Daemon
-Listo, terminamos-Dijo Daniel mientras le prendía fuego a la zanja que habíamos cavado con anterioridad, los cuerpos permanecían adentro y debido al líquido que habíamos vertido las llamas crecieron sin mucho esfuerzo, causando que el calor de estas nos calentase en el frío de aquella noche. Habíamos invertido demasiado tiempo y esfuerzo en ocultar los cadáveres, tuvimos que transportarlos a un acampado lejos de la ciudad para no levantar sospechas y me sentía más que agotado por el día que estábamos teniendo.
Sin poder más, me permití sentarme en el suelo, la herida de mi abdomen me dolía demasiado por todo el esfuerzo, a pesar de haber sido poco, ya que Daniel y Dylan no me permitieron hacer mucho debido a mi condición. Una vez que los cuerpos se calcinaron lo suficiente Dylan comenzó a verter tierra dentro para sellar la zanja y apagar el fuego a la vez, al terminar nos subimos al auto y nos dirigimos hacia la casa donde Steven dijo que debíamos permanecer.
Esta estaba alejada de la ciudad muy cerca del acampado donde enterramos a los guardias, la zona estaba totalmente desolada, en los alrededores no había otras casas además de la nuestra y se veía muy solitaria a medida que nos acercábamos. Esta estaba rodeada por una cerca de metal, y antes de entrar pude observar como el pelirrojo sacaba su celular y programaba algo en este, de pronto la cerca comenzó a abrirse con una puerta corrediza haciendo un molesto chirrido a su paso y cuando estuvimos dentro del perímetro se volvió a cerrar.
El suelo era muy árido, no había rastro de vegetación por ningún lado, y pude observar varias cámaras de seguridad en los alrededores. De la cerca se podía notar un zumbido, seguramente provocado por electricidad, lejos de ser una casa, parecía más bien una base militar, a pesar de no haber nadie más que nosotros tres, esta estaba muy bien protegida y entrar no era fácil.
El pelirrojo fue el primero en bajar del auto y adentrarse en la fortaleza, la puerta requería una contraseña y este se apresuró a incorporar los dígitos correspondientes para abrirla, una vez adentro, lo primero que vi fue un estante en la pared con todo tipo de armas, había muchas pistolas, escopetas, metralletas y también armas blancas de distintos modelos. Una pantalla enorme se encontraba en el salón frente al sofá y varios sillones, esta trasmitía lo que las cámaras grababan a tiempo real y en uno de los cuadrados que enmarcaban las cámaras aparecíamos nosotros, la mesa del comedor estaba siendo ocupada por varias computadoras, más armas y muchos papeles por encima totalmente desorganizados. El lugar no contaba con grandes lujos, pero si tenía todo lo necesario para que pudiéramos vivir cómodos y seguros en su interior.
-Bienvenidos al cuartel secreto de Steven, o como a mí me gusta llamarlo, la casa del terror. -Dijo Daniel llevando sus manos al aire y dejándonos ver una sonrisa malévola, en las pocas horas que habíamos permanecido juntos me di cuenta de que el chico podía ser demasiado dramático, dándole una pisca de comedia a su personalidad.
-Me encantaría quedarme platicando con ustedes, pero estoy más muerto que esos cuerpos que acabamos de enterrar, así que si me disculpan voy a dormir. Ustedes pueden ocupar los cuartos de arriba, yo estaré aquí abajo por si necesitan algo- Dijo Daniel en un tono amable y desapareció tras una puerta que seguramente llevaba a su habitación.Mi hermano y yo nos quedamos solos en ese momento y el ambiente se volvió demasiado pesado, todavía existía un tema entre nosotros que no acabábamos de resolver y este se hacía más intenso a medica que pasaba el tiempo, todavía no tenía claro el porqué de su traición, las excusas que me dio no me convencían y estaba dispuesto a que me lo explicara todo en ese preciso momento.
Dylan supo lo que quería con solo mirarlo, sabía que esperaba una explicación de su parte y no descansaría hasta que me la diera, estaba más que decepcionado y herido, pero esta vez le daría la oportunidad de explicarse, ya que nos encontrábamos en esta situación.
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Amor prohibido
RomanceClare vive bajo la sombra de su familia sin darse cuenta que todo a su alrededor no es lo que ella piensa y para descubrirlo tiene que sacrificar sus lágrimas, su cuerpo, su vida y hasta su amor, haciendo que este sea prohibido.