Daemon
Steven nos había citado en el lugar de siempre, The Sand and Sound se había convertido en nuestro centro de reuniones y a mí me gustaba la idea ya que el lugar era perfecto para pasar desapercibidos y los trabajadores eran bastante discretos. Esa noche Charles estaba en la puerta del club y sería uno de los encargados de la seguridad, al vernos nos dejó pasar a Dylan y a mi sin ningún problema, luego pude observar cómo comunicaba algo por el intercomunicador que tenía en su oído y la manga de su traje. La música estaba demasiado alta para mi gusto, pero sabía que esta nos ayudaba a camuflar nuestras verdaderas intenciones.
Los chicos que se encontraban en este lugar disfrutaban y bailaban, en otros momentos yo también hubiera disfrutado al igual que ellos, pero esta noche estábamos trabajando y no había tiempo para divertirse, nos tomábamos nuestro trabajo muy en serio, no podíamos dar un paso en falso porque si fallábamos en lo más mínimo todo se podía ir a la mierda y no estábamos en posición de perder lo que nos había costado tanto trabajo.
Sabía que Steven se encontraba esperándonos en el reservado de la segunda planta, como ya era costumbre, y era justo ahí a donde nos dirigíamos cuando la vi. Por un momento dudé que fuera ella porque estaba muy cambiada, su pelo estaba más largo y caía por su espalda, su cuerpo ya no se veía como el de una niña, sino como el de una mujer muy bien dotada, su vestido era demasiado revelador y atrevido y esto hacía que los chicos a su alrededor no pudieran parar de verla como hipnotizados. A esta chica no le importaba bailar de una forma muy seductora delante de todos, estaba muy pegada a dos chicos sin ningún tipo de pudor, estos se arrimaban a ella, y la tocaban descaradamente, con cada tacto me hervía la sangre y sin darme cuenta me acerqué a ellos y se la arrebaté de las manos antes de que la situación se pusiera más candente.
- ¿Qué coño estás haciendo? -Dije sin medir el enojo en mis palabras. La chica se sorprendió ante mi presencia y atrevimiento, nunca pensé que nuestro reencuentro fuera de esa manera, pero la verdad no me podía imaginar nada mejor después de lo que le hice.
-Solo me divierto-Dijo a la vez que se soltaba de mi agarre, Clare me mostraba seguridad ante sus palabras, como si estuviera orgullosa de lo que estaba haciendo y esto me enfureció.
-Eso fue lo que te enseñaron en ese internado, a bailar como una puta stripper-Antes de que pudiera decir nada más, mi cabeza dio un giro de noventa grados cuando su manó impactó en mi cara, pero acepté que me lo merecía por haber sido todo un cabrón.
Mis ojos no se apartaron de ella y antes de que pudiera decir nada, apareció mi hermano.-No te pierdas así viejo, no quiero estar detrás de ti toda la noche, además recuerda que estamos aquí por trabajo.-El muy imbécil no se había percatado de la presencia de Clare hasta que pasaron unos segundos.- Vaya, no te había conocido, sí que has cambiado-Dylan se atrevió a abrasarla y ella accedió ante la muestra de afecto-¿Cuándo llegaste?
-Ayer en la madrugada. -Respondió a mi hermano. A mí se me pasaron millones de preguntas por la cabeza, hacía seis años que no sabía nada de ella y el hecho de que la tuviera en frente me había dejado en chock, volver a verla me suponía recordar muchas cosas de mi pasado de las cuales no me sentía orgulloso, pero no me arrepentía.
-Chicos al fin los encuentro-En ese momento Steven se acercó a nosotros-Me anunciaron de su llegada y al no verlos por ningún lado comencé a preocuparme.- El hijo del señor Adams podía parecer un poco joven para los negocios que manejaba su familia, pero se ganó nuestro respeto al demostrarnos todo lo contrario, hacía dos años él se había convertido en nuestro segundo jefe y era el encargado de supervisar todos los movimientos que ordenaba su padre, había que admitir que el chico estaba muy bien preparado y tenía huevos suficientes para afrontar toda la presión que requería este tipo de negocio.
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Amor prohibido
RomanceClare vive bajo la sombra de su familia sin darse cuenta que todo a su alrededor no es lo que ella piensa y para descubrirlo tiene que sacrificar sus lágrimas, su cuerpo, su vida y hasta su amor, haciendo que este sea prohibido.