preguntó mi padre— ¿Mi hija que? —el hombre no dijo nada y en eso los hombres pusieron fuerza en mis muñecas para llevarme a la fuerza.
—¡Kali! —grito mi hermano intentando acercarse pero los demás hombres no lo dejaron mucho— ¡Kali! —gritaba y gritaba.
No estaba entendiendo que estaba pasando. Intentaba librarme de su agarre pero era imposible, su agarre sólo se hacía cada vez más fuerte y sólo me alejaba de casa. Mire a mi hermano y el me miró con lágrimas.
—Te amo. —me dijo entre lágrimas sin rendirse por ir conmigo— Te amo hermanita. —dijo por último y en eso salí de la casa.
—Te amo. —dije mientras me dirigían a una camioneta negra—
Me subieron a la fuerza amarrando manos y piernas para no poder moverme en ésta, y antes de irnos pude ver a uno de los hombres hablar con mi familia, no parecía decirles algo muy bonito pues se veían enojados.
El hombre sube a la camioneta y está arranca con otra camioneta atrás, ¿qué fue lo que yo hice? ¿A dónde me llevan? Lo único malo que hice este mes fue reírme cuando un niño se cayo en el parque. No soy una asesina, no soy una persona mala como para que el gobierno decida visitar mi casa y sacarme a la fuerza de esta, sin despedirme.
—¿A dónde me llevan? —me arme de valor para pronunciar esas palabras pero no me miraron, no dijeron nada, solo siguieron viendo el camino— ¿Si son del gobierno? —cuestione y eso hace que uno de ellos voltee.
—Si no lo fuéramos, ¿por qué iríamos por una simple chica a su casa? —me miró con incredulidad—
—Puede haber muchas razones por las cuales podrían hacerlo. —respondí y el hombre volvió a mirarme—
—Podrías callarte ya. —dijo enojado y yo solo me encogí de hombros— Es un camino largo y lo que menos quiero es ir aguantando a una niña. —no voltee a verlo y solo desvíe mi mirada hacia la ventana de la camioneta, estábamos saliendo de la ciudad.
¿A donde me llevan?
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Equipo Alfa
Science FictionLa vida para Kali y Aidan gira en torno a una sola cosa... Un experimento. Cuando ellos se enteran que un gen en su cuerpo les dará la oportunidad de convertirse en personas poderosas no dudan en hacerlo... O bueno, mas bien, no tienen elección. Dar...