Tener una doble vida a Jeon Jungkook le pareció bastante divertido. Pero las mentiras y los engaños pueden costar caro. Y él, lo sabrá mejor que nadie.
❝ Estaría mintiendo si te dijera que no te deseo, Jungkook. Porque lo hago, a nadie he deseado a...
Preguntó el pequeño Jaemin, a un azabache que yacía sentado junto a él en el suelo, con un cuaderno abierto de par en par, mientras hacía dibujos, que el pequeño coloreaba después.
— Supongo que sería bueno el color rosado ¿No crees? Oh, y este corazón, podría ser rojo, con labios amarillos y pijama azul...
— ¿Con círculos amarillos adornando la pijama? —Cuestionó con una sonrisa y Jungkook asintió.
La puerta de la habitación de Taehyung se abrió suavemente, y de ahí salió Jimin, acariciando su pancita, con un semblante triste.
Yoongi se levantó del sofá, besó su vientre y después le besó a él.
Jungkook al observar la escena, no pudo evitar sentir un dolor en su corazón, al imaginarse que si él hubiese cuidado bien del castaño, ahora, estarían disfrutando de la bendición de ser padres.
—¿Ggukie? ¿Estás llorando?
Jimin y Yoongi voltearon hacia el azabache, que inmediatamente retiró sus lágrimas y negó repetidas veces.
Jimin al verlo sintió lástima. Pero él tenía que pagar por lo que había provocado.
—Cariño, ven aquí, tú papi te quiere ver.
— ¡Oh! ¡Si! - el niño tomó sus crayones rápidamente y cerró la libreta, con una sonrisa —Ggukie ¿Quieres entrar conmigo para que sigamos dibujando y pintando junto a papá?
A Jungkook le fue inevitable no soltar unas cuantas lágrimas, lo deseaba tanto, pero no era posible...
—No puedo, pero ve con él, anda. Abrazarlo, dile cuando lo amas, nunca lo dejes solo y cuídalo mucho, porque es un angelito ¿De acuerdo?
Jaemin sonrió y asintió, corriendo hacia la habitación, cerrando la puerta tras de sí.
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Taehyung creía que después de lo ocurrido con su bebito, su vida no tendría sentido.
No obstante, cuando Jaemin entró y lo abrazó con fuerza, lo hizo calmar de inmediato y ahora se retractaba, él sí tenía un motivo por el cual vivir, y ese motivo era ser el papá más amoroso y cariñoso para aquel niño que lo observaba, abrazaba y besaba sus mejillas con amor, mientras le susurraba al odio aquellos dulces...
"Te quiero papi, estarás bien, yo te voy a cuidar".
Y aquella noche en el hospital, Jaemin durmió acurrucado con su padre en la cama de la habitación #211.
Habitación a la cual un azabache entraba por las noches, para cambiar las violetas marchitas por unas bellas y con vida.
Así habían sido las cosas aquellas semanas, Jungkook no se atrevía a entrar a aquella habitación mientras Taehyung se encontraba despierto. Prefería verlo desde la lejanía y acercarse al anochecer.
