Kali.Hace unos días que descubrimos que en nuestros brazaletes, no sólo sirven para darnos toques sino que también les da nuestra ubicación a tiempo real, así que mientras tengamos puesto los brazaletes, no podemos ir a ninguna parte fuera de la instalación militar sin que se den cuenta.
Cerca de la instalación hay un pequeño bosque, a veces nos dejan ir ahí para entrenar teniendo mayor espacio y libertad con nuestros poderes. Voy caminando con Aidan a mi lado derecho, nos estamos dirigiendo a nuestro lugar de entrenamiento, al cual siempre solemos ir.
Aidan sigue teniendo la mala costumbre de aventarme cosas para que probar mis reflejos, yo no me quedo atrás y en cuanto puedo, yo le aviento todo lo que me encuentro.
—Oye Kali...—me habló Aidan y lata cuando voltie a verlo me doy cuenta— Piensa rápido. —puedo ver unas cuantas ramas dirigiéndose a mi.
Puedo alcanzar a reaccionar y muevo rápido mis manos para hacer un escudo con mis poderes y desviarlas de mi.
—Eres un idiota. —le conteste mientras empezaba a volver a caminar— Tu y tu jueguito.
—Oh vamos, lograste reaccionar a tiempo Kali. —dijo siguiendome caminando intentando alcanzarme—
—¿Y qué hubiera pasado si no hubiera sido así? —le dije enojada por sus juegos tontos—
—Kali... —dijo teletransportandose frente a mi viéndome a los ojos— Nunca dejaría que nada te pasara, ¿okey? —me miró de tal manera que podía ver su sinceridad en sus ojos.
Lo mire, de verdad me dio un poco de miedo el que casi no alcanzo a reaccionar. Este jueguito de Aidan me hizo ver que no es solo un jueguito.
—¿Quieres saber el por qué de mi jueguito? —me pregunta y yo asiento— Quiero que siempre estés lista para cualquier cosa, no quiero que algo te tome por sorpresa y pagues por eso. —me miraba y miraba el suelo de manera repetida.
Todo lo que él quería con sus juegos era prepararme para cualquier situación que nos presentemos, el quería que siempre estuviera lista para cualquier cosa y que nada me pasara.
—Oh Aidan. —lo mire y me acerque a él- Gracias. —lo abrace fuerte— Sigues siendo un idiota, sabes. —el me correspondió en abrazo con una pequeña risa.
—¿Y así me quieres? —esa pregunta me tomo por sorpresa, no se supone que debería querer a nadie, pero la pregunta es ¿lo quiero?—
Me quede pensando en que responder cuando se me ocurre una mejor contestación.
—¿Tú me quieres? —le pregunté y él me sonrió—
—No intentes evadir mi pregunta con otra. —me dijo entre risas—
Me reí porque me descubrió y para seguir evadiendo la pregunta a la cual no tenía una respuesta en ese momento, empecé a caminar cada vez a paso mas acelerado.
—¡Kali! —empezó a correr gritando mi nombre hasta que se teletransporto cerca de mi— No te vas a librar de mi. —me decía cada vez que lograba alcanzarme.
Mientras corría de él nos acercábamos cada vez más a nuestro pequeño lugar de entrenamiento, una vez que llegáramos ahí ambos tendríamos más oportunidades con el otro.
Yo corría y corría pero siempre el lograba alcanzarme teletransportandose a mi.
—¿Lista? —me dijo una vez que llegamos al lugar, una planicie plana donde podíamos movernos libremente— No te vas a librar de mi pregunta, dime...¿Me quieres? —él me lo decía con una sonrisa burlona.
—Dime...¿Tú me quieres? —le pregunté también en tono burlón—
Se teletransportaba tan rápido que no podía detenerlo con nada, no lograba a apuntar tan rápido con nada antes de que se quedara quieto. No entendía el que estaba haciendo hasta que cuando por fin se detuvo pude ver una gran pila de pequeñas piedras a un lado de él.
—¿Estas lista? —me dice jugando con unas piedras en sus manos—
Me puse en posición y lo mire desafiante.
—Oh claro que sí. —le dije muy segura—
Empezó a arrojar piedras sin sentido, algunas ni iban a mi dirección pero el seguía arrojando y cada vez más rápido. Hacía todo lo que podía pero llegó un momento en el que aventaba sin control y no podía más.
Siento como todo mi poder se concentra en mi pecho, siento una presión en el y cierro mis ojos con mucha fuerza, de pronto siento como esa presión desaparece. Al abrir mis ojos puedo ver como los árboles más cercanos a nuestro alrededor están como inclinados. No estaba entendiendo que había pasado.
Empiezo a mirar a todos lados sin encontrarlo, empiezo a desesperarme y es ahí en cuando miro más a lo lejos a Aidan, corro hacia él lo más rápido que puedo. Al llegar a él puedo ver varias como varias ramas cayeron sobre él, rápido las quito y tomó su cara delicadamente con mis manos y la coloco en mis piernas.
—Aidan...—seguía sosteniendo su rostro cuando siento como mis mejillas se humedecen— Vamos Aidan, despierta. —pegue mi frente a la suya— Te quiero, bien, ya lo dije, ¡te quiero!
Mis lágrimas no paraban, sentía un sentimiento de culpa apesar se que no sabía exactamente lo que había pasado. Me sentía perdida. Cerré mis ojos dejando caer todas las lágrimas que se acumulaban en mis ojos, me dolía el ver que no despertaba.
Aidan.
No controle mis lanzamientos y lancé sin ningún control en mis manos, y para cuando menos lo pensé vi a Kali creando una gran bola de energía en su pecho, vi sus grandes ojos mieles convertirse en un color negro tan oscuro. Sentí un pequeño escalofrío en mi cuerpo y por alguna razón sentí que algo iba a salir muy mal.
—Kali... —dije mas en un susurro, solo para mí—
Parecía como si su cuerpo reaccionara solo, ella no parecía controlar lo que sea que estaba haciendo pero al mismo tiempo podía jurar que se veía consciente ante el control puesto en su cuerpo.
Unos segundos después pude ver una gran onda de poder explotar alrededor de ella, vi como los árboles más cercanos se inclinaron a tal punto por la fuerza puesta sobre ellos, las piedras lanzadas por mi que quedaron esparcidas por el camino, salieron volando por alguna parte.
Fue cuestión de segundos que la gran onda llegó a mí provocando que cayera no muy lejos ni con tanta brusquedad; estaba consciente, podía sentir mi cuerpo en el suelo aunque no podía moverme.
Quería levantarme y asegurarme de que Kali estuviera bien pero por más que lo intentaba levantarme, no podía. Fue ahí cuando la escuché acercarse, luego pude sentir como sus manos tocaban mis mejillas; me sentía más tranquilo al sentirla ahí conmigo
—Aidan...—seguía sosteniendo mí rostro cuando siento como caen lágrimas en mi frente— Vamos Aidan, despierta. —pegó su frente a la mía— Te quiero, bien, ya lo dije, ¡te quiero!
Por más que quería levantarme y abrazarla no podía; querían decirle que también la quería, gritarlo a los cuatro vientos pero no podía.
No fue hasta que…
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Equipo Alfa
Science FictionLa vida para Kali y Aidan gira en torno a una sola cosa... Un experimento. Cuando ellos se enteran que un gen en su cuerpo les dará la oportunidad de convertirse en personas poderosas no dudan en hacerlo... O bueno, mas bien, no tienen elección. Dar...