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Luego de corroborar que no le faltaba ningún detalle por arreglar, Jimin se dirigió al pequeño divisor que tenía sobre su escritorio y tomó un lip-gloss.

Se aplico una pequeña cantidad, solo para darle un toque más brillante y rosado a sus labios.

Revisó su móvil a espera de una respuesta de Jeon, con la dirección del café al que irían. Pero aún cuando había leído sus mensajes, una hora atrás, no le contestaba.

El sonido del tiembre fue lo que detuvo la llamada que estaba por hacer.

Jeon estaba en el porche de la casa, esperando muy tranquilamente.
Con el mismo porte que siempre lo había caracterizado.

Park no había sido el único que se preparó detenidamente para ése café. Porque Jeon estaba extremadamente atractivo; y sin dudas era algo que Jimin sabía desde antemano, que le jugaría muy en contra si quería concentrarse.

—No contestaste mis mensajes, Jeon...

"Hola, ¿Cómo estás?" Muy bien Park, gracias por preguntar. ¿Vos cómo estás?— el castaño se acercó hacia donde estaba el menor, ironizando el modo en el que Jimin comenzó la conversación.

—No me enviaste la dirección, Jeon.

Jimin estaba demasiado decidido, aun cuándo el aura que rodeaba a Jeon lo estaba derritiendo por dentro.
Aún así no cambió su expresión al notar como se había acercado el mayor.

Park acercó su brazo, y colocó su zurda sobre el hombro de Jeon, mientras le sonreía de lado.

—¿Vas a seguir sin responderme, Jungkook?

Pero el castaño redobló la apuesta, y acarició su mejila, mientras disfrutaba claramente, cuál era la reacción de Park.
Dándose vuelta lo suficiente para dejar ver la motocicleta que estaba detrás suyo, la señaló y volvió a mirar al peli-rosa.

—Fui tan considerado, que vine hasta acá para buscarte y que tengas que evitar pagar un taxi.

Jimin apretó suavemente el hombro del mayor, pero en cambio, éste no quitó la mano de su mejilla; sino que lo observó con una gran sonrisa de victoria en sus labios.

—¿Al menos trajiste un casco para mi...?

—Es tu casco Jimin, siempre está apartado para vos.

—Siempre tan considerado, Jeon...— el peli-rosa cerró la puerta detrás suyo y caminó a la par del castaño.

Por unos segundos ambos se quedaron mirando, y a la motocicleta. Había pasado tiempo desde la última vez que salieron juntos en ella.

Jeon se sentó en ésta, y luego lo hizo Park. Se acomodó sobre la misma y colocó sus manos sobre los hombros del mayor.
Acto que desconcertó a Jungkook.

—Deberías de agarrarte más fuerte, Jimin.— pero en lugar de recibir la respuesta que pensaba, Park apretó más fuerte sus manos.—Ya, en serio...

El peli-rosa simplemente aflojó el agarre, pero no movió sus manos del sitio. Estaba logrando a la perfección lo que esperaba.
Algo impaciente, Jeon tomó con su mano opuesta, y ubicó ambos brazos del menor, alrededor de su torso.

Park se acercó, quedando a escasos centímetros de la nuca del castaño.

—¿Te hace acordar a algo, Jeon?— susurró cerca de su oído; mientras observaba como se formaba una sonrisa en el rostro del mayor.
Y esa tan característica manía de empujar el interior de sus mejillas con su lengua.— ¿O voy a tener que pedirte que sueltes mis manos?

Unknown Letter [Kookmin AU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora