-Videojuegos-

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Día 23: Videojuegos

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—Starting...—

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Claude los convocó en la calle donde vivía a última hora de la tarde.

Por lo general, un domingo a esa hora aún debía haber gente por las calles pero, después de días de sol y temperaturas altas, casi veraniegas, una borrasca había cruzado el cerco del país y el frío había regresado. El sol permanecía oculto, disfrazado de plata tras las nubes grises que enlosaban el cielo, las corrientes de aire frío habían ahuyentado a los viandantes y las sombras se alargaban, con más ganas, para tomar las calles.

Chat Noir observó que algunas farolas ya se habían encendido a pesar de que era pronto. La gente había dado las luces de sus hogares, y podía ver las sombras de sus siluetas cruzar a través de las ventanas.

Aterrizaron en la cornisa del edifico de en frente y, a pesar de ser inútil, achicó los ojos intentando ver algo a través del ventanal del piso de los Bonnet. Se imaginó a Claude sentado al otro lado, puede que sonriendo al imaginar su futura victoria sobre él.

Entonces, miró de reojo a Marinette, parada a su lado. No habían intercambiado casi palabras en su camino hacia allí, pero le alivió verla tranquila. Por el contrario, a él le daba muy mala espina lo que estaba pasando.

No paraba de rozar su anillo con los dedos de la otra mano, temiéndose lo peor.

—¿Crees que hice bien aceptando este desafío? —le preguntó.

—No pudiste hacer otra cosa —respondió ella—. Acceder a esto era la única forma de recuperar la foto de un modo tranquilo, sin llamar la atención.

Pero...

Tan cercano el momento de actuar, sentía la ansiedad estrangulándole.

—No puedo entregar mi prodigio... —murmuró intranquilo.

—Por supuesto que no —convino ella, muy seria. Entonces dio un respingo y disimuló, mostrándole una sonrisa—. Quiero decir que... ¡Claro que no!

>>. Eso no pasará porque vas a ganar.

—No sé... —En su mente se repetía una y otra vez la voz segura y clara de Claude proponiendo una competición de videojuegos, y también esa sonrisa ladina y torcida cuando miró su prodigio—. ¿No te parece que hay gato encerrado?

Intentó hacer una broma pero le salió vacía y hueca, no obstante Marinette le sonrió agarrando su mano.

—No te preocupes —Le guiñó un ojo—. Todo irá bien.

El chico frunció las cejas y apretó los labios antes de decir algo más.

¿Tienes algún plan genial de los tuyos, mi Lady?

Había determinación en la mirada azul de la chica cuando saltaron para cruzar la calle y cayeron en la acera, justo frente al portal.

Por lo general Chat Noir nunca tenía dudas, mucho menos aprensión, antes de un enfrentamiento. Se esforzaba al máximo en lo que mejor sabía hacer y contaba con la seguridad inquebrantable de que por mal que se pusieran las cosas, Ladybug y él lo resolverían todo.

Pero esta vez era distinto. Aun teniendo a su compañera al lado, el peso de la responsabilidad estaba sobre sus hombros más cargante que nunca. Y es que Claude Bonnet tenía algo que le perturbaba mucho.

Maullidos a la Luz de la Luna (Reto Marichat May 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora