Capitulo XXVIIII

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•Aidan:

Ella se me quedó mirando, estoy seguro de que no le convención mi respuesta.

—Estaba pensando en cómo llegar a esa cabaña sin ser descubiertos. —le digo esperando que me crea—

—¿Y ya se te ocurrió algo? —me pregunto mirándome atentamente—

¿Cómo le explico que no estaba pensando en eso?

—No, nada. —le digo en un tono estresado—

—Algo se te ocurrirá, yo estoy segura de eso. —me miro con un brillo en sus ojos y con una pequeña pero muy visible sonrisa—

La mire de reojo y luego volví a centrar mi vista al frente, no puedo dejar de pensar en ella, en que tal vez desde un principio yo me enamore, pero nunca me había dado cuenta, yo sentía que nuestra cercanía era por nuestro trabajo y nada más pero ahora, ahora se siente diferente.

Cuando me doy cuenta de que ya nos estamos aproximando a nuestro destino es cuando vuelvo a intentar concentrar toda mi atención en cómo llegar a esa cabaña.

—Llegamos. —me confirma Kali viendo la ciudad de bajo de nosotros— ¿Una idea? —me voltea a ver con una sonrisa tierna y con unos ojos atentos a mis palabras.

—Tal vez podemos aterrizar el helicóptero en un edificio cualquiera, de ahí movernos por la ciudad con sigilo por la ciudad hasta las afueras. —le hablé viendo algunos edificios al frente— Si el helicóptero está centrado en la ciudad será muy difícil encontrarnos, al menos hasta que decidamos que vamos a hacer. —volví a hablar dando la única idea que llego a mi cabeza.

Ella me miró y asintió. Ahora viene la parte difícil, buscar un edificio en el cual podamos aterrizar y pasar toda la ciudad sin que nadie se dé cuenta. Fácil.

—¿Cómo pasaremos toda la ciudad sin que nos vean? —habló Kali pensativa—

—Solo tenemos que actuar como personas normales. —hable pensando de manera obvia—

—Primero que nada, nosotros no somos normales y nunca lo seremos. —habló con una pequeña sonrisa— Y segundo, te recuerdo que traemos uniformes militares negros, no creo que sea muy fácil el que pasemos desapercibidos. —dijo de manera irónica y con una sonrisa en su rostro.

—Tienes toda la razón. —hablo y ella me miro sintiéndose bien con su victoria— ¿Y qué tienes en mente? —le pregunte esta vez yo esperando que ella tenga una idea como siempre suele tener en su cabecita.

Ella se me quedo mirando de manera pensativa cuando de pronto ella se quitó su cinturón y comenzó a irse a la parte de atrás, después de eso la perdí de vista pues tenía que concentrarme en el vuelo. Sigo sin creer que pude logrará despegar y hacer volar un helicóptero, esto tengo que decírselo a mi madre. Espero pronto verla.

Cuando menos me di cuenta Kali había vuelto, pero se había quitado su cola de caballo alta como siempre suele estar peinada y también su chaleco negro que suele también traer cuando vamos a misiones. Ella solo traía su camiseta y pantalón negro al igual de sus botas.

—Quítate tú chaleco, ya estando abajo buscaremos con que camuflajearnos. —dijo mientras volvió a abrocharse su cinturón, yo solo asentí, esa era nuestra única manera de lograr irnos sin que se dieran cuenta—

La miraba de reojo mientras buscaba donde dejar el helicóptero, ¿deberíamos hablar sobre lo que paso en el almacén? ¿ella querrá tocar ese tema? ¿lo mejor sería olvidarme de eso y hacer como si nunca paso?

—¿Aidan? —escuché a Kali hablarme, pero un tono suave, rápido volteé a verla para ver si estaba bien—

—¿Si Kali? —le dije para que prosiguiera—

—¿Crees que Alfa este bien? —me miro a ver y pude verla triste, nos habíamos ido sin él y Kali le tenía mucho cariño—

—Yo sé que el estará bien. —le dije con una pequeña sonrisa, pero ella no me la devolvió así que le dije algo que esperaba que la animara— No te preocupes por él, el estará muy bien, yo me preocuparía por ellos, alfa tiene un temperamento fuerte, les será un dólar de muelas. —le dije otra vez con una sonrisa y esta vez ella si me la devolvió.

Vi a lo lejos un centro comercial, si queríamos mezclarnos rápidamente entre la gente ese lugar seria más que perfecto así que decidí dirigirme hacia allá. Ahora viene lo más difícil, aterrizar el helicóptero.

—¿Lista? —le hable a Kali—

Ella me miro sin entender a que me refería, pero en eso comencé a descender, ella abrió sus ojos. Ambos sabíamos que esto sería muy difícil, un aterrizaje no muy bonito. Poco a poco fui bajando, quería hacerlo bien, pero al mismo tiempo sabía que teníamos que irnos y rápido del techo. No sé cómo, no sé en qué momento, pero logre aterrizar de una vez por todas, ¿el mejor aterrizaje? por supuesto que no, pero tampoco fue el peor.

Vi como Kali comenzaba a desabrocharse otra vez el cinturón para bajarnos de este así que proseguí a hacer lo mismo que ella para después quitarme mi chaleco. Esta será la misión más difícil de todas las que hemos tenido, pero claro que es difícil ser normal, ¿Quién hoy en día es normal? Exacto, nadie.

—Entrare a una tienda, escogeré algo, dame unos minutos en el vestidor mientras me cambio, después entras a este y te teletransportas fuera de la tienda, ¿entendiste? —me hablo rápido mientras nos ibas dirigiendo casi corriendo dentro de las instalaciones—

—Sí, entendido. —le hable—

—Bien, espérame aquí. —dijo cuando llegamos a una de las tiendas más cercanas que encontramos, la miré desde afuera, pude verla escogiendo ropa neutra, algo de un día normal y corriente—

La vi entrar al vestidor, eligió un pantalón y una camiseta, fácil en unos 5 minutos estaba lista así que comencé a calcular el tiempo y una vez que aproximadamente paso mire a mi alrededor para ver si nadie me estaba viendo y me teletransporte.

—¡Ah! —grito cuando me vio— ¿Por qué me asuste? —me pregunto de manera divertida.

—Así traerás la conciencia. —le dije riendo como mi madre solía decirme—

—Ha ha, que gracioso, ya vámonos. —me dijo tomando mi mano, eso hizo que sintiera un escalofrío por todo mi cuerpo, nunca había sentido eso ¿Por qué ahora sí? —

Me teletransporte y tan pronto como salimos solté su mano, ella me miro confundida, nunca solía hacer eso, pero ella no le tomo importancia así que decidió comenzar a caminar.

—Entra a esa. —me señalo cuando se detuvo frente a otra tienda, era mi turno de robar... alto, no, no estamos robando ¿o sí? —

Solo hice exactamente lo que Kali hizo, tomé ropa normal y me fui al vestidor. Lo único bueno de siempre estar con mascara en público es que nadie sabía nuestra identidad así que las personas nunca se darían cuenta de que somos nosotros. Al teletransportarme de nuevo a Kali pude ver que nos veíamos muy normales, no somos tan malos en esto de intentar ser normales.

—Te ves bien. —me dijo al verme— Tenemos que irnos. —me tomo de la muñeca para comenzar a llevarme por el todo el centro comercial hacia la salida.

Todo estaba saliendo bien, nadie nos veía ni nos tomaban importancia, simplemente nos veían como alguien más y eso era más que bueno. Podría que decir que todo siguió estando bien, pero no. Justo cuando íbamos a llegar a la salida vimos nuestra mayor pesadilla, un montón de camionetas militares casi obstruyendo la salida habían, todos armados y con un solo propósito... encontrarnos.

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¡¡¡¡Volví!!!! ¿Me extrañaron? Porque yo si. 

Equipo AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora