Capitulo VIII

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Kali.

Hace ya dos meses desde que estamos aquí, el tiempo pasó muy rápido, entre entrenamiento físico, psicológico y las pequeñas dosis diarias. Hoy por fin es nuestra primera misión de las muchas que estoy segura que vendrán.

No me he sentido como lo que pasó hace dos días, ese dolor en mi cabeza, el ver como Aidan me miraba intentando que reaccionara y después ver sus ojos completamente negros, sin poder hacer nada, sintiendo como mi poder es usado sin mi consentimiento y haciendo quien sabe que.

No entendí nada de lo que pasó ese día pero eso sí, le pedí a Aidan que no le dijera nada de eso a nadie, él me lo prometió y haci a estado, eso nunca pasó y nadie además de nosotros lo sabe.

Ya estoy lista, peinado bien recogido para no batallar en la misión, nuestro uniforme negro bien puesto. Me miró una última vez al espejo sabiendo que desde hoy, no habrá vuelta a tras con esto. Nos convertiremos en otras personas, sin identidad; seremos unos fantasmas para todos.

Voy saliendo de mi habitación y justo Aidan también, puedo verlo vestido igual y me mira de manera seria, sabemos lo que hoy viene y tendremos que poner a prueba todo lo enseñado y aprendido por nuestros superiores.

Vamos caminando, nos dirigimos al enorme garaje donde se encuentra el equipo del agente del gobierno, como también vemos al agente y a Hills.

Nosotros no expresamos ninguna emoción, no podemos y no debemos hacerlo. Los dos se acercan y asienten, el agente volteo a sus hombres para asegurarse de que todo esté listo y que estén preparados para la misión.

Por el otro lado, Hills nos mira, nos entrega unos antifaz negros, asiente y se quita de nuestro camino. Aidan y yo nos ponemos el antifaz y asentimos, caminamos a el equipo que nos acompaña el cual no nos habían visto por la atención puesta en el equipo necesario para la misión.

—Bien chicos, ellos son el equipo que nos estará apoyando. —todos nos miran minimizandonos pues no saben lo poderosos que somos, Aidan y yo ponemos mirada intimidante para mostrar que nosotros no andamos con jueguitos— No les estorben, ya saben el plan, siganlo al pie de la letra, ¿entendieron? —dijo por último, el agente tenía una voz demandante, sabía lo que hacía y que tenía toda autoridad en su equipo.

—Si señor. —dijeron todos al unísono—

Nos subimos a nuestros vehículos y salimos de ahí, podía sentir muchas miradas pero solo las ignoraba, me concentraba en el plan, repasandolo una y otra vez. Me estaba empezando a aburrir pero en eso, pareciera como si Aidan leyera mi mente, me aventó una pluma que se encontraba ahí cerca. Íbamos los dos solo en un vehículo haci que con toda la seguridad pude atraparlo sin problema alguno.

Me entretuve un poco con la pluma, solo hasta que casi la hago explotar, por suerte no paso nada, nos hubiera regañado por nuestro jueguito.

Puedo notar cuando ya vamos llegando pues todos los vehículos bajan la velocidad, miró a Aidan y éste se acomoda el antifaz, yo hago lo mismo ajustandolo bien a mí rostro para poder moverme bien sin miedo a que se me cayera en algún movimiento.

El vehículo se detiene por completo y todos bajamos de estos, todos están preparando sus armas. Los dos empezamos a estirarnos para calentar el cuerpo, pues estuvimos demasiado tiempo sentados. Tomó una pequeña pistola y la posicionó a uno de mis costados, Aidan hace lo mismo y lo miró asintiendo con la cabeza y que esto empiece.

—Okey, equipo Alfa, entrarán por el este, ya saben el plan. —nos miró intentando intimidarnos cosa que no funcionó— No fallen. —mire a Aidan, asentí leve y el me copio.

Miramos al agente, Aidan tomó mi mano y nos teletransportamos cerca de la entrada, pude verla totalmente desprotegida, ésto en cierto punto me desconcertó, debería haber hombres cubriendo la pequeña fortaleza. Miró a mi compañero y él parece entender lo que quiero decirle.

Equipo AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora