La nueva Elisa

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Ya era hora de cenar y sobre la mesa habían 3 platos de tallarines con salsa roja
Alrededor de la mesa estaba sentados los tres habitantes de ese hogar

-Kara... Ahm.. no te gusta?- preguntó David preocupado porque Elisa y él ya casi terminaban de comer y ella nisiquiera había comenzado

Estaba sentada con una mirada inexpresiva con los ojos clavados en el plato

La pregunta del chico la desconcertó y la sacó de ese mundo en el que estaba hundida

Lo miró a los ojos

-No gracias, no tengo hambre-

Irónicamente el ruido de su estómago crujiendo llenó el silencio del comedor

-Vamos, sí que tienes hambre. Come un poco- dijo Elisa acariciándole la cabeza
-No.... No puedo...-
-Porqué?- preguntó él aún más intrigado

La pequeña levantó sus manitos sobre la mesa

Temblaban y estaban llenas de cicatrices
Tenía la piel pegada a los huesos

En verdad estaba en muy mal estado

Trató de agarrar el tenedor que estaba intacto frente a ella y con los temblores de su mano se cayó
Su mirada vacía se depositó sobre el tenedor en el suelo
Quiso recogerlo pero no pudo
Siquiera podía agacharse

•Estará enferma? Cómo hizo para bañarse en ese estado? David la curará supongo. No me quiero imaginar qué cosas horribles ha vivido. Quién sería tan infame como para hacerle esto a una niña? Quiero asesinarlo con mis propias manos•

-Tranquila, yo lo recojo- dijo David levantándolo
Tras recogerlo se arrodilló frente a la pequeña que estaba sentada

Tomó una de sus manitos para verla de cerca

-Hace cuánto que no comes Kara?-
-Hace una semana...- dijo sin levantar la mirada del piso

David bajó la mirada lleno de tristeza e ira

-Te voy a ayudar a comer si?- le dijo acercando una silla
-No es necesario que me alimente.. amo..-
-Ya te dije que no me digas amo, somos familia ahora- le dijo acercando su mano a su cabeza

Ella retrocedió por instinto, pero luego de verlo a los ojos lo dejó acercarse

Acarició gentilmente su cabeza

-Todo va a estar bien ahora- le dijo con una voz dulce- Eli le puedes prestar tu ropa?-

Ella se ofendió un poco pero aceptó

Fue a su habitación por la ropa

•El asesino más grande de la historia tiene compasión por una niña pequeña. Qué rayos? Se supone que es un asesino desalmado•

Salió de su cuarto con ropa que ya no le quedaba para dársela a Kara
Desde lejos vió a David dándole de comer en la boca

-Di Ahhh- le decía sonriente
-Ahhh- correspondía la pequeña recibiendo sus alimentos

•Él es la muerte?•

-Cuando termines puedes ponerte esto- le dijo poniendo la ropa sobre el sillón
-Gracias- dijo con la boca llena

Elisa soltó una risita

Terminaron de comer y David lavaba los platos mientras Elisa llevó a Kara a su cuarto para ayudarla a cambiarse

Cuando estaba desnuda pudo ver el resto de las cicatrices en su cuerpo

Habían muchísimas de distintos tamaños

Hola soy la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora