Unknown Letter [Kookmin AU]

Epílogo

[Dos años después]

—Entonces, ¿Se supone que debo creerte cuando me decís que estás en serio en un relación?— el menor asintió mientras le daba un sorbo a su bebida.

En esos últimos años, no había tenido siquiera una pareja estable, la cuál podría presentar a sus amigos.
Era verdaderamente increíble para el castaño.

—No te creo, ya nos dijiste eso, y terminaste con el chico una semana después.

—Pero ahora es distinto. Esto va en serio, ya llevamos meses conociéndonos. Nos hablamos por primera vez después de una clase de francés.— el mayor aún seguía reacio ante aquello. No podía creer que después de tanto, consiguiera una pareja estable.

Era casi imposible.

—¿Y para cuándo vas a presentármelo? Soy tu mejor amigo, necesito primicias.

—Quizás venga a buscarme después de que termine el turno. Justo hoy tenía el día libre.— los ojos del menor se iluminaron al decirlo. Pequeña acción que el castaño no pasó por alto.

—¿SeokJin y Namjoon se enteraron? Ahora que son tus "besties"— hizo una seña con sus dedos, simulando las comillas a ésa última palabra.

Obteniendo una gran caracajada por parte del menor.

—Jungkook, son mis amigos. Eso no te quita el puesto enorme que tenés en mi corazón— ambos rieron luego de la espléndida actuación de Kim al decir aquello.

Los minutos empezaron a correr y el descanso de Kim estaba próximo a su fin. Por lo que se levantó buscando nuevamente su delantal, para comenzar a horario su último turno.

—No te vayas aún, Jeon. Espera que tengo que mostrarte algo luego...

El castaño se acercó a la caja, donde estaba el puesto de Kim, y se recostó sobre ésta.

El lugar estaba relativamente vacío en ese horario, lo que ofrecía el menú de la cafetería estaba orientado casi plenamente a meriendas, u opciones nocturnas de postre.

—Buenas tardes, puede darme dos lattes medianos, con dos muffins para llevar. ¡Muchas gracias!

Fue aquella suave voz la que hizo que el castaño dejara de lado su móvil y las redes sociales.

Llevaba puesto una camisa de un rosa tan suave, que apenas podía notarse, y unos ajustados pantalones negros. Mientras que en su brazo cargaba un saco del mismo tono que su prenda inferior.

Y su tan característica sonrisa que siempre adornaba su delicado rostro.

Sin duda esos dos años le habían sentado muy bien.

—¿A nombre de quiénes los pongo?— habló el compañero de Kim, que atendió al rubio.

—A nombre de Wonwoo y Jimin, por favor.

Cuando el rubio levantó sus gafas, Jeon estuvo a punto de acercarse a saludarlo. Sus impulsos eran lo suficientemente fuertes para hacerlo, pero luego de aquello, simplemente prefirió regresar su vista el móvil que tenía en una de sus manos.

—¿Vas a hacer como si no me vieras, Jungkook? Vi tu motocicleta estacionada afuera...— Jeon lo miró directamente por primera vez.

Ambos seguían igual de cierto modo. Pero habían cambiado mucho en muchos aspectos.

Esos dos años estuvieron llenos de cambios.
La universidad, trabajo, muchas personas que entraron en las vidas de ambos. Y muchos hechos que los marcaron a cada uno.