Capítulo 5:

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Clare

La despedida de soltero terminó de mala manera, mi hermano se enojó demasiado y no me dirigió la palabra por varios días. No pude evitar sentirme mal ya que provoqué una pelea entre Susan y él y por un momento temí que la boda no se realizara, pero mi hermano nos dejó saber que estaba muy enamorado y a pesar de la tremenda locura que habíamos hecho no sería capaz de renunciar a su futura esposa.

Yo todavía me sentía culpable, reconocía mi error y le pedí perdón a ambos, a veces mi locura sobrepasa los límites y no me daba cuenta que podía perjudicar a personas en el proceso. No me gustaba herir a los demás cuando no lo merecían y en este caso mis ocurrencias hirieron a dos personas que me importan demasiado, la lección que me dejó todo esto, fue que entre una relación de dos no debe existir la opinión de un tercero, entendí que, aunque fuera cercana a ellos no debía meterme en sus problemas, estos los debían resolver solos a puerta cerrada.

El día de trasladarnos hacia Cancún había llegado al fin, esperé este momento con muchas ansias y mis deseos por disfrutar de sus hermosas playas eran increíbles, parecía una niña pequeña en un viaje de vacaciones. El jet de mi padre se encontraba a nuestra disposición y era el trasporte que usaríamos para trasladarnos hacia nuestro destino. Dicho transporte se encontraba en un aeródromo que le pertenecía a mi familia mucho antes de que yo naciera. Este era muy espacioso y cómodo con la capacidad de brindarnos ciertos lujos que la verdad no creí necesitar en el periodo de tiempo que demoraría nuestro viaje.

Algunos invitados viajarían por su cuenta, mientras que otros como Michael, Dylan y Daemon estarían con nosotros. El chico rubio no dudó en sentarse a mi lado, cosa que me incomodó, parecía que manteníamos una relación de amistad después de todo lo que pasó, pero la verdad era que Michael no paraba de soltar comentarios insinuantes, al principio creí que podía tratarse de su forma de ser, él era una persona que le encanta exaltar la personalidad y las cualidades de los demás, pero yo lo conocía demasiado bien, y desde que llegué el chico seguía mis pisadas como un perrito buscando el cariño y la atención de su dueña, pero eso ya no iba conmigo, él dejó de llamar mi tención desde hace mucho tiempo, sabía que era una buena persona, a lo mejor era demasiado bueno para mí, y no quería hacerle daño como lo hice en el pasado, por eso trataba de evitarlo a toda costa, aunque él no se rendía y continuaba tratando de llamar mi atención, hasta ahora no me exponía con claridad sus sentimientos hacia mí, pero eso era precisamente lo que yo no quería, así que con el objetivo de evadir sus conversaciones fingí que estaba exhausta y me quedé dormida durante todo el viaje.

Una hora después nos encontrábamos en el hotel, este había sido desalojado en su totalidad, solamente albergaría a las personas que estaban involucradas en la boda, el recinto se encargaría de la comida y organización del evento y mi madre sería la capitana de todo. Mi habitación era perfecta, contaba con una cocina que incluía una pequeña isla y un minibar, también tenía una sala de estar y en el cuarto había un baño increíble, muy bien acomodado con todo lo necesario para mi aseo personal. Lo que más me gustaba era la vista al mar y piscina privada, que no dudé en probar una vez que estuve instalada.

Cancún era maravilloso, no había pasado una hora desde nuestra llegada y ya estaba totalmente enamorada de este lugar, hacía un calor impresionante y el azul de las playas era extraordinariamente llamativo, era una invitación a disfrutar del agua en todo su esplendor, me encantaba la sensación que dejaba la arena en mis pies descalzos, esta era totalmente blanca y muy fina. 

Mientras caminaba por la playa sentí como alguien se acercaba con un trote ligero a mi lado, giré mi cabeza en un intento de ver quien era y al encontrarme con un pelo rubio casi platinado y unos ojos azules más llamativos que el mar a nuestro alrededor me di cuenta que se trataba de Michael, este había cambiado su atuendo de viaje por uno más playero y relajado, consistía en un short rojo que se acentuaba a la altura de sus muslos dejando ver lo bien trabajados que estaban, también llevaba puesta una camiseta sin mangas que se ajustaba perfectamente a su cuerpo y mostraba la anchura de sus pechos, hombros y brazos.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora