Tener una doble vida a Jeon Jungkook le pareció bastante divertido. Pero las mentiras y los engaños pueden costar caro. Y él, lo sabrá mejor que nadie.
❝ Estaría mintiendo si te dijera que no te deseo, Jungkook. Porque lo hago, a nadie he deseado a...
Colgó la llamada, dándose cuenta que su pantie favorito se había estropeado con su escencia. Hizo un puchero, y con lentitud se lo retiró.
Caminó hacia los cajones escogiendo una lencería de hilo.
Entró a la ducha y se bañó con agua helada y al terminar salió enredado en una bata, poniéndose de pie frente al espejo de cuerpo completo que se encontraba en la recámara. Desabrochó lentamente ésta, quedando únicamente en aquellos g-string púrpuras, suspiró, por vez que se observaba en el espejo.
Delineó con la yema de sus dedos las clavículas marcadas, observando después su pequeña cintura y sus caderas anchas, sus piernas largas, delgadas y torneadas. Por último, aquellos glúteos descubiertos.
Cerró los ojos, recordando como Jungkook lo había tocado la última vez que ambos se vieron en el bar.
Como lo hizo sentir sexy, deseado, cómo no fue duro con él, y como tampoco hizo nada contra su cuerpo sin su consentimiento.
El pecho le dolió al recordar aquellas malas experiencias, comparándolas con las nuevas que estaba experimentando con él.
— Ya no serás más un pedazo de carne Taehyung. — se habló a sí mismo en el espejo — Ggukie no será como los demás, no temas.
Después comenzó a cepillarse el cabello. Tomó el móvil, se colocó de espaldas frente al espejo y miró por encima de su hombro y se tomó una fotografía. Sonriendo al ver el resultado, y enviándola a Jungkook antes de ir a dormir.
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A la par de Taehyung en la ducha. Jungkook se acomodó el pantalón verificando que todo estuviese en orden, saliendo del auto después y entrando a la mansión dónde su esposa lo recibió con un abrazo y un beso en los labios, que él recibió, y continúo. Su miembro seguía sensible, por lo que soltó un jadeo en los labios de SoMin, cuando ella se acercó más a su cuerpo.
— Te parezco tan atractiva ¿que con solo un beso, ya te pusiste caliente?
SoMin sonrió, y Jungkook no supo qué contestar a eso, seguía demasiado sensible. Además, que al escuchar la palabra 'caliente' recordó los gemidos de Taehyung y fue inevitable no ponerse duro.
SoMin lo notó, devorando después la boca de su esposo, que siguió aquel beso sin problema.
— E-espera, t-tengo que ir a arropar a Jeno… — Comentó Jungkook con la cabeza un poco inclinada, pues SoMin besaba y succionaba su cuello.
— Hmmm, él pequeño no pudo esperar más y se durmió. ¿Porque mejor no te olvidas de él un poco, y te diviertes conmigo?
Jungkook asintió, dejándose guiar por la mujer a la habitación que compartían.
En medio de los besos y en el momento del acto. Se sintió un poco mal por el castaño.
Pero al fin de cuentas, SoMin era su esposa, la madre de su hijo. Y Taehyung, solo un amigo, con el que se podía divertir un poco.
