Amor prohibido

Capítulo 4:

Daemon

La boda de Steven estaba próxima a realizarse y su despedía de soltero sería esa misma noche, mi hermano y yo fuimos invitados además de otros de sus amigos incluyendo a Michael, conocía a la mayoría de los presentes ya que muchos de ellos jugaban papeles muy importantes en nuestro negocio.

La fiesta tendría lugar en unos de los mejores bares que poseía la familia Adams, este era un bar de élite donde solo iban personas influyentes y de dinero para gastar sus ingresos de forma desmesurada. El lugar se llamaba The Trap y desde mi punto de vista ese nombre le quedaba a la perfección, ya que prácticamente era una trampa para ratas millonarias que buscaban escapar de su rutina entre los bailes exóticos de chicas guapas.

Esa noche el bar estaba vacío, ya que así lo había pedido Steven, la fiesta sería exclusivamente para nosotros y yo estaba más que listo para divertirme con algunas chicas, no me conformaría solamente con mirar, mi plan era llevarme a algunas a la cama ya que en el resto de la semana tuve demasiado trabajo y tenía ganas de liberar toda la tensión acumulada.

El bar contaba con varias mesas repartidas por todo el lugar y en la barra había varios cantineros, a nuestro alrededor había chicas atendiéndonos en todo lo que se nos antojara, sus diminutos atuendos nos dejaban ver mucha piel y muy poco a la imaginación. Las luces del escenario se prendieron anunciándonos que el show iba a comenzar y me acomodé en mi asiento para disfrutar de las bailarinas exóticas.

Por los Altavoces se escuchaba Dangerous Woman de Ariana Grande y una chica vestida con lencería blanca y máscara apareció, su atuendo daba a entender que era un ángel y sus movimientos eran delicados y suaves como tal, tras de ella apareció otra vestida de negro dando a entender que era un demonio, no era por despreciar a la chica de blanco, pero , aunque tenía un cuerpo hermoso, no se podía comparar con la de negro, su figura era más exquisita, tal cual reloj de arena, con una cintura diminuta. 

Sus movimientos eran de otro planeta, movía sus caderas al ritmo de la música haciendo que mis ojos no se separaran de ella. Con mucha agilidad trepó en el pole y comenzó a hacer ciertas figuras con su cuerpo, no podía describirlo de otra manera más que sexy, esa chica era dinamita y sin dudarlo sería capaz de ponérsela dura a cualquier hombre incluyendo a los ancianos y sin necesidad de usas pastillas. De un momento a otro se bajó del pole y se posicionó junto a la chica de blanco, ambas bailaban de forma desmesurada y sensual, de un momento a otro se quitaron la máscara y no pode creer lo que estaba viendo, eran Susan y Clare.

Todos los presentes nos miramos entre nosotros sin poder creer lo que acabábamos de presenciar, algunos hasta se atragantaron con su bebida por la sorpresa y otros apartaron su mirada por respeto al jefe, en cuanto a las chicas, sonreían de forma descara y continuaban con su baile. Steven y yo nos paramos al mismo tiempo y nos subimos al escenario con la intención de sacarlas y llevarlas tras bastidores, me quité mi chaqueta y se la puse a Clare por encima de sus hombros, Steven hizo lo mismo con su futura esposa.

- ¿En que estaban pensando? ¿Por qué hicieron eso? -Pregunté a las chicas. Ellos no podían parar de reír parecían drogadas.

-Tenían que haber visto su cara-Dijo Clare entre carcajada.

-Parecían idiotas cuando vieron que éramos nosotras-La siguió Susan. Por otro lado, Steven y yo no veíamos la puta gracia por ningún. Ambos estábamos super furiosos por esa estupidez.

- ¿Te parece gracioso que otros hombres te miren de esa manera? Porque a mí no. -El hijo del señor Adams no paraba de reñir a su prometida y esta se mostraba indiferente.

-Pero sin embargo tu si puedes mirar a otras mujeres no, dime cual es la diferencia, o mejor dime que es peor, dejar que otros miren mi cuerpo o mirar el cuerpo de otras. -Steven se llevó a su prometida lejos para hacer que se pusiera algo de ropa y nos dejó solos a Clare y a mí.