Capitulo 6 Tom

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Apenas habían pasado 10 minutos  de esa irritante tarea. Ella se presento tal y como se lo pedí.
Pero tuve que soportar no reírme en la última clase al ver su reacción al ver aquella nota. Pero le hice un favor, al menos pensará un poco, al adivinar de quién se trataba.

Al momento que entró, lo note por su aroma pero no le iba a dar la satisfacción de darle toda mi atención a ella. Incluso pensé que saludaría pero no lo hizo. Y simplemente saco su celular.
Oh no, aquí nada de celulares.

Le dispuse de tiempo para que lo guardara y no lo hizo.

Cerré mi portátil.

Simplemente se lo quite de las manos y lo primero que hizo fue escupirme en la cara como toda una "dama" gritando, por qué se lo quite.

Por supuesto que no me iba a alterar por su actitud.

—Dame mi maldito teléfono —, me gruño y  estiro su mano para que se lo entregara

— Me temo que no, hasta que hayas aprobado tus exámenes... Oh cierto, no recordaba que eso es imposible para ti, y para este paso ya tendrías un nuevo celular, así que te lo daré si al menos acabamos una lección.

Suponía que me quería asesinar en ese momento con su mirada. Pero me sorprendió ver que poco a poco se comía su orgullo y se sentaba en una silla.

—Bien.— Fue lo único que se limitó a decir.

—Bueno, al menos sabes entender una orden.

Yo sabia que tal vez me estaba pasando un poco con ella, al tratarla mal, pero indirectamente era culpable de esto, si  su tío no fuera el director de la escuela esto no hubiera pasado, si hubiera sido más lista y no se hubiera juntado con aquellas tipas que dicen ser sus "amigas" pero en fin ahora estoy aquí tratando de enseñarle algo tan sencillo y parece no comprenderlo en absoluto.

—Y bien ¿Ya lo entendiste?

—Si —, me dice poniendo los ojos en blanco incluso ahora viene demasiado maquillada, cómo sera cuando salga en una cita con alguno de los miles de chicos que ha salido.

—Okey, entonces estas preparada para unos ejercicios.

No se lo iba a poner tan fácil. Y se notaba desesperada por acabar de una maldita vez.

—Mmm.. no lo sé ¿los haré sola? Y ¿ahora?

Solo asentí dos veces.

—Porque, ¿tienes prisa?

—Eso a tí, no te importa.

—Tienes razón, por eso es que harás el doble de los ejercicios así te irá genial en los exámenes.

Otra vez parecía que se le metía el diablo con sus miradas matadoras.

—Tú no me dirás que hacer, trate de llevarla en paz contigo, pero ya estoy harta así que dame mi maldito celular y me largo de aquí.

Vaya pero que poco aguanta, parecía una bebe que si no le daban su juguete iba a llorar en cualquier momento.

Me limite a arquear las cejas como diciéndole ¿y si no qué?

—Será mejor que te tranquilices

—Mira yo si tengo una vida social no como tú así que no dispongo de este tiempo para que tu me estés jodiendo la vida.

No pude evitar regalarle una de mis sonrisas hipócritas.

—¿Yo joderte tu vida? pero si ya lo esta ¿no? solo mírate con tu grupo de chicas que dices llamarlas tus amigas y que solo se aprovechan de ti.

—Al menos tengo amigos y no me la paso ignorando a todo el mundo, siendo una engreída— dijo con aire de autosuficiencia

Acaso ¿me estaba llamando engreído? pero qué me sucede yo nunca he hecho algo así, nunca me había bajado al nivel de las personas como ella pero por supuesto que no la iba dejar ganar esta pelea.
Soy un mal perdedor.

—No eres una engreída okey, pero si ¿una fácil? por eso tienes tantos amigos...sobre todo hombres

Auch. Creo que me pase con eso último por que salió corriendo del salón.
Tomo su mochila y se fue.
No la vi bien pero juraría que se fue llorando.
Era la primera vez que me ponía al tu por tu con una chica.

Debería de haberla seguido pero en realidad me hizo enojar más de la cuenta que no me creía capaz de consolarla en estos momentos además yo nunca  he hecho algo así.
Entro en pánico cuando eso sucede.

Ahora quedaba esperar a mañana a ver que demonios pasaba. Pero de una u otra forma estaba seguro de que nos volveríamos a ver ¿y cómo lo sé?
No le di su mugroso celular.

Como siempre tome mi bicicleta y me fui de una vez de la escuela, no estaba de humor para revisar si ya se había ido o no Jennette.

Al llegar a casa para mi sorpresa estaba papá con una mujer o al menos eso escuche en la cocina, por supuesto no me iba asomar a verificar si lo era.

Me hice una gran caminata a paso veloz para llegar a mi cuarto lo más pronto posible sin ser visto ni escuchado pero fue muy tarde, a la mitad de las escaleras me atraparon.

—No piensas saludar —dijo mi padre. El sabia perfectamente que odiaba que trajera alguna mujer a esta casa al menos por respeto a mi mamá que seguía viva pero para él parecía a ver muerto desde hace años. 

—Hola—, conteste aún estando en las escaleras, no pensaba bajar en absoluto.

—No seas, grosero y baja a saludar, decentemente.

Yo estaba bajando con mala cara mientras que esa mujer pelirroja le susurraba algo en el oído. 

No es que estuviera celoso por  ella por que la verdad mí padre nunca amo a mi mamá solo la veía como una niñera que pudiera criarme a mí mientras que él iba a trabajar y de paso engañarla con cualquier mujer.

—Hola, Tom, soy Melissa—dijo la pelirroja. Yo no se quien le dijo que me podia llamar asi.

—Hola—, dije mientras le daba un apretón de manos—¿Ya me puedo ir? tengo mucha tarea que hacer...

En realidad no, pero no veía la hora de alejarme de ellos.

—Okey pero ¿no vas a comer con nosotros?

—No gracias, no tengo hambre.

Aliviado de no estar otro segundo más ahí me fui a mí cuarto.

Queria salir de casa en esos momentos. Tal vez si voy a la casa de Jennette a devolverle...

¡No, en que estoy pensando! Ni siquiera se donde vive y la acabo de hacer llorar por una estupidez.

Mañana seria mejor, lo presentía.

Miércoles.

Solo esperaba no toparme con ella tan temprano. Pero quien me encontró primero fue el director.

—Thomas necesito hablar sobre lo qué paso ayer.

Así que ya lo sabia, con un poco de suerte todo esto terminara de una vez.

—¿Sobre qué?

—Bueno, sé lo que paso ayer y no te estoy culpando de nada pero necesito que seas más tolerante con Jennette, por favor.—dijo pasivo.

Vaya. Esto no se terminaba solo era el comienzo.

Primera Impresión ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora