Capítulo 2

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『𝑪𝒂𝒍𝒊𝒇𝒐𝒓𝒏𝒊𝒂 𝑨𝒕 𝑳𝒂𝒔𝒕』

『𝑪𝒂𝒍𝒊𝒇𝒐𝒓𝒏𝒊𝒂 𝑨𝒕 𝑳𝒂𝒔𝒕』

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Ecuador.

Luego de una semana, su madre mejoró en el hospital, ya estaba casi como nueva, solo que aún conservaba los moretones, pero sus heridas ya estaban perfectamente cerradas.

Lo bueno de toda esta situación era que, su padrastro, Víctor, tenía una orden de alejamiento así que no las volvería a molestar, pero aún así no se fiaba de que todo saldría bien, porque él era un tipo peligroso.

Así que por anticipación hizo maletas para su madre y ella, con todo lo necesario, además de que su tía le envió un dinero para esos días mientras su madre estaba en el hospital, junto con el dinero de los pasaportes, y boletos para el viaje.

Ya todo estaba listo, y se dirigía hacia el hospital para que le dieran de alta a su madre.

-Hola mami, ¿cómo te sientes?- saludó y pregunto cuando entró a la habitación.

-Hola mi vida, pues ya mejor, sabes estuve pensando y tienes razón, deberíamos alejarnos de Víctor, no es una buena persona como esperaba, y seguir el consejo de Carmen e ir con ella, ya aquí no es seguro para nosotras- dijo su madre mientras se levantaba.

-Si mamá, es lo más sensato que te oído decir en este tiempo- dijo Nora con una sonrisa.

Su madre le devolvió la sonrisa que Nora le brindaba, y su madre se adentro al baño para tomar una ducha y cambiarse.

Mientras Nora estaba concentrada en arreglar las sábanas de la cama del hospital, su celular vibró recibiendo un mensaje de su primo Miguel diciendo "llámame" Y así lo hizo.

-¡Hola, Migue! ¿como has estado?-saludó la castaña.

-¡Hola, Nora! Bien, y ¿tú?, ¿como ha estado mi tía?, hace tiempo no hablamos, es verdad lo que dice mi mamá, ¿vendrás?- dijo emocionado através de la línea.

-Yo estoy bien, mi mamá le darán de alta en unos momentos, pues a decir verdad, sí eso parece, estoy muy emocionada por verlos de nuevo, los extraño. - dijo Nora sonriendo de oreja a oreja.

-Nosotros también te extrañamos Nora, a ti y a mi tía, estamos muy felices de que pronto nos veremos, como en los viejos tiempos- dijo el pelinegro através de la línea, podría jurar a que tendría una sonrisa grabada en su rostro.

La castaña sonrió, al pensar la felicidad que sentiría al volverlos a ver.

-Si Migue, y ¿cómo has estado con tu adaptación en la escuela? ¿Ya conseguiste novia?- preguntó en un tono burlón.

Podía escuchar la carcajada que soltó su primo, através de la línea telefónica, a lo que ella también se unió a esa divertida risa que le brindaba su primo.

Luego de eso escuchó a su madre adentro del baño hablando, puso su oreja libre junto a la puerta para oir mejor, ya su carcajada se había apagado.

-No volveré contigo Víctor, y mucho menos luego de esto, casi le haces algo a mi hija, nunca te lo perdonaré, maldito idiota y no vuelvas a llamar o no me temblará la mano para ponerte tras las rejas con una denuncia más, no te tengo más miedo, hasta nunca.- dijo la voz un poco alterada de su madre através de la puerta.

Rápidamente se alejó Nora de la puerta, siendo la voz de Miguel, quien la sacó de su trance.

-¿Nora? ¿Estas ahí?- preguntó un poco preocupado su primo através del celular.

-Sí, si, lo siento me distraje, ¿qué decías?- preguntó.

-Te decía, que apenas voy a entrar en estos días, y no, no tengo novia, cuando la tenga serás la primera en saberlo, sabes mañana nos mudamos a la Reseda, dejaremos Riverside- dijo con un toque diversión.

-Esta bién te creo Migue, ¿la Reseda? Debe ser lindo allí- dijo con una sonrisa.

-Pues pronto lo sabrás, bueno te dejo Nora, tengo que ayudar a mi mamá con las cosas de la mudanza, adiós Nora, mandale saludos a mi tía y que espero que se mejore, y que el culpable pague- dijo rápidamente.

-Si Migue, adiós. - respondió para luego colgar.

Su madre salía del baño ya vestida y arreglada.

-Migue te manda saludos- anunció con una sonrisa.

-Que dulce de su parte, bueno cariño, espero que estés lista, vamos a recoger los pasaportes e iremos inmediatamente a comprar los boletos de avión, estuve investigando y sale está noche. - dijo sonriendo su madre.

- Casi lo olvidaba, mamá, ayer saqué mis papeles de la escuela y los tuyos del trabajo, para que no tuvieras problemas con eso hoy, me ayudó tu amiga Teresa, pero no te preocupes ella cree que nos mudamos a otra ciudad.- dijo recogiendo los útiles de aseo de su madre.

(...)

Los Angeles, California.

Luego de 10 horas en ese avión, ya habían llegado Nora junto a su madre, Mariana.

Recogiendo sus maletas, cada una estaba concentrada en sus propios pensamientos, luego de recogerlas comenzaron a bajar las escaleras eléctricas.

-¡Tia!, ¡Nora! ¡Estamos aquí!- gritó un emocionado Miguel, cerca del final de las escaleras eléctricas.

-¡Migue!- gritó la castaña, y rápidamente bajo las escaleras con su maleta, se lanzó a los brazos de su primo abrazandolo.

-Te extrañé mucho, mi Nora- dijo el pelinegro al oído de su prima mientras la abrazaba.

-Y yo a ti, mi piraña- dijo Nora, soltando una carcajada.

-¡Oye!, creí que habíamos dejado de lado los apodos, apestosa-dijo burlón y soltó una carcajada, separándose de su prima.

Nora pasó a abrazar a su tía Carmen y su abuela Rosa.

-Las extrañé mucho. -dijo la castaña sonriendo.

-Y nosotras a tí- respondieron al unísono Rosa y Carmen.

Luego Nora se separó del abrazo y ya había bajado su madre, saludando a su tía, abuela y primo.

Y juntos salieron a buscar un transporte para llegar a la casa en la que se habían mudado recientemente, en la Reseda.

Espero les guste

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Espero les guste.

𝑻𝑯𝑬 𝑹𝑬𝑭𝑳𝑬𝑪𝑻𝑰𝑶𝑵𝑺 𝑶𝑭 𝑻𝑯𝑬 𝑯𝑬𝑨𝑹𝑻 - 𝑹𝒐𝒃𝒃𝒚 𝑲𝒆𝒆𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora