Daemon
Manejaba de regreso a la cabaña con todo lo necesario para pasar unos días allí, aproveché que Clare se encontraba durmiendo y manejé durante dos horas hasta llegar al pueblo más cercano para conseguir algo de ropa para los dos, comida y otras cosas que necesitábamos. También compré un nuevo celular, tuve que destruir el que tenía para que no pudieran rastrear nuestra locación. Detuve el auto frente a la cabaña y una Clare muy molesta salió a recibirme, de sus ojos caían lágrimas y su cara estaba muy roja por el enfado.
- ¡Eres un idiota! -Dijo mientras bajaba las escaleras del porche y se acercaba a mí- ¡Como te atreves a dejarme sola, pensé que te habían matado! -En sus ojos había preocupación.
- Solo salí a comprar unas cosas. -Su mirada se dirigió hacia mi herida de bala, mi pulóver se encontraba manchado de sangre y esta continuaba sangrando, aunque no tanto como al principio.
-Si no te limpias eso se te va a infectar.
-No te preocupes he sobrevivido a peores-La expresión de su cara ante mi comentario reflejaba asombro y un poco de temor.
Tomé las bolsas del maletero con todos los productos que había comprado, y nos dirigimos hacia dentro. Lo puse todo sobre la mesa del comedor y le extendí una de las bolsas, en esta había un par baqueros y varias blusas, también había comprado un par de zapatos y ropa interior. La ropa que llevábamos puesta estaba muy sucia y manchada de sangre, en su caso solo llevaba un pantalón de chándal y sus pechos estaban cubiertos solamente con un sujetado negro, tenerla de aquella manera era demasiada tentación, y si me había controlado era solo por la situación en la que nos encontrábamos.
-Si quieres puedes tomar una ducha mientras yo te sirvo algo de comer. -Propuse, pero ella se negó.
-Primero hay que limpiar tu herida. -Dijo decidida -Siéntate en el sofá y quítate el pulóver-Ordenó. Mientras hacía lo que me pedía fue al baño y regresó con un paño y una vasija con agua, para entonces ya estaba con todo mi torso desnudo. Clare se agachó en frente de mí y mi cabeza voló al verla en aquella postura y con ese maldito sujetador que abrasaba sus senos de aquella manera, provocando que lucieran tan deseables para mí. Sumergió el paño en el agua y comenzó a limpiar toda la sangre alrededor de la herida, mientras lo hacía no pude quitar mi mirada de ella, se veía tremendamente sexy y su toque era muy suave, era la combinación perfecta entre delicado, inocente y a la vez provocador.
-Esto no será suficiente -Dijo de pronto distrayéndome de mis pensamientos-Necesito algún desinfectante. -Me paré del sofá y fui a la cocina, busqué en los cajones y encontré varias botellas vacías, pero entre estas había una de vodka que estaba por la mitad. Imágenes de mi pasado aparecieron al ver esa bebida alcohólica, pero me obligué a ignorarlas y regresé con esta en las manos, Clare la tomó y empapó otro paño con el líquido, luego frotó este con cuidado sobre la herida y la cubrió con varias gazas que seguramente encontró detrás del espejo del baño.
-Gracias -Dijo una vez que terminó su curación.
- ¿Por qué? -Pregunté extrañado.
-Por recibir una bala en mi lugar.
-No te preocupes, no fue nada.
-Pudo haberte matado -Se quejó.
-Pero no lo hizo. -Nos quedamos un rato mirándonos a los ojos, su mirada reflejaba demasiados sentimientos y no pude leer su expresión, parecía triste, insegura, temerosa y sobre todo decepcionada. Colocó un mechón de su cabello detrás de su oreja y mi mirada se dirigió hacia su fino cuello, este tenía una pequeña mancha, como si alguien le hubiera succionado la piel.
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Amor prohibido
RomanceClare vive bajo la sombra de su familia sin darse cuenta que todo a su alrededor no es lo que ella piensa y para descubrirlo tiene que sacrificar sus lágrimas, su cuerpo, su vida y hasta su amor, haciendo que este sea prohibido.