Tener una doble vida a Jeon Jungkook le pareció bastante divertido. Pero las mentiras y los engaños pueden costar caro. Y él, lo sabrá mejor que nadie.
❝ Estaría mintiendo si te dijera que no te deseo, Jungkook. Porque lo hago, a nadie he deseado a...
El coche aparcó frente al edificio. Taehyung verificó la dirección nuevamente notando que en efecto, llegaron al lugar que Momo y Wonho encontraron para ambos.
— Llegamos a casa, cielo.
Taehyung acarició el cabello de Jaemin que yacía dormido en su regazo. Hizo un puchero y abrió los ojos, sonriendo a su padre e incorporándose al asiento.
— Papi, afuera hay dos oficiales.
— Lo sé cielo, seguramente son los que envío Wonho.
Ambos salieron del coche y el chófer ayudó a Taehyung y Jaemin a bajar las maletas de la cajuela. Kim pagó por el servicio y ambos caminaron hacia la entrada, donde los recibió un uniformado que al verlos hizo una venia que fue correspondida.
— Buena tarde, soy el oficial Jackson Wang.
Taehyung le dio la mano y ambos la estrecharon.
— Un gusto conocerlo, Kim Taehyung.
— Wonho me comentó sobre ti y lo que ocurrió. Y quiero decirte que estás a salvo aquí. Todos los días sin excepción mandaré a un oficial a resguardar el edificio, también estarán cerca de ti, pero no te preocupes, no lo notarán. Lo único que buscamos es garantizar tu seguridad y la de tu hijo.
— No sé cómo agradecerles todo esto, de verdad, se que aquí estaremos bien. — sonrió aún débilmente y Jackson solo pudo sonreír con algo de pena.
— Ten mi número telefónico Taehyung, cuando te sientas amenazado, solo llama y estaré personalmente aquí. ¿Bien? — Kim asintió frenéticamente y Jackson sonrió enternecido — Un gusto conocerlos.
Hizo una reverencia y se marchó del lugar dejando al mando al segundo oficial que custodiaba la puerta principal del edificio, ahora, hogar de Taehyung y Jaemin.
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—'Take my hands now. You're the cause of my Euphoria"
Jungkook y Jeno cantaban en el auto, de regreso a casa después del entrenamiento del menor. Cuando la canción terminó, Jungkook entró al estacionamiento privado, y el azabache menor que observó el camino por la ventana, se quedó extrañado al ver un oficial en la entrada del edificio.
— Pah ¿Porque hay un oficial?
— ¿Ah? No tengo idea, sólo suele estar el velador ahí… — miró hacia afuera, y se percató del uniformado —. Supongo que para más protección de los inquilinos.
Se encogió de hombros y siguió andando hasta estacionar la camioneta en su lugar asignado.
Ambos bajaron del auto. Jungkook ayudó a su hijo con la mochila mientras que con su mano libre cogió su maletín entrando así al elevador. Después de unos minutos, las puertas se abrieron de par en par dando entrada a dos inquilinos.
Jungkook levantó la vista del suelo y vio a lo lejos a dos personas que caminaban con sus maletas por el pasillo. Su corazón latió a mil por hora.
Por su complexión, pudo jurar que el chico de espaldas era igual a su Taehyung. Las manos comenzaron a sudar y su cuerpo reaccionó completamente solo, caminó hacia la salida del elevador pero las puertas automáticamente se cerraron frente a su rostro.
