Capitulo 2 Él

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Últimamente todos están en contra mía; acabo de ir al hospital psiquiátrico y me han dicho que mi madre no estaba de humor para verme. Nunca había ocurrido esto, cada domingo, dos veces por mes la iba a visitar y la desesperación acababa con ella, incluso me había pedido que viviera allí con ella o si no ella misma se escaparía de ahí.

Todas esas veces le aplicaban su dosis de tranquilizante; mi mamá sufre de esquizofrenia desde hace más 3 años. Toda la familia se derrumbó ante aquella noticia. Y siempre los mismos comentarios; -"Lo siento mucho," -"Tranquilo ella se recuperará."
Mentiras. Ya hacía tiempo atrás que había perdido esa esperanza a pesar de que dicen que la esperanza es lo último que muere pues de la mía ni siquiera quedaban los huesos.

Sin más remedio, me tuve que regresar a casa.

Como era de esperarse, al llegar a casa mi padre aún no se había presentado a casa desde ayer en la mañana. Mi relación con él era difícil desde que mi madre se mudó a aquel hospital, solo nos limitábamos intercambiarnos pocas palabras en el transcurso del día si es que se aparecía por acá.

Renuncié a hacer algo por lo que restaba del día y me encerré en mi cuarto a leer, los libros era mi refugio, prefería estar solo o rodeado de la ciencia ficción de diferentes historias. Un tiempo atrás mi padre me dijo que los libros que leían eran para chicas o para gays, y es que fue muy inoportuno por el nombre de la novela que yacía en mis manos en aquel entonces era; Flores en ático.
Mi padre hizo volar su imaginación y pensó que no era el tipo de libro que debía leer, pero el no era el más indicado para juzgar aquella novela, que ni siquiera se acercó con la descripción que tenia de ella.

Incluso ahora suele decir que debería salir, tener novia, amigos, etc.
Todo lo que un chico de mi edad hace, en fin, pero es que no se da cuenta que vivimos en un mundo que la verdad está hecha a medida de la conveniencia. Todos quieren algo de ti, que mejor que la compañía de mis libros ellos no te piden nada a cambio.

Lunes, en la mañana

-Todos aquellos interesados en sacar 10 este semestre dejen su tarea en el escritorio -, señalo con ímpetu el escritorio, el profesor Marlo.
Primera hora, como siempre todos nos incorporamos en nuestros asientos, porque todos sabían que con ese profe no hay que meterse.
Incluso los que siempre llegan tarde, solo en ocasiones "especiales "como esta, llegaban temprano.

Y así, transcurrió la hora, en la cual solo participaba yo y el profesor, como era de costumbre, el profe Marlo pedía la participación de alguien para hacerle frente a su pregunta, después de ver que nadie acudía a hacerlo, entonces me tocaba a mí. Era el "Ciclo de la clase"

Por fin se dio el toque y todos salieron con destreza con tal de estar lejos de ese salón.
Recogí mis cosas pero al parecer, el profe Marlo tenía algo que decirme.

-Tom, necesito hablar contigo

Al parecer iba hacer un favor, el en unas cuantas ocasiones se refería conmigo como, Tom, y no es que yo le tuviera gran afecto a esa abreviatura de mi nombre.

-Sí, ¿Qué pasa?-pregunte, entre más rápido mejor.

-Necesito un favor, aunque en verdad es el director el quien me dijo que te lo dijera-dijo con franqueza y yo solo asentí para que continuara-. ¿Conoces a Jennette?

Maldición. Ya sabía por dónde iba todo esto. Esa chica era una de las más falsas de la escuela con todo su séquito de amigas incluidas; guapa pero con tanto maquillaje que de seguro en lugar de comprar comida, se lo ahorraba para otro frasco de maquillaje y lindo cuerpo según decían los chicos que habían pasado una o más noches con ella. Pero un desastre en las materias.

-Sí, de vista- conteste algo cortante al saber cómo se encaminaba esta conversación.

-Bueno, el director pensó que sería buena idea que fueras su tutor durante un tiempo -. ¿Su tutor? Ya decía yo que todo estaba de mi contra, ni aunque le diera las respuestas de todos los exámenes pasaría, así que me invente una excusa.

-Lo siento, pero no puedo, tengo otras cosas importantes que hacer - dije con un tono de lamentación-. Además creo que para ese entonces seria, yo el que se atrasaría en las materias.

-Ya, pide entonces-. Ja, tan mal estaba aquella chica y yo iba tener que soportarla, eso jamás-. El director se imaginó que dirías algo así, pero no te preocupes, él se encargara de que si esa chica pasa todos esos exámenes gracias a ti, tú quedaras exento en todos los exámenes.

- ¿Y por qué tanto interés, en que pase el semestre? Si merece reprobar, ella se lo busco- objete además para eso están los maestros ¿no?

-Bueno, es una situación complicada, Jennette estos últimos años se desencamino y ahorita no sabe lo que quiere.

En eso tenía razón cuando la conoció era muy diferente; usaba gafas, y no estaba tan desarrollada y era la única que competía con él en las calificaciones y era una chica solitaria que sufría de burlas por parte de los demás. Estos últimos años le sentaron bien físicamente pero mentalmente no creo que mucho.

Además-, continuó el profesor -. Es familiar del director y su madre se lo ha pedido de favor, así que él piensa que aprenderá bien contigo en lugar de ser fastidiada por otro maestro.

-No lo creo, pero ¿tengo alguna otra alternativa?

-Me temo que no -contesto sin desdén.

Primera Impresión ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora