Tener una doble vida a Jeon Jungkook le pareció bastante divertido. Pero las mentiras y los engaños pueden costar caro. Y él, lo sabrá mejor que nadie.
❝ Estaría mintiendo si te dijera que no te deseo, Jungkook. Porque lo hago, a nadie he deseado a...
Los tres días posteriores al encierro en aquel ático, fueron espantosos. Ki Woo solo entraba y dejaba platos con comida y agua. Después se marchaba con su uniforme pulcro y luciendo como si nada extraño estuviese ocurriendo en casa.
Esa noche Jaemin se encontró en una esquina de aquel lugar, abrazó sus piernas y observó cómo Ki Woo limpió las heridas del rostro de Taehyung con cariño, mientras éste no podía ni mirarlo a los ojos.
— Perdóname, no quise tratarte así, pero no pude controlarme, sabes que no me gusta que salgas de casa. Yo solo te quiero proteger, te amo. Y también amo a Jaemin, no quiero que les pase nada, se que me comprendes. ¿Lo haces verdad?
Taehyung quiso ahorcarlo en ese instante, pero necesitaba salir de ese lugar, a salvo, con su hijo.
— Si, te creo, y… Y también te amo…
Ki Woo sonrió, dejó en el velador de madera desgastada el botiquín, y acarició suavemente la piel de Taehyung, el cual comenzó a temblar, el hombre al notarlo lo beso con fuerza, importando poco que el labio del menor estuviese roto. Importando poco que Jaemin se encontrara ahí.
Taehyung lo separó un poco con sus manos en el pecho contrario, con una mueca de dolor.
— No, no puedes hacer esto, Jaemin está aquí..
Ki Woo volteó hacia el muchacho que seguía en la misma posición, cerrando los ojitos con fuerza.
— Déjalo salir, que nos deje solos aquí, ¿Eso es lo que quieres verdad? — dijo Taehyung con confianza, mientras el miedo lo carcomía por dentro.
— No me importaría en lo absoluto que nos vea teniendo sexo. — acarició las piernas descubiertas de Taehyung.
— Pero yo… Yo no quiero que nos vea, no está bien. — con terror llevó su mano al rostro del hombre, que al sentir el toque, cerró los ojos. — Deja que se vaya, que nos dé privacidad.
Ki Woo asintió lentamente disfrutando de las caricias que Taehyung le proporcionó en el rostro.
— Siempre sabes cómo convencerme… Además, ayer no quisiste entregarte a mí, así que hoy quiero que disfrutes de mis caricias, que disfrutes del sexo conmigo, cómo lo hacías antes...
— Lo haré, solo déjalo salir…
Ki Woo volteó hacía el muchacho, chistó para llamar su atención. Él abrió los ojos asustado e hizo contacto visual con aquel hombre.
— Sal de aquí, déjanos a tu padre y a mí. Necesitamos privacidad.
Jaemin observó a su padre con tristeza, el cual solo le sonrió y le animó a salir. Se levantó lentamente y comenzó a subir las escaleras.
Escuchó como Ki Woo desabrochó su cinto y los pantalones. Corrió rápidamente y cerró la puerta. Recargando su cuerpo en ella, lloró, y mucho al escuchar los asquerosos besos al otro lado de la puerta.
Subió rápidamente a su habitación, observó el velador y bufó enfadado puesto que Ki Woo ocultó sus teléfonos celulares, incluso pudo notar como la línea del teléfono principal yacía desconectada.
Entonces, recordó el pequeño lugar seguro que su padre y él hicieron para cualquier emergencia. Así que rápidamente abrió las puertas del clóset, hizo a un lado la ropa, y empujó la madera hacia atrás, haciendo que esta se desprendiera y mostrará un espacio amplio, ahí había dinero en efectivo, a montones, junto a dos celulares. Tomó uno y lo encendió rápidamente, buscando entre los contactos el número de Momo.
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