Clare
Abrí la puerta de mi habitación y lo primero que vi fueron sus ojos verdes, no podía creerlo. ¿Acoso estaba soñando? Daemon y Daniel estaban parados frente a mí, con trajes negro similares a los que usan los guardias de mi padre. Quería pellizcarme para comprobarlo, pero sentí miedo de que fuera mi cabeza jugándome una mala pasada, no quería despertar y que esta magnífica ilusión se esfumara cuando volviera a mis sentidos.
Daemon no esperó a que asimilara su presencia y sin perder tiempo agarró mi cara y se acercó a mí para besarme. Nuestros labios se unieron muy lentamente, disfrutando cada roce y cada caricia como si verdaderamente fuera la última de nuestras vidas, su mano rodeó mi cintura y me pegó a él un poco más, pude sentir su olor, ese delicioso aroma masculino que hacía que me derritiera en sus brazos, sus músculos me rodearon y me encantaba estar de aquella manera. Sentirlo tan cerca hizo que todo a mi alrededor desapareciera y en ese momento sólo me concentré en él.
- ¿Y para mí no hay uno de esos besos guapa? - Dijo Daniel desde un rincón de mi habitación interrumpiendo nuestra muestra de cariño, mi mirada se dirigió a la suya automáticamente, el pelirrojo se encontraba de pie sosteniendo una sonrisa en su boca.
- ¿Cómo? -Dije sin comprender toda esa situación. - ¿Qué haces aquí, con él, en medio de todo esto? -No hizo falta que especificara mucho, ellos sabían perfectamente lo que quería decir.
-Siempre he estado en esto -Dijo haciendo comillas con sus dedos al mencionar la última palabra, con paso lento se fue acercando a mí y se detuvo cuando estuvimos muy cerca. -Sólo que no lo sabías -Me guiñó un ojo y con este gesto no pude evitar sonreír, solo él podía hacer ese momento un poco más casual y menos estresante. Había cambiado un poco desde la última vez que lo vi, su pelo rojo estaba más largo y en su rostro lucía una barba corta y bien cuidada, le daba un aspecto diferente, se veía un poco mayor. – Entonces. ¿Me vas a dar un fuerte abrazo o prefieres un beso como el que le diste a él?
-Creo que con un abrazo van a estar bien -Dijo Daemon respondiendo por mí sin molestarse en ocultar sus celos. Sin tardar más tiempo enrollé mis brazos sobre su cuello y él hizo lo mismo con mi cintura.
- ¿Cómo lograron entrar? -Pregunté con curiosidad. -Cariño, no hay nada que no podamos hacer, somos invisibles- Dijo a la vez que se separaba de mí.
-Querrás decir invencibles -Dijo Daemon corrigiéndolo.
-No, literal somos invisibles, nadie nos vio - Los dos giramos los ojos ante su mala broma y él solo se rio.
-Aun así, es peligroso que estén aquí.
-Solo quería ver como estabas-Daemon agarró mi mano e hizo que acercara a él nuevamente. -Estaba preocupado por ti.
-Yo también, mi hermano se encargó de recordarme cada día que te estabas recuperando del disparo, pero sus palabras no me sirvieron de consuelo, necesitaba verte y ahora estás aquí. -Nuestras miradas se encontraron trasmitiendo un sinfín de sensaciones y una vez más nos unimos en un profundo beso.
-Creo que voy a ver si allá afuera corre mejor el aire, aquí dentro como que hace mucho calor, si van a hacer algo no se demoren mucho, recuerden que podrían matarnos si nos descubren -Dijo Daniel con la intención de salir del cuarto, pero no le hicimos caso, solo escuchamos la puerta cerrarse a sus espaldas.
-Te extrañé demasiado -Sus palabras hicieron eco en mi interior y me llenaron de ternura.
-También te extrañé -Dije formulando una sonrisa en mis labios, estaba feliz de que estuviera ahí, conmigo, mirándome con esos ojos verdes y sosteniéndome como si me fuera a escurrir de sus manos en cualquier momento. Quise detener el tiempo y quedarme en ese instante para siempre, enredada entre sus brazos disfrutando de sus caricias y sus besos, pero sabía que esto no me era posible y Daemon notó mi cara de decepción al pensar en estas cosas.
ESTÁS LEYENDO
Amor prohibido
RomanceClare vive bajo la sombra de su familia sin darse cuenta que todo a su alrededor no es lo que ella piensa y para descubrirlo tiene que sacrificar sus lágrimas, su cuerpo, su vida y hasta su amor, haciendo que este sea prohibido.