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Es bien sabido en Mondstadt que Diluc es un joven adinerado y respetado por todos.
No es de extrañar que el joven haya centrado su mirada en tu persona desde el momento en el que tus pies tocaron el suelo de la taberna.
Dentro de el ruido en la taberna, encuentras lugar en la barra, sentandote justo en medio.
—Disculpa ¿Tienes Jugo de uva?— La jóven preguntó con la mayor seriedad que pudo obtener en su momento.
—Disfruta—El pelirojo le extendió un vaso de la mencionada bebida.—¿Eres nueva por aquí? No muchos suelen pedir jugo de uva en una taberna.
—¿Se nota mucho? Llegué a Mondstadt hace dos semanas y aún trato de ubicarme.
—¿Te gustaría un poco de ayuda?
𝓚𝓪𝓮𝔂𝓪
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Dude, ¿Neta debo explicarlo?
A penas tus pies pisaron la entrada de Mondstadt, este hombre ya sabía tOdO.
Al ver que tú aspecto era relativamente nuevo dentro de Mondstadt, no titubeó al querer darte la bienvenida a su manera.
El joven de orbes azules se dirigió hasta donde te encontrabas, aún sorprendida por la cantidad de belleza que emanada de el chico.
—Me alegra ver nuevas caras en Mondstadt. ¿Cuál es tu nombre?— La sonrisa de porcelana que acompañaba el carismático rostro del moreno terminó por dejarte en el suelo. Seguido de tu nombre, se avecinaron todo tipo de halagos y piropos que terminarían por enredar hasta la persona más dura.
