Capítulo 9

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Buena noticia! (CREO) Me apetece maratón así que en poco subo el 10.

Noe Xx.

Estoy en el sofá, abrazado a mis piernas y temblando. Mi madre, Anne, se ha ido a pasar el fin de semana con sus amigas y yo sabía que no era seguro quedarme en casa con todo lo que ese escondite en el baño acarreaba.

Pero ella no se hacía ni una remota idea.

El timbre suena y yo abro la puerta. Niall pasa como una exalación, irradia furia.

-¡HARRY LAS PUTAS MUÑECAS!

-Niall...

-AHORA.

Le muestro estas. Tienen las marcas de los cortes que hice una semana antes. Y se notan.

-Harry, como has podido -él se agarra del pelo y hace círculos por mi sala de estar, mientras yo me caigo rendido de vuelta al sillón.

-Yo...

-Joder. Necesito que hables. -Se sienta a mi lado con fuerza, haciendo sonar los muelles del sofá- Cuéntame que ha sido está vez, lo que ha desencadenado que hagas esta atrocidad.

-No es una atrocidad...

-SÍ, SÍ LO ES. ¡Solo te haces daño!

-Me hace sentir bien.

-Ni de coña, Harold. Escúchame muy bien ¿de acuerdo?

Asiento.

-Esto solo es engañarte a ti mismo porque crees que se escapan tus problemas y toda esa puta mierda. Pero tus problemas no escapan de aquí -posa un dedo en mi muñeca- escapan de aquí -y me coloca un dedo en la frente, sonriéndome tiernamente. -Y ahora me vas a contar todo.

Suspiro- Pues, ayer, en el cine...te fuiste.

-Ajá.

-Y lloré por la peli...y bueno...Mark...

-Mark...

-Niall, Mark me besó.

-¿Y?

-¿¡Cómo que "Y"!?

-Oh vamos, es obvio que Mark te gusta.

-¿¡QUÉ!?

Me estoy quedando en shock y no sé de donde acabo de sacar fuerzas para levantarme indignado del sofá.

-Harry, siéntate y escúchame.

Cierro los ojos intentando tranquilizarme y vuelvo a tomar asiento, abriéndolos nuevamente.

-Hazz, esto no es nada malo. Muchas veces gente de nuestra edad tiene estas dudas y no existe nada de malo en ellas. De los errores se aprende. Y aunque algunos de tus errores me den miedo -mis muñecas, pienso-, este no. Este es diferente porque creo que no acarrea ninguna visita a la farmacia. Bueno, eso supongo que es en la intimidad- suelta una pequeña risa, yo ruedo los ojos- Harry, si no experimentas no consigues y si no consigues no sirves. Y tú quieres demostrar al mundo lo que vales. Pues no tengas miedo, porque vales más que nada en este mundo. Ese beso solo marcó un inicio, Harry, y puede tener final o no. Nada es algo común en lo referente al amor. Y en cuanto a la sociedad, esa jodida sociedad que te ha hecho hacerte daño, -sus ojos irradian preocupación y yo me siento mal al instante- no debe juzgarte por esto. O por lo menos no debe importarte. Es como si a mí me juzgaran porque me gusta la pizza. Es solo un gusto más en una persona, Harry. Y tú confías en Mark, lo sabes. ¿Has sentido algo aquí? -coloca su palma en mi pectoral izquierdo y yo asiento- pues entonces no hay que tener miedo a nada en esta vida. No si hay algo que cambia ahí dentro.

-Ya, pero...

-Ni peros ni hostias. Si algo cambia es porque tiene una razón. Todo tiene una razón en esta vida, por mucho que cueste encontrarla. El amor es uno de los laberintos más difíciles para encontrar la salida y llegar a la cordura, también llamada razón. Y Hazz, si algo ha cambiado ahí dentro, ten por seguro que en el de Mark también y no deberías tener miedo a decirlo.

-Gracias, Ni...

-De nada. Solo una última cosa. ¿Tu tatuaje del ancla? Sé el porqué de que te lo hiciste. Necesitas fijar tu camino, y ¿Qué mejor que un ancla? Pero Harry, un ancla no sirve de nada sin un amarre que te una a ella. El ancla va a seguir fijando ese punto, pero depende de uno mismo estar unido o no a ella. Y puede que te esté marcando tu camino, y la cuerda que necesites, sea Mark.

-Me siento mal, Ni...

-Es normal, Harry. -Me abraza y yo me acuno en sus brazos, acercándome a su posición en el sofá.

-Tienes razón...aunque Mark no me gusta. No soy gay.

Niall hace una mueca y chasca su lengua- Cariño, hay tiempo para todo -y niega sonriendo.

-¿Te puedes quedar? -él me mira dubitativo- Por favor.

-Por supuesto, Hazz.

Amaría poder tomar mis propias decisiones, no depender de nadie. Es una cosa que siempre he deseado pero nunca he tenido la oportunidad de observar. Me encantaría mostrar en lo que soy bueno y así descubrir cuales son esos aspectos. Estoy cansado de ser siempre el que está triste, el que no sabe disfrutar de todo, solo de algunas cosas y anhelo que en mi vida haya emoción, excitación o adrenalina. Algo que la haga especial en el buen sentido. Sentir nervios de la forma más dulce que se pueda, no por un jodido examen de sociales, no. Nervios por si le gusto también a alguien, si me cogerán en este o en el otro concurso...a fin de cuentas, quiero que mi vida sea una historia de libro.

Y yo, después de acurrucarme en mi rubio amigo, caigo en los brazos de Morfeo, temiendo caer en los brazos del amor.

Get out the way. [Destino II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora