Hola soy la muerte

Ciudadela de hierro

Al día siguiente estaban todos reunidos de nuevo en la puerta del padre, sumándose Romina y Agustín

Justo ese lunes comenzaban los exámenes finales, y luego las vacaciones de verano

David creó clones para cada uno y los hizo cambiar de forma para que fueran exactamente iguales

Les transfirió los recuerdos de cada uno, cosa que era como si ellos mismos fueran al exámen, sin trampas. Eran copias exactas, iban a actuar y pensar igual

Todos traían mochilas de excursión (menos David), porque iban a pasar todas sus vacaciones en la ciudadela

Los que tenían familia se iban supuestamente a un campamento de verano y regresaban en marzo

Aunque Agustín debía volver para el cumpleaños de su madre unos días después, esa fue la única condición que él puso para ir

Igual tenían que volver unos días para el baile de fin de año así que no importaba

Cuando salió el padre de la capilla con Barry los 3 que lo habían visto el día anterior se quedaron impactados

Barry ahora tenía la talla de un pastor alemán promedio

En una sola noche había triplicado su tamaño

No había cambiado en absoluto, era como si le hubieran hecho zoom

Ahora llevaba una pechera de perro policía

Al verlos comenzó a mover su cola y se abalanzó sobre Elisa

Casi la hace caer con su peso

-¿Qué le pasó? Estaba así de chiquito!!- dijo Camila haciendo con sus manos su tamaño anterior
-Creo que es culpa de alguien- le dijo el padre mirando a David que estaba sentado con los ojos cerrados tratando de abir el portal
-¿Qué haces?- le susurró Eli al oído
-No me acuerdo dónde estaba la ciudadela, la estoy buscando- susurró de vuelta
-¿Y ustedes cómo se llaman?- les preguntó el padre a los miembros del equipo que no había visto el día anterior
-Romina-
-Agustín-
-Espera, ¿Agustín? Woooow te llamas como nuestro patrón mhm - dijo el padre emocionado- ¿Por casualidad no te he visto antes?-
-Todo listo, vamos a la ciudadela!- dijo David al lado del portal

Todos atravesaron el portal con sus equipajes

Cruzando se encontraron frente a una muralla enorme de unos 50 metros de altura, recubierta de metal

A lo largo habían hermosos grabados de plantas y lobos formando un hermoso paisaje

Leves rayos de sol se reflejaban en el metal dando una apariencia aún más imponente

-¿¿¡Que es esto??! Es enorme!!- dijo Camila admirando el muro
-Es.... Increíble...- dijo Elisa admirada

Romina no cabía en su cuerpo de la emoción igual que David

Sin que nadie hiciera nada unas 2 puertas se abrieron

Eso le recordó a Elisa cuando fue al cielo con David

Todos se acomodaron frente a las puertas esperando a que se abran por completo

Agustín se separó un segundo para ver el grosor del muro

Era de unos 15 metros

Una vez estuvieron abiertas de dentro salieron 3 hombres vestidos con armaduras estilo medieval con los cascos en sus brazos

A sus cinturas tenían colgadas unas katanas y uno reposaba su brazo sobre la empuñadura

-Bienvenidos a la ciudadela, soy el paladín García, es un placer tenerlos por aquí- dijo uno de los hombres, alto, con barba y cabello corto, dando un paso al frente