Clare
Me desperté con un fuerte dolor en todos los músculos de mi cuerpo, parecía que me habían golpeado con un bate de baseball y mi cabeza daba vueltas, me encontraba muy mareada y desorientada. Miré a mi alrededor para ver donde me encontraba y me sentí aliviada al comprobar que estaba en mi antigua habitación, pero los recuerdos de la noche anterior invadieron mi cabeza y recordé que este lugar ya no era seguro, bajo este techo vivían personas que eran irreconocibles para mí, mi padre había matado a una chica, recordaba como sostenía el arma y le quitaba la vida a aquella inocente, mi hermano también lo había visto, él estaba a su lado sosteniendo un arma, parecía tan familiarizado con esta en la mano que dudaba mucho que fuera su primera vez usando una.
Recuerdo que también había varios hombres entre ellos Dylan y Daemon, este último tenía acorralada a una chica rubia con su pistola y una especie de vidrio, la chica estaba totalmente cubierta de sangre y tuve miedo al imaginar la serie de cosas que le habían hecho. Parecía una película de terror y en el fondo quería que nada de eso fuera cierto, pero yo estaba segura de lo que había visto y joder, no le podía hallar una razón lógica que justificara el por que de toda esa situación.
- ¿Te encuentras bien? -Escuché una voz a mi lado y no pude evitar saltar por el susto. Descubrí que se trataba de Michael, este se encontraba sentado en una silla junto a mi cama, en su cara había varios golpes, y en uno de ellos se podía ver rastros de sangre fresca. Se acercó y tomó asiento en el colchón, apenas podía pronunciar alguna palabra, todavía estaba en shock por lo que presencié en la noche anterior. Michael comenzó a acariciar mi mejilla, yo no lo aparté, de alguna manera necesitaba su apoyo en ese momento, comencé a llorar de forma desmesurada y sin consuelo, tenía tantas dudas en mi cabeza, pero no quería la respuesta de ninguna, tenía miedo de lo que pudiera descubrir.
- ¿Tu eres igual que ellos? -Pregunté. Solo quería saber si Michel estaba involucrado en todo eso que vi la noche anterior.
- ¿A qué te refieres? -Preguntó mostrando cara de confusión.
-Quiero saber si tu estas consciente de lo que pasó y si eres igual que ellos. -Exigí saber.
-No sé de qué me hablas Clare, yo solo sé que te desmallaste y te trajeron aquí.
-¡Mentira! -Comencé a llorar aún más. - ¡No me desmallé, fue Hugo, el me inyectó algo, había chicas, hombres armados, mi padre la mató! -Michael me miraba como si estuviera loca. Tomó mi cara entre sus manos y me acercó a él para calmarme. Pude ver de cerca sus heridas, estas estaban profundas y se veían muy mal.
- ¿Que te pasó? -Pregunté.
-Fue Daemon, me golpeó cuando me negué a dejarte sola.
-Son peligrosos, tienes que sacarme de aquí, no quiero estar con ellos, tengo miedo Michael. -Admití entre susurros mientras me acurrucaba en su cuello.
-No te preocupes, haré lo que tú quieras, estoy de tu lado. -Michael me dejó saber que me apoyaba y decidí confiar en él. De pronto la puerta se abrió y mi padre entró acompañado de Steven y los hermanos Louge. Bajé mi mirada en cuanto los tuve delante, no me animaba a mirarlos a la cara, estaba totalmente aterrada, tenía miedo de que me mataran igual que a la chica.
-Qué bueno que ya estas despiertan. -Comenzó a hablar mi padre, y al escucharlo mis músculos comenzaron a temblar de miedo. – Espero que estés bien, seguramente quieres que te demos explicaciones y estamos dispuestos a responder lo que quieras.
-No quiero que me digan nada. -Interrumpí sus palabras, y en mi tono se podía escuchar lo aterrada que me encontraba en su presencia. -Solo quiero irme de aquí. -Comencé a llorar otra vez.
- ¿A dónde irás? -Preguntó mi hermano. Su voz era triste, pensaba que lo conocía, creí que era mi persona favorita en el mundo y me dolió descubrir que el Steven que tenía delante, no era el mismo con el que había crecido y compartido momentos inolvidables.
-Me voy a ir con Michel. -Todos lo miraron.
-No, no te vas a ir con ese pedazo de mierda. -Esta vez fue Daemon quien habló y sus palabras hicieron que me estremeciera y comenzara a temblar mucho más.
-No quiero saber nada, solo déjenme irme por favor, no me hagan daño. -Comencé a suplicar para que me dejaran marcharme y el único que mostraba resistencia ante mi petición era Daemon.
- ¿Que le dijiste idiota? ¿Por qué de pronto quiere irse contigo?
-Solo está asustada. -Comenzó a hablar el rubio a mi lado. -No vez que te tiene miedo. Daemon comenzó a caminar hacia mí, quiso tocarme, pero me alejé como si su mano estuviera llena de espinas.
-Clare, no me temas por favor, sabes que nunca te haría daño. -Comenzó a suplicar.
-Te vi con un arma, estabas reteniendo a una chica. -Lo acusé-Mi padre mató a alguien y nadie hizo nada para impedirlo. Por favor, déjenme irme, se lo suplico.
-Señor creo que es mejor que Clare se quede conmigo por un tiempo. -Alegó Michael.
-No lo permitas Andrew. -Pidió Daemon.
-Se hará lo que ella pide. -Concluyó mi padre. -No nos está pidiendo explicaciones y considero que es bastante justo dejar que se vaya a donde se sienta más segura. Nadie mostró estar satisfecho a excepción de Michael y yo.
- ¿Me pueden dejar sola? -Pedí y todos comenzaron a salir de mi habitación incluyendo a Michael.
-Tu no. -Supliqué tomándolo de la mano.
Una vez estuvimos solos comenzamos a preparar una maleta con toda mi ropa, y en pocos minutos estuvimos listos para marcharnos, en la sala se encontraba mi familia y los hermanos Louge, mi madre y Susan acompañaban a sus esposos, tuve la duda de si ellas estaban consiente de todo, pero no que quedaría para preguntárselo, solo quería salir de ahí lo antes posible. No me despedí de nadie, ni siquiera tuve el valor de mirarlos simplemente pasamos de largo y cerramos la puerta a nuestras espaldas. Me subí al auto de Michael y mientras conducía mi mirada estaba perdida en la carretera, comencé a llorar cuando recordé todo, estaba perdida, confundida, y Michel tomó mi mano para dejarme saber su apoyo. El auto se detuvo frente a un edificio muy hermoso, estábamos en la misma ciudad y estar tan cerca de mi familia hizo que me preocupara y me sintiera insegura.
-No te preocupes, ellos no saben que estamos aquí -Dijo el rubio sosteniendo mi mano para calmarme el me conocía bien.
Subimos por el elevador y en poco tiempo estábamos en un departamento con suficiente espacio para albergarnos a los dos. Nuestras habitaciones estaban separadas, pero se encontraban una al lado de la otra. Acomodé mi ropa para desconectar mi mente y no tener que pensar en todo lo ocurrido en las últimas veinticuatro horas, solo quería distraerme.
Michael tocó la puerta y luego de abrirla entró con un plato de espaguetis en la mano y una botella de agua en la otra.-Te traje algo para que comas. -Dijo sonriente, pero yo rechacé la comida, no tenía apetito, en lo unió que podía pensar era en el cadáver de aquella chica.
-Hermosa, tienes que comer. -Me llamó de la misma manera que cuando éramos novios.
-No puedo, solo quiero borrar todo de mi cabeza.
Michael se acercó y colocó la comida encima de una mesita junto a la cama. Se acercó a mí y deslizó su dedo indicé sobre mi frente, sonreí al recordar ese gesto, era algo que solíamos hacer cuando éramos adolescentes y pasaba algo malo entre nosotros, simulábamos que nuestra frente era como la pantalla de un celular y deslizábamos el dedo simulando que las imágenes se corrían. Esto hizo que sonriera de manera forzada.
- ¿Quieres hacer algo? No sé, podríamos ver una película, o una serie, o jugar a algún juego de mesa. -La verdad era que no quería hacer nada, solo llorar, pero el chico estaba haciendo todo lo posible por animarme.
-Veamos una serie. -Dije sin estar muy segura.
Ya habían pasado los primeros cuatro capítulos y yo ni siquiera sabía de qué se trataba, creo que era una comedia, pero a mí no me hacía gracia, poco a poco me fue quedando dormida, y esto fue lo mejor, solo así me olvidaba de todo lo ocurrido.
Nota de la autora
Pobre Clare, la pasó mal en este capítulo, esperemos que el destino le tenga algo mejor preparado. No olviden comentar, quiero saber que les pareció.💜
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Amor prohibido
RomanceClare vive bajo la sombra de su familia sin darse cuenta que todo a su alrededor no es lo que ella piensa y para descubrirlo tiene que sacrificar sus lágrimas, su cuerpo, su vida y hasta su amor, haciendo que este sea prohibido.