Capitulo 11 ¿El comienzo de una amistad?

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Jenn ♪

Viernes

Por fin llegaba el anhelado día o el favorito de los adolescentes, aunque de cierta forma ese día siempre me veía obligada a salir con las chicas, fuera como fuera si no era como apartarme de ellas o en sí como "traición" puede sonar raro porque dicen que nadie te puede obligar a algo que no quieras hacer, pero en mi caso  no lo sentía así, tenía la necesidad de hacerlo para formar parte de algo. Odiaba sentirme aislada.

Repase mi habitación, a pesar de haber cambiado mi cuarto seguía igual, los mismos libros, cómics, cientos de películas, cds, la memoria de mi portátil llena de series sin concluir.

Mi antigua yo seguía atrapada en esa habitación con las cosas que amaba.

Me entraban sensaciones de melancolía. Pero eso termino cuando mi mamá irrumpió en mi habitación sin tocar como era propio de ella.

–—¿Todo bien?—, preguntó repasándome con la mirada.— Por cierto recuerda que mañana vendrá a recogerte tu padre para hacer una salida padre e hija.

—Aja– farfulle —Ahh, y por favor recuerda tocar la puerta antes de entrar.

La historia de mi familia sobre todo esa parte dramática del divorcio no fue tan difícil en mi caso, por que mis padres aún después de la separación eran amigos y yo lo comprendía.

—Y tú recuerda apresurarte, que ya es tarde — Como siempre de nuevo se me hacia tarde.

No tener un auto propio era una desventaja por completo y esperar al autobús me enfurecía aún más, había ocasiones en las que me dejaba y con toda la pena del mundo no iba a la escuela.

Entrar a la escuela, me recordaba al mal episodio del día anterior, pero ya me iba a escuchar la tonta que le había dicho a que instituto asistía.

Un escalofrío me recorrió la espalda de solo recordarlo.

Al entrar al aula fui donde estaba sentada Mónica y Melissa arriba de la paleta del asiento. Para mi suerte el profesor se había retrasado así que por hoy no tenia retardo.

Todos estaban absortos en su plática incluso los chicos gamers que siempre están metidos en sus consolas todos menos uno.

Thomas como era de esperarse estaba absorto en un libro, claro el nunca lo estaría con otra persona, me hubiera gustado hablar con él como cuando estamos solos, pero creo que él se enfadaría con eso, además no quería desconcentrarlo.

Cuando pase cerca de el trate de leer el titulo de aquel libro pero se me hizo imposible porque en ese momento lo bajo de tal manera que no me permitió leerlo. ¿Lo habrá hecho a propósito?

— ¡Hola! hasta que te dejas ver — dijo Mónica dándome un beso en la mejilla — A ¿qué no imaginas quien está interesado en ti?

Ahora ¿de qué demonios hablaba?  Esperaba que no fuera el mismo acosador.

—¿Quién?— pregunte mirando primero a Mónica y después a Melissa.

Las dos estaban sonriendo como idiotas enrollando su dedo en sus cabellos.

— ¡Thomas Orwell!— susurro en mi oído.

Me ruborice de solo pensarlo, claro que era una equivocación. Necesitaba una explicación pronto.

—Acaso ¿están locas o qué? ¿Por qué dicen esas cosas?

—Ayer estuvo preguntando por ti, querida— dijo esta vez Melissa guiñándome el ojo.

Qué extraño.

—Pero... ¿por qué?—¿Él buscándome a mí? ni siquiera le importaba.

—No lo sé, no nos quiso decir y se fue sin más pero lo importante es que puede ser un comienzo de un gran amor— contesto Mónica emocionada haciendo ademanes dramáticos

Primera Impresión ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora